Guía de los Castillos, Torres y Fortificaciones de Alicante: Murallas de Denia (Alicante) CA-186

Localización:

Las Murallas de Denia se encuentran rodeando el Castillo-Alcazaba de Denia, y formaban junto a él, el sistema defensivo de la ciudad. Su posición antecede al castillo, y sus lienzos de muralla que han resistido el embate del tiempo se pueden observar antes de la entrada a la fortaleza, así como en otras muchas partes de la ciudad.

Localización en Google Maps

Vista del Castillo y algunas partes de su muralla en Google

Localización en el mapa topográfico

Historia:

Al hablar del castillo se dijo que la construcción de estas murallas formó parte de la renovación y reformas que se llevaron a cabo en el siglo XVI por parte del marqués de Denia, D. Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, quien aprovechó la circunstancia para dotar de un mayor sistema defensivo a la fortaleza.

Vista de las murallas

El resto de su historia va íntimamente ligada a la del castillo de Denia, por formar parte de él y sus defensas. Por ello, os remitimos a la entrada en este Blog del castillo, con Ref.: CA-003, para completar vuestro conocimiento sobre sus murallas.

Escudo de la ciudad de Denia

Estado actual:

Antiguo Plano del Castillo y las Murallas de Denia

Junto a la alcazaba de Denia, la ciudad siempre contó con un recinto defensivo que estaba delimitado por la presencia de un importante saladar que la rodeaba -hoy invisible- y que en determinadas épocas del año podía inundarse ya que es zona de fuertes episodios de lluvias muy copiosas como todos conocemos. Ello daba lugar a que podía inundarse la zona con cierta facilidad. La ciudad estaba delimitada por tres grandes espacios: La Medina islámica, el Arrabal del Fort y las Atarazanas.

La Denia islámica es el resultado del empuje económico de su gran puerto, uno de los principales amarraderos del Mediterráneo, que alojó una población multiétnica y pluricultural, formada por marineros y comerciantes norteafricanos, francos, catalanes y genoveses (Azuar Ruiz,1998). Gracias a los trabajos del arqueólogo Josep Antoni Gisbert desde el Museo Arqueológico Municipal de Denia en estos últimos 35 años, se ha comenzado a conocer alguos de sus elementos y confirmar su urbanismo. Por estos trabajos, sabemos que las murallas se extendían al sur de la alcazaba, ocupando todo el casco histórico hasta el mar, conservándose algunos restos en la actual Ronda de les Muralles, al norte de la ciudad, y, por el sur, cerca del mar, se halló en la Plaza de Jorge Juan un torreón circular perteneciente al recinto murado. A la ciudad se accedía por dos puertas: una, descubierta recientemente, situada al noroeste y que podría corresponder a la Puerta de Oliva; y la otra, a poniente en el antiguo Camino de Ondara, en el eje del actual Carrer Cavallers (Azuar Ruiz,1998).

A extramuros de la medina, se encontraba el Gran Arrabal del Mar o "Fortí", considerado como una gran extensión fortificada y urbanizada de 13 hectáreas de superficie, con una planta a modo de rectángulo frente al mar, separada por el conocido "riatxol", canal de agua que conectaba el saladar interior con el mar y que podía unir ambos espacios urbanos a través de un puente retráctil levantado al final de la Calle del Temple. El arrabal estaba totalmente fortificado, con largos lienzos de tapial, defendido por cubos de planta semicircular en saliente y su interior estába perfectamente urbanizado con viales de 2,50 metros de ancho y unos 180 metros de longitud, mostrando un trazado urbano casi octogonal, conformando una trama regular de viviendas las cuales no llegan a adosarse a la muralla.

La trascendencia histórica de la ciudad de Denia está vinculada a su puerto comercial y militar, fundado por un "sagáliva" o esclavo de origen europeo de la corte del califa Al-Mansur (Almanzor), conocido con el sobrenombre de "Muyahid" y que llegó a ser jefe de uno de los ejércitos del Califato de Córdoba. Su esplendor y su posición estratégica en el Mediterráneo le permitió albergar la armada califal, formada según las fuentes por más de 125 bajeles y un ejército de casi mil jinetes, aprovisionados de buenos caballos mallorquines e ibicencos. Muchas de estas naves fueron fabricadas en las Atarazanas, que la arqueología ha situado a contibuación del Arrabal del Fortí, dentro de un gran rectángulo amurallado de 12 hectáreas de superficie. En su interior, se realizarían la reparación y construccióm de estos bajeles árabes. Completaba este gran complejo marítimo-comercial, una torre albarrana que penetraba en el mar, a modo de malecón, y que se conservó hasta hace algunos años, conocida como la Torre d´En Carrós, y que tiene una cronología de época cristiana (ver foto adjunta).

La Torre D´en Carrós

Convertida en refugio de musulmanes huidos de la caida de la ciudad de Valencia en el año 1.238, Denia acaba rindiéndose a las tropas aragonesas en el año 1.244, lo que provoca el éxodo de la población musulmana hacia Murcia, dejando una Denia desestructurada en manos de un reducido número de colonos cristianos que acaban por concentrarse en las laderas del castillo, donde se dispone la Vila Vella, bajo la protección de la gran alcazaba. Durante la segunda mitad del siglo XIV, las murallas disfrutarán de importantes obras de refortificación, como la ocurrida en el siglo XV, donde se rehacen las torres de época almohade, dotándolas de fuertes aparejos de sillería alamborados de planta rectangular o cuadrangular, con estancias internas con bóvedas de cañón, troneras y aspilleras, que preludian cambios en la artillería y en la propia concepción del arte de la guerra.