lunes, 15 de septiembre de 2014

En busca de la medina árabe de al-´Askar.

LA ESTRUCTURA URBANA MUSULMANA EN LA PROVINCIA DE ALICANTE:

LA BÚSQUEDA DE  LA  CIUDAD  ÁRABE  de  AL-´ASKAR

 La geografía urbana de la actual provincia de Alicante se caracterizó durante la época de dominio musulmán por la ausencia de ciudades de primerísima importancia (mada´in ó medina), si se exceptúa el caso especial de Denia (al-Daniya), tal vez la más importante de las ciudades de al-Andalus, que en sus mejores tiempos llegaría a contar con cincuenta mil habitantes y a Orihuela  (al-Uriyuli), que tuvo una población cercana a los setenta mil habitantes.

 El geógrafo al-Idrisi  describe a Denia en el siglo XII como una bonita ciudad marítima con un arrabal muy poblado, al igual que lo hiciera al-Himyari, otro geógrafo árabe del siglo XV. Yaqut en el siglo XIII se refiere a ella como la ciudad de al-Andalus más importante del distrito andalusí de Valencia.

 Sin embargo, otro geógrafo del siglo XII, al-Zuhri, indica que se trata de una gran medina construida por los godos, y que su gente tiene el rostro amarillo debido al sry que el mar arroja a su costa. El hedor que exhala este sry es tal, que enferma a los habitantes, destruyendo la belleza de sus rostros, que toman un tinte amarillento y a su delgadez extrema.

 De ello se puede deducir que Denia se encontraba en un lugar pantanoso e insano, en el que el paludismo, debido a los mosquitos, hacía mella en sus habitantes, y no al sry como suponía al-Zuhri.

 En los aspectos históricos, Yaqut menciona al mejor lector del Corán, Abu A-mar ben Said al-Dani (el de Denia), así como a Hisam ben al-Kinani al- Wakkasi, notable experto en lógica y geometría.

 En cuanto a Orihuela, al-Himyari dice que se trata de una ciudad (medina) que data de tiempos remotos, habiendo sido capital de los bárbaros (ayam), siendo sede de uno de sus reinos, así como la capital de Teodomiro, a cuya fortaleza fue éste a refugiarse a la llegada de los árabes. Su nombre proviene del latín Oriollum, “la que es de oro”, y al igual que Yaqut hace constar que pertenece a la kura de Tudmir. En cuanto a su situación, al-Edrisi dice que está edificada en las orillas del río Blanco ( el río Segura) y protegida por una poderosa fortaleza situada en lo alto de una montaña, y abundando en su descripción, al-Himyari apunta que Orihuela está rodeada de jardines y huertos con variedad de abundantes frutos, especialmente naranjas. Ambos describen los zocos existentes en sus inmediaciones, así como algunas alquerías ( al-qarya).

 Respecto a su historia de nombres ilustres, Yaqut dice que fue originario de Orihuela el jurista, literato y poeta árabe Abu-l-Qasim Jalef ben Muhben Fathun al Uriyuli (el de Orihuela) el cual escribió un texto importante de fórmulas notariales y fue cadí de Denia.

 También, según al-Himyari, en esta medina de Orihuela desempeño el cargo de cadí un notable militar árabe, Abu-l-Walid al Bayi.

 En el interior de la provincia, las únicas poblaciónes que parecen haber sido algo más que un simple hisn rural (castillo de interior) y haber presentado algunas de las características de una madina o ciudad es Cocentaina, por haber sido nombrada algunas veces en los textos andalusíes como un pequeño centro cultural árabe, y el sitio de Altea, en la costa.

 Con el nombre de Qusantana figura Cocentaina en los textos de Yaqut, el cual dice que se trata de un hisn (castillo) maravilloso dependiente de la Denia de al-Andalus.

 En cuanto a Altea (Altaya), Yaqut la cita en el siglo XIII como una importante al-qarya (alquería islámica), aldea perteneciente al término de Denia, y englobada en el iqlim (distrito agrícola) del Yabal, o sea, de la montaña de al-Andalus. Menciona, asimismo, que Altaya no es importante por su aspecto político ni económico, sino por haber sido natural de ella un famoso gramático andalusí, llamado Ma-afiri al- Alta´i, o sea, el de Altea.

 Caso aparte merece nombrar a Alicante, la capital provincial, la llamada Laquant árabe, sometida a la autoridad de Teodomiro y que pasó a formar parte de la kura (provincia) de Tudmir.

 Las referencias a esta madina se encuentran en al-Idrisi, que escribe en el siglo XII, y en al-Himyari, que lo hace en el siglo XV. Ambos coinciden en que se trata de una medina pequeña, que cuenta con una mezquita aljama, dotada de púlpito oratorio, amparada por un poderoso hisn (castillo) situado en una montaña de difícil acceso.

 Laquant contaría además con un importante astillero donde se construían los bajeles y navíos árabes, éstos últimos denominados por al-Himyari como harariq (brulotes). Según al-Idrisi, Alicante no tenía demasiada importancia como medina árabe en la época de al-Andalus, y nombra en sus inmediaciones la isla de Ablanasa (Tabarca), frente al cabo al-Nadur ( cabo de Santa Pola).

 Los autores árabes describen que había una gran diferencia entre la primera ciudad visigótica de Alicante, heredera de la Lucentum romana, que se encontraba en el barrio actual de Benalúa y la ciudad islámica recogida en las laderas del monte Benacantil o Penna Laquanti, donde se situaba la alcazaba musulmana.

 Estos desplazamientos poblacionales parecen en todas las ciudades de Tudmir, debido a la llegada del Islam, pero sobre todo a los árabes llegados del yund de Egipto, que se asentaron en buena parte en estas tierras, estableciéndose en campamentos próximos a las ciudades, originando el desplazamiento total de la población y que produjeron el abandono de las mismas.

 Yaqut no menciona Alicante en la parte de su obra referente a al-Andalus, lo que indica que en siglo XIII, hubiera decaído la importancia portuaria de Laquant, a favor de la preponderancia de Daniya ( Denia).

 Y aquí llegamos hasta lo que ahora nos interesa.

A estas ciudades, cabría añadir a la misteriosa al-´Askar, mencionada por muchas fuentes altomedievales, y de la que no sabemos si se trataba de una población conocida actualmente bajo otro nombre, o si correspondería a alguna antigua ciudad musulmana totalmente abandonada y olvidada.

 En la primera descripción geográfica de al-Andalus que conocemos, la del oriental al-Ya´qubi, redactada a finales del siglo IX, figuran solamente dos ciudades levantinas mencionadas como pertenecientes al país de Tudmir: Lorca y al-´Askar.

 Ambas están caracterizadas por estar dotadas de un minbar, o cátedra para la predicación de la oración del viernes, lo que supone que jugaban un cierto papel importante político-administrativo, como cabeza de una demarcación, ya que desde el minbar se pronunciaba el nombre del príncipe cuya autoridad era reconocida en sus territorios.

 Por tanto, esta población de al-´Askar parece haber sido una fortaleza bastante importante, y que las fuentes permiten situar con cierta probabilidad en la parte septentrional de la provincia alicantina.

 Su significado árabe es “el campamento militar”, y Francisco Codera propuso identificar este al-´Askar con el desploblado de Alasquer cercano a Alzira, que era una alquería de poca importancia cercano a esta ciudad valenciana, mientras que las fuentes árabes obligan a pensar en una población de categpría mucho más elevada.

 Otras fuentes sugieren una localización en las fronteras de las kuras de Tudmir y Valencia, mal determinadas en aquella época, o sea, bastante más al sur de Alzira.

 Al-´Askar, en efecto, vuelve a aparecer en otros textos relativos a las campañas militares de finales del emirato e inicios del califato, ya que durante la expedición emiral del año 886 en la región de Tudmir, mientras el ejército estaba acampado en la huerta murciana, le llegaron tributos de al-Yazira ( Alzira ?) y de al-´Askar, en signo de obediencia. Por ello, es casi seguro que se no trataba de las mismas ciudades y lo que se extrae de la lectura de los textos es que, al menos, al-´Askar era cabeza de un distrito o región de la misma importancia que Alzira.

 Más tarde, en el año 924, el entonces emir Abd al-Rahman III, que pronto tomaría el titulo califal, dirige una expedición contra la España cristiana, pero aprovecha el haber reunido un nimportante ejército para efectuar una demostración de fuerza en la zona levantina, logrando la sumisión de Amir ibn Abi Yawsan, que ocupaba Xátiva, Alzira y Valencia, pero no la de otro rebelde, Muhammad ibn Abd al-Rahman al-Sayj, cuyas fortalezas importantes eran Callosa de Segura (Qalyusa) y Alicante, y que se habría refugiado en al-´Askar, que también le pertenecía, por lo que se puede pensar que dicha fortaleza estaba situada en lugar más apartado y menos expuesto que Callosa del Segura y Alicante, o sea, alguna zona montañosa de Alcoy, sin llegar hasta la región de Xátiva, que dependía de otro poder local.

 Sin embargo, en el relato de la campaña que hace Bayan al-Mugrib, consta que al-´Askar formaba parte de la región valenciana, lo que impide situarla muy al sur de la comunidad.

 Otro documento cristiano del siglo XIII nombra una sierra de Alascar, que parece estar situada en las estribaciones de la sierra de Aitana, y que podría tener alguna relación con lo que buscamos.

 El caso de al-´Askar no es único, pues se tiene constancia de otros lugares desaparecidos en la misma zona septentrional de Alicante. Citaremos dos de ellos que señalan las fuentes árabes:

 En primer lugar un castillo ( o hisn) llamado Farqasa, cercano a Denia, en el que, según el autor del siglo XIII Yaqut, se fabricaban determinados tipos de vestidos. El otro, se trataría de un poblado o distrito llamado Bitrawsa, también dependiente de Denia, y del que procedía una afamada familia de juristas muy conocidos en Denia y Xátiva desde la época de las taifas.

 De este último caso se sospecha que el lugar ha dejado su nombre al llano de Petrosa, entre Penáguila y Gorga, ya que cerca se han encontrado los restos de un poblado musulmán relativamente importante, que ha proporcionado material cerámico del siglo X y XI.

 Sin embargo, la “desaparición” de al-´Askar  es mucho más extraña, tratándose de una población a la que se daba la categoría de ciudad ( madina ).

 Sin embargo, al-Idrisi, en el siglo XII, documenta al hablar de una ciudad de la provincia de Alicante, Als, correspondiente a la medina de Elche, que “está edificada en un llano, atravesado por un canal bajo los muros de la ciudadela que alimenta a los baños, y cuyas aguas proceden de un rio de aguas salobres, por lo que están obligados sus habitantes a beber de aguas pluviales traídas también de fuera de la ciudad y que conservan en grandes tinajas.”

 Hecho remarcable por la circunstancia de que el río Vinalopó atraviesa terrenos sedimentarios triásicos de los cuales se emanan fuentes de agua salada en las proximidades de Aspe, antes de alcanzar la ciudad de Elche.

 Al-Yakut también documenta que esta medina “tiene grandes huertos productores de dátiles y produce espléndidas alfombras.”

  Por las pruebas documentales, y tras el descubrimiento a finales del siglo XX de la Ciudad Amurallada del Castellar de la Morera, situada en las cercanías del Embalse del Vinalopó en la ciudad de Elche, los arqueólogos creyeron encontrar, al fin, los restos de esta importante medina árabe de época emiral-califal, datada en los comienzos de la invasión árabe de nuestra provincia, y acaecida en los siglos IX y X de nuestra era.

 Os recomiendo ver en nuestro Blog, la entrada correspondiente a esta fortificación numerada con la referencia CA-271.




                                                                                                 Ximo G. Rico

                                                                                                 Septiembre-2014

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