Localización:
El Poblado Amurallado de La Mola (o Moleta de Agres) se encuentra en las cercanías de la localidad de Agres, en la comarca alicantina de El Comtat.
Localización en Google Maps
El poblado se encuentra a unos 2 kilómetros de
la población, sobre un pequeño espolón rocoso (“mola”), que bascula hacia el valle formando una meseta a 791 m. de
altitud y controlando la entrada a la Valleta
d´Agres hasta la desembocadura del río Agres en el río Serpis, del cual es
afluente, y constituye un punto clave en el pasillo de comunicación entre El
Comtat-L´Alcoiá y la meseta de Villena.
Plano-Senda hasta el Poblado de la Mola de Agres
Para llegar hasta él existe, al Este de la
población, un sendero de pequeño recorrido que nos lleva hasta los pies del
Cerro de La Mola de Agres, así llamado. Arriba del citado cerro se encuentran
los restos de este poblado amurallado. Desde la Plaza de la Iglesia parte el
sendero mediante un cartel anunciador hacia el mismo.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
La historia antigua de Agres comienza con la
ocupación de sus antiguos pobladores desde la Edad del Bronce, época de la que
data el presente poblado. Posteriormente estas tierras fueron ocupadas por los
pueblos íberos, de cuya presencia existen diversos poblados en las cercanías.
La población de Agres, como tal, fue una antigua alquería musulmana, y en sus
inmediaciones se construyó la fortaleza islámica a finales del siglo XII. En la
parte occidental de la población, también fue construida una torre de
vigilancia fortificada conocida como La
Torreta de Agres, de la misma época . Además, en la misma población existía
otra torre, sólo de vigilancia, que estaba situada en la misma alquería, entre
el castillo y la torreta occidental, que se denominaba Torreta Alta, de la cual no queda ningún resto y sólo se conoce por
documentos de la época. Estaba situada en una calle de la población que
precisamente lleva su nombre: calle Torreta Alta. Se supone que su construcción
fue coetánea a las otras dos fortificaciones.
En el año 1.248 las tropas de Jaime I el
Conquistador tomaron la población y su castillo, siendo ambos cedidos a Don
Ximén Pérez de Arenós en el año 1.255.
Un año más tarde, éste le otorgó a Agres la
carta puebla a sus moradores. También consta en los documentos de la época que
el término de Agres y su castillo fueron propiedad de la corona de Aragón, pues
el propio rey nombraba a los alcaides del castillo.
Castillo y torreta fueron propiedad en 1.388
de Andreu Guillem Scribe, pasando a titularidad de Joan Roig de Corella en el
siglo XV, y más tarde, durante el siglo XVI, formaría parte del patrimonio de
la familia Calatayud, hasta que en 1.633 se anexionara al condado de Cirat.
Por tanto, podemos considerar este Poblado
Amurallado como la primera traza del asentamiento humano en estas tierras,
siendo además un enclave privilegiado por su situación, al dar paso hacia el
Vall de Albaida.
Escudo de la población de Agres
Estado
actual:
Planta del Poblado Amurallado de la Mola de Agres
El yacimiento aparece por vez primera vez
registrado en el año 1.920. En 1.925 y siguientes, el arqueólogo alcoyano
Camilo Visedo Moltó fue el primero en realizar una excavación sistemática del
mismo, atribuyendo su implantación en el territorio durante el Eneolítico.
Posteriormente, Fernando Ponsell lo incluiría en la “Cultura del Argar” en el año 1.952.
Aunque se carece de cronologías absolutas, el yacimiento puede cifrarse como habitable por primera vez desde el año 1.800 a.C. siguiendo hasta el siglo VII a.C. Se ha determinado que el poblado sufrió un hiato poblacional hacia el siglo XI a.C. durante el cual estuvo despoblado.
Aunque se carece de cronologías absolutas, el yacimiento puede cifrarse como habitable por primera vez desde el año 1.800 a.C. siguiendo hasta el siglo VII a.C. Se ha determinado que el poblado sufrió un hiato poblacional hacia el siglo XI a.C. durante el cual estuvo despoblado.
En su primera fase se ocupó el área
poblacional con la construcción de una gran muralla que delimitaba la parte más
débil de la defensa del poblado, dando protección a la zona de viviendas. Se
trataría pues de un recinto amurallado que, en su segunda fase se adscribe al
Bronce Final / Hierro.
Hay varios elementos que nos dan una
información cronológica del mismo. En un enterramiento cercano a la muralla se
halló un puñal con cronología 1.500-1.300 a.C. que amplió su cronología de
forma considerable.
En los sectores I y II apareció cerámica
doméstica del Bronce Valenciano, y en el sector V cerámicas del Bronce Final.
También en este sector se halló un asa de ánfora púnica que alargaría la
cronología del poblado hasta el siglo VII a.C.
El poblado tiene un gran número de elementos
arquitectónicos, pero el más llamativo de todos es sin duda la muralla, que
recorre el yacimiento de Este a Oeste con una longitud de 33 metros de largo,
unos 3 metros de anchura y 2,90 metros en su parte más elevada. Las
excavaciones han sacado a la luz varios contrafuertes y que, al menos, la
muralla tenía dos torres, una circular y otra semicircular, orientado todo ello
a la defensa del poblado.
En la estructura de las viviendas han aparecido molinos de trigo y zonas de lares, y se sabe que las mismas tenían un techado mantenido por postes de madera, por los agujeros hallados donde se insertaban dichos postes. Es uno de los poblados amurallados de la Edad del Bronce mejor estudiados de la geografía alicantina.
En la estructura de las viviendas han aparecido molinos de trigo y zonas de lares, y se sabe que las mismas tenían un techado mantenido por postes de madera, por los agujeros hallados donde se insertaban dichos postes. Es uno de los poblados amurallados de la Edad del Bronce mejor estudiados de la geografía alicantina.
Galería
fotográfica:
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Galería fotográfica de la visita en 2.018, realizada por D. Enrique Verdú, cedidas para el Blog,al que agradecemos su colaboración