domingo, 13 de octubre de 2013

Castillo y Murallas de Crevillente (Alicante) CA-024



Localización:

 El Castillo, conocido también como Castillo de Altamira, y las murallas de Crevillente estuvieron situadas en el espacio físico que en la actualidad ocupa el núcleo urbano de la ciudad. Si hay un edificio emblemático añorado por los habitantes de Crevillente es, sin duda, su antiguo castillo medieval, que ha sido víctima de la demolición para urbanizar el casco antiguo de la ciudad a principios del siglo XX.


Localización en Google Maps

 Se situaban en una pequeña loma que estaba a la derecha de la Rambla y en los alrededores de las actuales calles Blasco Ibáñez, Llavador y del Vall. De ellos solo quedan mínimos restos, ya que la mayoría de sus materiales fueron aprovechados para la construcción de algunas viviendas señoriales muy cercanas a ambas construcciones medievales.


Localización en el mapa topográfico

Historia:

  Los orígenes de este castillo y su muralla con inequívocamente musulmanes. Los pocos documentos existentes demuestran lo expuesto, ya que en uno de ellos se dice explícitamente: “ la fábrica de dicho castillo se reconose manifiestamente que es del tiempo de los sarracenos en tant que sus primitivas paredes son de tapiá o de terra y mortero”.

 Quedó esta comarca en el área de expansión castellana según el Tratado de Almizra, razón ésta por la que las tropas del infante Don Alfonso las conquistaron en el año 1.245. Como sucedió en otras comarcas limítrofes, Jaime I tuvo que intervenir para sofocar la rebelión islámica y en el año 1.265 el monarca aragonés las tornaría a reconquistar, entregándola al reino de Castilla.

 De esta época data la reconstrucción del castillo de Altamira y sus murallas, y en año 1.304, Crevillente pasaría a ser integrada en el reino de Valencia, como otros municipios de las comarcas cercanas. Las murallas, por su parte, debieron pertenecer al recinto fortificado del antiguo castillo, como construcción anexa al mismo, y rehechos sobre antiguos restos anteriores de fortificación.

 En el año 1.319, Pedro IV marca las normas de cómo debía guardarse y fortificarse el castillo de Crevillente, sufriendo nuevas reformas que, unos años después, fueron inspeccionadas por la reina Leonor, enviando un emisario para dar fe de las mismas, así como de las fortificaciones del Campo de Elche.

 En los años siguientes sería propiedad de diversos señores, pasando a titularidad de la corona en el año 1.469. En el año 1.520, siendo parte integrante del señorío de Cárdenas, sufriría los efectos de la Guerra de las Germanías. La población obtendría el título de villa, concedido por el rey Felipe V, por su apoyo a la causa borbónica en el transcurso de la Guerra de Sucesión.




Escudo de la población de Crevillente

Estado actual:

Antiguo grabado del Castillo de Crevillente y sus murallas

Óleo antiguo con la imagen del Castell de Crevillente

 El castillo ha desaparecido en la actualidad. Tan sólo algún grabado antiguo, como el que ofrecemos a continuación, nos da fe de lo que pudo ser el castillo de Altamira. Sólo sabemos que se encontraba en el recinto antiguo de la medina islámica de Crevillente, y que sus restos están ocupados por distintas viviendas de época posterior.

 Entre la estructura de las mismas se pueden apreciar distintos elementos que debieron pertenecer al castillo. Se supone que tenía una planta aparentemente cuadrangular con cuatro torres, cuadrangulares también, tres de ellas cantoneras y la otra de tipo atalaya de grandes dimensiones, que sobresalía por encima de la línea de muralla. Esta torre, se podría tratar de lo que en manuscritos antiguos se denominaba “Torre de la Marquesa”.

 En el interior del castillo se contaría con un patio de armas, con algunas dependencias anexas para la guarnición de la fortaleza.

 En su costado opuesto seguramente se abriría la puerta principal que estaba presidida por un escudo de armas en piedra del Duque de Arcos, uno de los poseedores de la fortaleza. Venía después un corredor que daba paso a la barbacana, cuya muralla alcanzaba probablemente los 18 metros de altura, lo que daba a la fortaleza un excepcional mirador hacia la Vega de Elche y algunas poblaciones de la Vega de Orihuela.

 Cercana al castillo se supone que estaría la torre albarrana que vigilaba el acceso a la ciudad desde el puente de la Morquera. En cuanto a las murallas, también han desaparecido casi todos sus restos, y tan solo son apenas perceptibles algún pequeño trozo de las mismas, normalmente incorporados a la estructura antigua de algunas edificaciones urbanas actuales donde se situaban, así como el resto de algún portal lateral de ella que ha llegado en alguna condición aceptable y que se puede ver en las inmediaciones de donde se situaban antes de su demolición.

1 comentario:

  1. Lastima que ya no nos quede nada.lastima demolerlo para construccion hurbanistica

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