jueves, 4 de abril de 2019

Poblado Amurallado de Los Saladares (Orihuela) CA-418


Localización:

 El Poblado Amurallado de Los Saladares se encuentra a unos 3 kilómetros al sur de la ciudad de Orihuela, capital de la comarca alicantina del Baix Segura. Está situado en la ladera de un pequeño cerro en las cercanías de la llamada Vereda  Buena Vida, en el paraje conocido como Los Cabecicos Verdes.

Localización en Google Maps

 Para llegar hasta el yacimiento seguiremos la siguiente ruta: Desde la población de Bigastro (Alicante) parte la carretera comarcal CV-923 que se dirige a las pedanías de Urchillo y a continuación a Arneva. Seguimos unos 3 km. hasta encontrar una gasolinera a nuestra derecha. Giramos a derecha hasta llegar a la Carpintería Joyser SL. Doblamos y veremos la loma donde se encuentra el yacimiento. (Ver el croquis de arriba)

Vista del Poblado de Los Saladares en Google

Localización en el mapa topográfico

Historia:

 La historia de Orihuela comienza con el asentamiento de los primeros cazadores-recolectores en su fértil vega durante la Edad del Bronce, del que se conocen diversos yacimientos, entre los que destacan el yacimiento de San Antón y éste que nos ocupa, hacia los albores del I milenio a.C.

 Estos poblados, al igual que el de Peña Negra (Crevillente), sufrieron las influencias orientalizantes de los pobladores venidos desde La Fonteta (Guardamar del Segura) y, posteriormente, la ocupación íbera hasta el siglo IV a.C., cuando, supuestamente, fueron desocupados. Posteriormente, hacia el siglo IV d.C., se creó la kura de Tudmir en tiempos de los visigodos.

 Según al-Himyari, escritor árabe del siglo XIX, se trata de una ciudad que data de los tiempos remotos, habiendo sido capital de los ayam (bárbaros), siendo sede de uno de sus reinos. También fue la capital  del rey visigodo Teodomiro, a cuya sede, cuando encabezaba el condado de Oróspeda de Teodomiro, fue éste a refugiarse a la llegada de los árabes a España.

 El nombre de Orihuela viene del latín “ Aurariola ”, cuyo significado es “la que es de oro”. También hace constar que perteneció a la kura de Tudmir. Etimológicamente, la ciudad toma el nombre del vocablo árabe “ al- Uriyuli ” con que se conoció en la época musulmana.

 En estas tierras oriolanas se produjo el hecho diferenciador de que, estando casi toda la península bajo dominio árabe, el territorio de Tudmir se mantuvo con cierto grado de autonomía, bajo vasallaje con los musulmanes, hasta bien entrado el siglo IX. La fortaleza fue construida con fábrica almohade por lo que es seguro su origen musulmán, aunque anteriormente hay constancia de que tropas normandas tomaron la fortaleza de Orihuela, por lo que pudo haber sido construida en sus orígenes antes de la invasión árabe de la zona. Se presume también que la primera muralla defensiva fue construida por Amilcar Barca, caudillo cartaginés, aprovechando el Monte de San Miguel como atalaya prominente sobre el valle del río Segura.

 Iniciada la presión cristiana de la reconquista y, merced a los pactos entre los monarcas de Castilla y Aragón, Orihuela , por aquel entonces capital de una cora musulmana del reino de Murcia, fue asignada a la zona de expansión castellana. De esta forma, el infante Alfonso, hijo del rey Fernando III de Castilla, conquistaría la población y su castillo en julio de 1.242.

 Posteriormente, y al igual que ocurriría en otros territorios del sur de Alicante, los musulmanes volverían a dominar la fortaleza, con lo que el rey Alfonso X el Sabio requirió la ayuda del monarca aragonés  Jaime I  para su recuperación. De esta forma, la fortaleza sería reconquistada definitivamente para Castilla en el año 1.266. A partir de 1.304, Orihuela y su castillo serían incorporados al Reino de Valencia.

 En la Guerra de los Dos Pedros, Pedro I el Cruel atacó el castillo en 1.364.Las tropas aragonesas resistieron hasta la llegada de refuerzos y finalmente el ejército castellano tuvo que retirarse sin conseguir su objetivo. No obstante, dos años después sitiarían la ciudad y se apoderarían de ella, continuando la guerra. Muerto el rey castellano y ocupando su puesto Enrique de Trastamara, se firmaría la paz, pero hasta 1.375 no volvería Orihuela a incorporarse al Reino de Valencia.

 La plaza de Orihuela intervendría en la Guerra de las Germanías, siendo conquistada por el general Vélez, que derrotó a los agermanados procedentes de Orihuela en el año 1.520.

 En la Guerra de Sucesión sería nombrado gobernador de la plaza el marqués de Rafal, que en principio se declararon partidarios de Felipe V, pero ante la falta de apoyo por parte de éste y la próxima llegada de las tropas del archiduque Carlos, acabarían por apoyar la causa austríaca. Por este motivo Felipe V mandó destruir el conjunto amurallado por no haber apoyado su causa.

 En la Guerra de la Independencia, la ciudad fue ocupada por las tropas napoleónicas sin que presentase fuerte resistencia. En el año 1.829 el terremoto que asoló la región afectó la mayor parte de sus edificios y del castillo.




Escudo de la ciudad de Orihuela

Historia y estado actual:

 Se trata de un importante yacimiento arqueológico que abarca una amplia cronología entre los siglos IX y IV a.C. Su origen está en la Edad del Bronce Final, posteriormente perdurará en el Hierro Antiguo y finalmente se iberiza. Su importancia científica radica en ser uno de los primeros poblados en que se pudo investigar el proceso de iberización y valorar cómo las influencias coloniales, fenicias primero y griegas después, son asimiladas por los pueblos indígenas y acaban originando la cultura ibérica. 

 En el paraje de Los Saladares, al suroeste de Orihuela, en los primeros siglos del primer milenio a.C., se estableció una comunidad que pronto recibiría y asimilaría las aportaciones del cercanoestablecimiento colonial fenicio de La Fonteta (Guardamar del Segura).

 La influencia fenicia experimentada por los yacimientos de Peña Negra (Crevillente) y éste de Los Saladares se aprecia también en la aparición de nuevos tipos de viviendas desde el siglo IX a.C., ya que las cabañas tradicionales de planta oval o corcular, a veces semiexcavadas en el suelo y realizadas con materiales perecederos, vieron cómo a su lado se edificaban otras angulares, con zócalos de piedra y otras de planta circular levantadas a tapial y adobe, con paredes de barro rojo enlucidas de blanco o amarillo, al tiempo que eran rodeadas por un muro perimetral que les servía de defensa.

 El poblado oriolano de Los Saladares se mostró a través de su registro arqueológico como un poblado amurallado indígena del Bronce Final tartésico, que a partir de finales del siglo V a.C. hasta el III a.C. recibió losprimeros productos cerámicos de importación y que ya en el siglo VII a.C. entró en una facies cultural nueva en la que las cerámicas a torno eran algo habitual, además de empezar a usarse objetos de hierro. Este lento proceso de aculturación condujo a mediados del siglo VI a.C. al desarrollo, tanto en Los Saladares como en otros centros poblacionales del Sureste, de complejos materiales ya calificables como ibéricos (Gonzalez Prats, 1991).

 La aparición de las ánforas fenicio-púnicas en el área alicantina en el siglo VIII a.C. se documenta junto con otros indicios de la presencia semita en la región, la cual se vio inmersa en ese proceso cultural de fuerte influencia orientalizante, con la aparición de producciones "locales". En la provincia de Alicante estas ánforas están representadas en yacimientos orientalizantes de Guardamar del Segura, Peña Negra de Crevillente, Camara en Elda y, por supuesto, Los Saladares en Orihuela, que no son más que una estricta reproducción de los tipos orientales "personalizadas" de algunos modelos de raigambre fenicia.

 El territorio oriolano se inserta en época ibérica en La Contestania, territorio que se extiende entre el Júcar y el Segura, abarcando zonas de Murcia y Albacete. Sus núcleos de habitación se estructuran jerárquicamente y en el Poblado de Los Saladares domina el territorio y de él dependen establecimientos menores de carácter agropecuario o para el control estratégico, por lo que debido a esta circunstancia se trató de un recinto amurallado, con presencia de plantas cuadrangulares y alzados defensivos de adobe sobre zócalos de mampostería basta, imitadoras de los poblados orientalizantes fenicios cercanos.

 Tampoco cabe duda de que algunos productos locales llevan decoración cerámica que evoca la zona más al norte, como El Tabayá en las cercanías de Aspe, como las encontradas en el yacimiento en niveles inmediatamente anteriores a la aparición de las primeras cerámicas pintadas preibéricas.

Galería fotográfica:








Visita efectuada por Rodrigo Terrés Cayuela el 28-10-19: 

 En esta visita efectuada recientemente por nuestro colaborador del Blog, podréis observar el estado lamentable en que se encuentra el yacimiento. Instamos al Excmo. Ayuntamiento de Orihuela y a su Concejalía de Patrimonio Histórico a que emprendan una actuación de urgencia sobre el mismo antes que se pierda irremisiblemente.










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