jueves, 7 de noviembre de 2013

Torre Bonanza (San Juan) CA-095



Localización:

 Entre los confines de los términos municipales de Alicante y San Juan, existe una zona denominada la Partida de la Condomina, zona de huerta antigua que en la actualidad ha sido en la mayoría de su extensión absorbida por las modernas urbanizaciones de la Playa de San Juan, y en las que existen una veintena de torres vigía y de defensa, muchas de ellas abaluartadas, en muy distintos grados de conservación. Algunas desaparecidas por completo, otras en estado de semirruina y las más, afortunadamente, en un excepcional estado de conservación. Son las llamadas “Torres de la Huerta”, con un alto interés cultural e histórico de la provincia de Alicante, como ésta Torre de Bonanza.



Localización en Google Maps

Vista de la Torre Bonanza en Google

 Su ubicación exacta se encuentra entre la playa de la Albufereta y el conocido Tossal de Manises, antiguo asentamiento ibero-romano de esta parte de Alicante. Concretamente se halla cerca de la Torre Salafranca, y cercana a la carretera que une San Juan con Tángel. Su dirección es la Calle Remer Llorca nº 10 en San Juan de Alicante.

Localización en el mapa topográfico

 Actualmente existe un proyecto auspiciado por diversos estamentos públicos y privados, tales como el Excmo. Ayuntamiento de Alicante y algunos colectivos ciudadanos, entre los que destaca el Grupo por la Recuperación de las Torres de la Huerta, que pretende realizar un recorrido a la veintena de torres, realizando un carril bici/peatonal para poder visitarlas y que durará entre las 2 horas en bicicleta y las 4 horas haciéndolo a pie. La Torre de Bonanza cae fuera de este recorrido.

Historia:

 La partida de la Condomina se ha caracterizado, ya desde época lejana, por el establecimiento de población en numerosas villas dispersas, que en la mayoría se mantienen en la actualidad y que se comenzaron a construir tras la desaparición de la ciudad romana del Tossal de Manises.

 Algunas, más cercanas al mar, tenían como misión formar una red de alerta rápida para dar aviso de la proximidad de los enemigos al castillo-fortaleza más cercano, que presumiblemente sería el de Santa Bárbara, en Alicante. Otras, situadas más al interior, formarían parte integrante de la masía a la que pertenecían, constituyendo lo que en el Maestrazgo valenciano se conoce como “masía fortificada”, haciendo que la defensa de las mismas se realizase de forma autónoma, en la que la defensa de ellas se basaba en una gran torre de recia construcción en la que los miembros que formaban dichas masías se refugiaban de los ataques hostiles.

 En cualquier caso, no hay que olvidar que el margen de las tensiones entre comunidades cristianas y musulmanas después de la expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII, los factores de inseguridad se mantuvieron hasta algunos siglos después. Los ataques berberiscos a la costa alicantina se mantuvieron hasta bien entrado el siglo XVII y, posteriormente, la amenaza de la flota de guerra francesa estuvo presente durante la Guerra de los Treinta Años. Además, el bandidaje, oculto en las cercanas montañas alicantinas, también tuvo su incidencia en el mantenimiento de estas casas fortificadas.

 Son pues, un excelente ejemplo de arquitectura militar-defensiva adaptada a las circunstancias sociales de estos siglos y se tiene conocimiento de que al menos existieron unas 30 torres, de las cuales muchas de ellas, las 26 que  presentamos aquí, están debidamente catalogadas, mientras que otras han desaparecido por completo, como la Torre Maimona, la Torre Teresa o la Torre de Rizo.

 Su construcción data de finales del siglo XVI, ligada a la Familia Pascual de Bonanza.


Escudo de la familia Pascual en la fachada de la vivienda






Escudo de San Juan  de Alicante

Estado actual e historia familiar:

 La Torre Bonanza seguramente formaba parte del conjunto de torres a cargo de Jerónimo Arrufat, oidor del rey Felipe II cobre los asuntos relacionados con las torres defensivas de la Huerta de Alicante en el año 1.553. Este dato permitiría fechar la obra en el siglo XVI. La torre es de base cuadrada y alamborada, con disposición prismática y tres alturas. Como en la mayoría de las ocasiones tiene adosada la vivienda señorial en dos de sus cuatro caras.


 La Familia Pascual de Bonanza pertenecía al extenso linaje de la familia Pascual procedente del Valle del Zárate, en el Señorío de Vizcaya. Se asentaron en Alicante en tiempos de la conquista cristiana. Los Pascual estaban muy vinculados a los monarcas españoles, y en especial al rey Jaime I de Aragón, con quien mantuvieron estrechas relaciones. Entre los descendientes vinculados a la Huerta de Alicante aparecieron varias ramas, como los Pobil, de la Verónica o Ibarra. En la rama de los Pascual de Bonanza destacaron personalidades como Don Tomás Pascual de Bonanza y Martínez, ilustre militar apodado "el Mayor", que fue justicia de Alicante entre 1.555 y 1.556, así como asistente a las Cortes de Monzón. La mayoría de los miembros de la familia ocuparon cargos importantes en la ciudad y el Reino. Muchos de los Pascual nacerían en San Juan de Alicante y fueron bautizados en su iglesia parroquial. Entre otros, mencionar a Don José Mariano Jaime Pascual de Pobil y Estellés  (1.819-1.852) o Don Luis Pascual del Pobil y Martos (1.851-1.911).


 Respecto a la edificación, la morada ha sufrido diversas transformaciones a lo largo de su historia. A mediados del siglo XX, la torre sufrió algunas actuaciones que alteraron su morfología original. Se enlucieron sus muros de forma poco afortunada, se abrieron diversos vanos y se colocó el tejadillo. Pero afortunadamente, una reciente intervención arquitectónica acercó la edificación a su aspecto original, eliminando el tejado y tratando de recuperar la tonalidad primitiva de la fachada, dejando aflorar la sillería y parte de la mampostería del edificio. El remate final de la torre se configuró mediante una solución que recuerda la disposición almenada de las torres medievales.


 La casa está rodeada por diversos huertos de cítricos, acompañados de pinos, cipreses, araucarias, algarrobos, yucas y palmeras, respetando el carácter que pudo haber tenido la finca en tiempos pasados. Afortunadamente la familia Pascual de Bonanza continúa habitando esta morada noble, lo que ha permitido mantener el conjunto en un impecable estado de conservación. Si continuamos por el Camino del Serení encontraremos la cercana Torre Salafranca.

 El escudo nobiliario de la familia Pascual presenta un cordero andante en campo verde. El cordero porta una bandera blanca con una cruz que recuerda a la de la Orden de Montesa. El mástil de la cruz se apoya en una fuente de la que sale un caño de agua con una orla de oro. Bordeando el emblema podemos leer escrito en letras azules: "Sub cuius pede fons vives emanat". Este escudo posteriormente se hizo más complejo, dividiéndose en cuatro partes. Se repiten dos estandartes de forma alterna para conformar los cuarteles. Por un lado, se usa el blasón original con el cordero; por otro, un emblema con dos castillos y torres de oro bajo una estrella también dorada. Curiosamente el escudo de San Juan de Alicante recuerda al de los Pascual, puesto que en él aparece el cordero portando la cruz con la inscripción "Agnus Dei", que hace referencia a San Juan Bautista.




Escudo nobiliario de los Pascual de Bonanza

 Otra curiosidad atañe a la rama familiar de los Pobil. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, D. Juan Pascual de Pobil y Rovira casó a su hija Dª Tomasa Pascual de Pobil y Sannazar con el Conde de Lumiares, de arraigada estirpe alicantina. El matrimonio viviría en la finca llamada La Princesa, también denominada El Jardín del Príncipe Pío.

 Pero sin duda uno de los miembros más célebres de la familia fue Don Guillem Pascual de la Verónica, por su participación activa en el milagro de la Santa Faz, que tuvo lugar en un enclave no muy lejano a la Torre de Bonanza en el año 1.489. Pocos años antes un sacerdote natural de San Juan, D. Mosén Pedro Mena, había traído desde Roma uno de los tres supuestos pliegues del lienzo con el que la Verónica había limpiado el rostro de Cristo en su camino al Gólgota en Jesusalén. Tras guardarlo en el fondo de un arca, observó cómo milagrosamente se desplegaba en la parte superior de la misma. Al parecer este fenómeno ocurriría en repetidas ocasiones, por lo que se decidió exponerlo a la veneración y organizar una rogativa a Alicante.

 Este tipo de actos eran muy comunes en aquella época, fundamentalmente para rogar por la lluvia. Cuenta la tradición que el 17 de Marzo de 1.489, al pasar la rogativa por el Barranco del Juncaret, brotaron lágrimas de uno de los ojos de la reliquia. Sería entonces cuando el mismísimo D. Guillem Pascual comprobó la veracidad de las mismas, descartando que fuera una ilusión. Pasado el suceso vino la esperada lluvia y con ella se reconoció el milagro por parte de la Iglesia. Se decidió construir en aquel lugar un monasterio coincidiendo con acción de gracias, que quedó bajo la jurisdicción de la parroquia de San Juan. A partir de ahí, D. Guillem Pascual portó siempre un dedal de plata en el dedo, y regaló los terrenos para la construcción del Monasterio de la Santa Faz, estando éstos en el término municipal de Alicante, y añadiendo el apelativo "de la Verónica" a su noble apellido Pascual.

 El ilustre blasón de los Pascual se puede admirar en la fachada de la vivienda en piedra, y cercano a la primera planta de la torre adosada a ella, como se puede observar en la foto siguiente.



Galería fotográfica

Fotografías de la Torre Bonanza antes de su reconstrucción:









Fotografías de la Torre Bonanza tras su remodelación:




















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