martes, 19 de noviembre de 2013

Torre de las Rejas (Alicante) CA-127



Localización:

 Entre los confines de los términos municipales de Alicante y San Juan, existe una zona denominada la Partida de la Condomina, zona de huerta antigua que en la actualidad ha sido en la mayoría de su extensión absorbida por las modernas urbanizaciones de la Playa de San Juan, y en las que existen una veintena de torres vigía y de defensa, muchas de ellas abaluartadas, en muy distintos grados de conservación. Algunas desaparecidas por completo, otras en estado de semirruina y las más, afortunadamente, en un excepcional estado de conservación. Son las llamadas “Torres de la Huerta”, con un alto interés cultural e histórico de la provincia de Alicante, como la presente Torre de las Rejas ó Torre de les Reixes.



Localización en Google Maps

Vista de la Torre de las Rejas en Google

 Se encuentra ubicada al sur de la Torre de Nicolau o Alameda, en el llamado Camino de Benimagrell, nº 47, y muy cercaba a la Torre de Boter.

Localización en el mapa topográfico

 Actualmente existe un proyecto auspiciado por diversos estamentos públicos y privados, tales como el Excmo. Ayuntamiento de Alicante y algunos colectivos ciudadanos, entre los que destaca el Grupo por la Recuperación de las Torres de la Huerta, que pretende realizar un recorrido a la veintena de torres, realizando un carril bici/peatonal para poder visitarlas y que durará entre las 2 horas en bicicleta y las 4 horas haciéndolo a pie. Esta torre estará incluida en el itinerario.


Itinerario de las Torres de la Huerta

Ubicación de la Torre de las Rejas en el itinerario

Historia:

 La partida de la Condomina se ha caracterizado, ya desde época lejana, por el establecimiento de población en numerosas villas dispersas, que en la mayoría se mantienen en la actualidad y que se comenzaron a construir tras la desaparición de la ciudad romana del Tossal de Manises.

 Algunas, más cercanas al mar, tenían como misión formar una red de alerta rápida para dar aviso de los enemigos al castillo más cercano, que en este caso sería el de Santa Bárbara. Otras, situadas más al interior, formarían parte integrante de la masía a la que pertenecían, haciendo la defensa de forma autónoma, que se basaba en una gran torre de recia construcción en la que los miembros de las masías se refugiaban de los ataques hostiles.

 En cualquier caso, no hay que olvidar que el margen de las tensiones entre comunidades cristianas y musulmanas después de la expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII, los factores de inseguridad se mantuvieron hasta algunos siglos después. Los ataques berberiscos a la costa alicantina se mantuvieron hasta bien entrado el siglo XVII y, posteriormente, la amenaza de la flota de guerra francesa estuvo presente durante la Guerra de los Treinta Años. Además, el bandidaje, oculto en las cercanas montañas alicantinas, también tuvo su incidencia en el mantenimiento de estas casas fortificadas.

 Son pues, un excelente ejemplo de arquitectura militar-defensiva adaptada a las circunstancias sociales de estos siglos y se tiene conocimiento de que al menos existieron unas 30 torres, de las cuales muchas de ellas, las 26 que  presentamos aquí, están debidamente catalogadas, mientras que otras han desaparecido por completo, como la Torre Maimona, la Torre Teresa o la Torre de Rizo.

 Su construcción data de mediados del siglo XVI, por su tipología de la torre con talud o alambor.



Escudo de la ciudad de Alicante

Estado actual:

 La Torre de las Rejas, conocida también por el topónimo valenciano de Torre de les Reixes por las grandes rejas que la vivienda adosada tiene en sus ventanales, se ubica en el margen oeste del Camino de Benimagrell, estando constituido el conjunto arquitectónico por la propia torre y la casa exenta primitiva, que incorporó la torre en una de sus esquinas más tarde. Actualmente la propiedad es privada y la finca está dedicada a un negocio de restauración y celebración de eventos (bodas, convenciones, etc.).

 Su estado actual es muy bueno por la vistosidad del conjunto torre-vivienda,y en especial con la gran fachada de la casa con sus rejas, que enmarcan el escudo heráldico de los Talayero. A principios del siglo XVII, y confirmado con dicho escudo heráldico, la finca perteneció al caballero Jaime Talayero Vallés, el "mayor" descendiente de infanzones de Teruel que tuvieron gran tradición militar en los Tercios de Flandes y otras guerras del momento. Fue capitán de las milicias que defendían la ciudad de Alicante de los ataques de los berberiscos del Norte de África, fundando un Mayorazgo que quedó reflejado en su testamento del año 1.624.




Escudo heráldico de los Talayero

 Los Talayero enlazaron posteriormente con la familia Forner (señores de Finestrat y Benasau, y sis descendientes con la familia Pasqual del Pobil. A principios del siglo XIX el propietario de la heredad era Don Rafael Pascual de Pobil. En el año 1.924 era propiedad de D. Francisco Pérez y hermanos, hasta pasar en el año 1.944 a propiedad de Don Joaquín Poveda.

  Posteriormente la adquirió el arquitecto alicantino Don Miguel López González, el cual realizó diversas reformas en el año 1.952, especialmente en la torre y la vivienda, para facilitar el cambio de uso agrícola a residencial. Prácticamente rehizo casi toda la casa con mucho materiales originales, quedando en pie la fachada este, que da al camino, y la norte. La bodega, de la cual todavía quedan dos grandes arcos, fue sustituida por una pequeña capilla y un patio. El corral se convirtió en una balsa de riego, eliminándose el establo y el secadero. En la fachada que da al camino, la de las rejas, una puerta bajo una gran ventana cercana al talud de la torre fue convertida en una pequeña ventana y se abrió otra pequeña bajo otro ventanal. Parte de los huertos anexos pasaron a convertirse en jardines de la casa señorial. Esta finca, a finales del siglo XVI ya disponía de varios hilos de agua del pantano, y cuando D. Jaime Talayero fundó el Mayorazgo disponía de 4 hilos de llegada de aguas.


 La torre es de planta rectangular, con talud en la base, sótano y tres niveles más terraza superior. Los sillares ocupan las esquinas y los muros de carga son de sillarejo regular. Exteriormente se aprecian una cornisa-moldura superior, entre la tercera planta y la terraza; cuatro ventanas de diversos tamaños y una aspillera al este; una ventana al norte, sobre la techumbre de la casa; una al oeste y cuatro diferentes al sur.


 El acceso es a través de una pequeña puerta con arco de medio punto situada sobre el talud, y que ahora queda a la altura del salón de la primera planta de la vivienda. La puerta de madera forrada con hierro gira sobre gorronera y se aprecian los vanos del sistema de cierre que debía hacerse mediante la tranca de madera. Junto a ella hay otro hueco (posterior) que permite el paso de la vivienda a la torre desde otras dependencias.


 En la primera planta, a la altura de la puerta de acceso, hay una doble aspillera (caso único) y frente a ella arranca la escalera que tiene modificada la caja original. En la segunda planta se hizo posteriormente un acceso a la nueva y pequeña terraza sobre la techumbre del salón principal. En ella, y mirando al camino, se incluyó una antigua gárgola de otra procedencia. Las plantas han sido restauradas como pequeñas habitaciones. En la tercera se han repasado sobre la pared los grafitti de diversas embarcaciones y frases sobre caballeros, así como recolocada la leyenda que estaba en la casa y con peligro de deterioro que dice: " Junio de 1.693 año en que falleció D. Ricardo de Sarrió y Torres". 


 La terraza superior, restaurada, tiene un murete de protección decorado con ocho pináculos, cuatro esféricos y cuatro piramidales de acuerdo con el modelo neoclásico, así como tres aspilleras. Desde dicha terraza todavía hay una perfecta visibilidad hacia seis torres cercanas (Santa Faz, Gacholí, Boter, Águilas, Conde u Media Libra), lo cual era necesario para la intercomunicación entre ellas en caso de ataques. Además, también era muy importante la visibilidad respecto al mar, origen de los ataques, tanto de la Playa de San Juan como de la Albufereta, que actualmente es apreciable, y hay que imaginar que en esa época todavía mucho más, dado que en la misma el árbol más grande podría ser un olivo; un algarrobo o un almendro, y que los edificios actuales no existían. Junto a las instalaciones agrícolas hubo un profundo pozo que se alimentaba mediante motor e bombeo de la capa acuífera subterránea que se encuentra a unos 10 metros de profundidad. Posteriormente junto a él se construyó una alberca o balsa.


 En cuanto a la vivienda, al igual que la torre, está junto al camino que está marcado por el lado contrario por la acequia y la línea de olivos. El Camino de Benimagrell sigue junto a la fachada, pero tras reforma de los años 50 del pasado siglo XX, se desvió unos metros de la misma. Hay que destacar la gran puerta de acceso, instalada en el siglo XVIII; las grandes losas del pavimento, del tipo de la bodega de Lo de Die; el gran arco en el vestíbulo que lo divide en dos crujías; dos arcos rebajados que dan paso a la llar-cocina y entrada posterior; la escalera de acceso a la primera planta, con molduras y ménsulas, así como la capilla-oratorio, con sillares procedentes del antiguo coro de la Iglesia de San Nicolás.


 En la primera planta destacan las grandes rejas de hierro forjado del siglo XVIII (dos de ellas son originales) de los ventanales que dan al camino, así como la decoración en rombo sobre cuarterones en dichos ventanales, que siguen la misma decoración que las puertas de la planta noble del Ayuntamiento de Alicante. El acceso a la finca es a través de dos arcos de medio punto separados que comunican uno con el patio, y otro con la entrada a la vivienda.


 Se trata, pues, de un conjunto muy bien conservado, y su cronología puede cifrarse a mediados del siglo XVI.

Galería fotográfica:
































Visita efectuada el 29-01-19:














No hay comentarios:

Publicar un comentario