Información General

Este Blog va dedicado a todos los amantes de la Arqueología y Castellología alicantinas, y en especial a todos los alicantinos, para que aprecien y disfruten de nuestro Patrimonio Histórico y Cultural, que es mucho.

En él no sólo podrán ver los castillos, fortalezas y torres propiamente dichos, sino que nuestro catálogo de Castillos de Alicante incluye todas las fortificaciones de carácter militar y/o defensivo, a través de la Historia de Alicante, desde la Prehistoria hasta nuestros días.

Si es de vuestro agrado, nos sentimos contentos y nuestro trabajo no habrá sido en vano.

Gracias por vuestra visita...

Ximo G. Rico. Presidente Asociación "Amigos del Castillo de Elda"

Elda, Septiembre de 2.013

martes, 26 de marzo de 2019

Torre de la Pólvora (Alicante) CA-417



Localización:

 La Torre de la Pólvora se encuentra en la ciudad de Alicante, capital provincial y de la comarca alicantina de L´Alacantí.

Localización en Google Maps

Localización de la Torre de la Pólvora en Google

 La Torre de la Pólvora se encuentra en la Plaza del Puente de la capital alicantina, muy cerca de la Muralla del Paseíto Ramiro y de la Muralla de Puerta Ferrisa, todos ellos pertenecientes al recinto amurallado de la ciudad de Alicante. Se ubica muy cerca de la playa del Postiguet.

Localización en el mapa topográfico

Historia:

 Los orígenes de Alicante se centran en el asentamiento de L´Illeta de Campello, primer vestigio de poblamiento íbero en la comarca de Alicante, según se desprende de las actuaciones arqueológicas efectuadas. Con la dominación romana, se crea lo que sería el fundamento de Alicante, Lucentum, en el Tossal de Manises (La Albufereta, Alicante)

 Con la dominación romana, los pobladores “romanizados” se trasladan en el siglo III d.C. a lo que en la actualidad es el barrio alicantino de Benalúa, donde se han encontrado restos de los primeros asentamientos acaecidos en la misma capital alicantina. Posteriormente, tras la dominación árabe, los conquistadores construyeron la “Medina  Al- Laquant”, seguro origen del nombre de Alicante.

 Sus orígenes, por tanto, son árabes, ya que la medina islámica se formó alrededor del Benacantil, y la fortaleza musulmana se construyó en la cumbre del mismo. Posteriormente, distintas fases de construcción delatan sus ampliaciones dada su creciente importancia como plaza fuerte del Islam.

 Inicialmente el poblado árabe, en las laderas de la montaña, se fue dotando de distintas fortificaciones, hasta que el castillo y la medina se ampliaron por toda la montaña. Posteriormente, las fuerzas cristianas, una vez reconquistado, siguieron su ampliación, incorporando a sus cimientos nuevas murallas, torres y recintos fortificados.

 Durante la reconquista, la ciudad y su fortaleza fueron rendidos por las tropas almohades al infante castellano Alfonso, primogénito del rey Fernando III. En los años posteriores, y en los confusos pactos y hechos de armas que relacionaron musulmanes, castellanos y aragoneses, la plaza se sublevó y de nuevo tuvo que tomarla por las armas en aún infante Alfonso. Tal conquista se consolidó el 4 de noviembre de 1.248, festividad de Santa Bárbara, de la que tomó su nombre en conmemoración del tal efeméride, cuando el castillo al fin pasó a manos cristianas, aunque no estaría definitivamente en poder castellano pues en el el año 1.261, siendo ya rey Alfonso X el Sabio, la rebelión musulmana tomó de nuevo la fortaleza, extendiéndose la sublevación a otros territorios limítrofes.

 Debería ser Jaime I quien, en esta ocasión, recuperase para los reinos cristianos la plaza, sofocando así la rebelión musulmana, y en los Pactos de 1.304, acordados entre el rey Dionisio de Portugal, el infante Juan de Castilla y el obispo de Zaragoza, los territorios de L´Alacantí se incorporaron al Reino de Valencia.

 Durante la contienda militar mantenida entre Pedro de Aragón y Valencia, y Pedro de Castilla (denominada Guerra de los Dos Pedros), el castillo de Santa Bárbara estuvo en manos castellanas y aragonesas de forma alternativa. Finalmente, al abandonarlo las fuerzas castellanas en 1.366, el castillo se encontraba en estado ruinoso.

 A principios del siglo XV, el rey Martín el Humano acometió nuevas obras de recuperación del Castillo de Santa Bárbara. En los inicios del siglo XVI, la irrupción de la artillería, sus usos y estrategias, eran un hecho consumado, y en castillo se adaptaron las nuevas innovaciones de forma temprana.

 Durante el reinado de Carlos I se reiniciaron nuevas obras de fortificación del castilloo, y existe la constancia documental del envío, a mediados del siglo XVI, de doce cañones con destino al mismo. En esta misma época, y dada la gran envergadura de la fortaleza, se le incorporaron nuevas edificaciones que aseguraban la posibilidad de mantener una fuerza armada de unos diez mil hombres.

 En el siglo XVI serían muchas las escaramuzas y batallas que se librarían desde Santa Bárbara contra las incursiones piratas. Éstas provenían de los corsarios berberiscos y conducirían a que el rey Felipe II ordenase nuevas y más potentes fortificaciones en el castillo. Los ingenieros franceses e italianos desarrollaron nuevas técnicas de defensa y fortificación adaptadas al uso artillero, y por ello el rey encargó a los ingenieros italianos Fratín y Antonelli el proyecto de reconstrucción y adaptación del castillo, edificándose nuevos fortines, fosos, murallas, torreones, etc., destinados a utilizar y resistir más eficazmente la guerra apoyada en la artillería.

 A mediados del siglo XVII se acometieron otras reformas y se le volvió a incorporar más capacidad de fuego artillero. En 1.691, el castillo sufrió una de sus mayores pruebas de fuego, cuando una escuadra del rey francés Luis XIV puso sitio a la ciudad. Ante la negativa de rendición, se inició el asalto y consecuente duelo artillero entre las fuerzas navales atacantes y las fuerzas resistentes de la fortaleza. El sitio duró una semana y el castillo sufrió serios daños, finalizando el asedio con el abandono de la fuerza francesa ante la llegada de las fuerzas navales españolas que acudían en apoyo a la ciudad.

 Durante la Guerra de Sucesión, la fortaleza estuvo continuamente asediada, relatándose tres importes acciones de armas en pocos años: la primera, en Agosto de 1.705 en la que las tropas de Felipe V rechazaron el asalto de las fuerzas del archiduque Carlos. La segunda, el 9 de enero de 1.706, en que las tropas del archiduque volvieron a intentar la rendición de la fortaleza sin éxito. Finalmente, el 8 de julio de ese año, las fuerzas del archiduque iniciaron un largo asedio por tierra y por mar, que concluyó con la toma de la fortaleza el 6 de septiembre. Fue ésta una de las épocas de más protagonismo del Castillo de Santa Bárbara.

 A pesar del fracaso en la Batalla de Almansa, la fortaleza quedó en poder de los aliados hasta bien entrado el año 1.708. A principios de diciembre de este año, las tropas de Felipe V sitiaron la ciudad de Alicante, consiguiendo su rendición en la mañana del día 7 de ese mes. Sucumbió la ciudad, pero no su castillo, que, bien defendido y con numerosa tropa, resistió el asalto.

 El carácter probado de la inexpugnabilidad  de Santa Bárbara obligó a las tropas borbónicas a plantearse otras alternativas, decidiéndose por la voladura de la fortaleza. Aquí se inicia una de las más épicas gestas militares libradas en este castillo. El general francés D´Ansfeld ordenó la preparación de una mina  a una profundidad de veinte metros y casi cien mil libras de pólvora. Con esta evidente amenaza se conminó a los defensores su inmediata rendición y, ante la negativa de éstos, se decidió la voladura en los últimos días de febrero o los primeros de marzo de 1.709.

 La explosión destruyó una gran parte de la fortaleza, y las grandes rocas desprendidas y lanzadas por los aires, ocasionaron importantes daños en la fortaleza y la ciudad, siendo muy numerosas las bajas humanas entre la oficialidad y la tropa resistentes. No obstante, los defensores, en número superior al medio millar, no se rindieron hasta mediados de abril, momento en que las circunstancias eran sumamente precarias. Tras la rendición, las fuerzas aliadas abandonaron la fortaleza con honores y desfilando ante la formación de las tropas borbónicas asaltantes.



Escudo de la ciudad de Alicante

Estado actual: 

Se trata de una de las edificaciones más antiguas de la ciudad de Alicante de la que, tan sólo, se conserva su base poligonal con unas pocas hiladas de su sillería original, de la cual se desconoce cual pudo ser su forma original así como cual era su función. Los cronistas coinciden en que se trataba de una obra originariamente de fábrica romana, en la que un par de toros labrados la coronaban.

 Posteriormente, en la época medieval ( sobre el siglo XIV) fue restaurada con fines defensivos aprovechando la construcción medieval de las murallas de la ciudad vieja, siendo con seguridad una de las torres barbacanas que guardaban la Puerta Ferrisa de entrada al recinto murado de la ciudad, asentada sobre roca con su lado suroeste hacia la ladera del monte Benacantil, alcanzando en esta cara extramuros su mayor alzado visto, desconociéndose la altura que tenía en ese momento.

 Es de planta cuadrada, y su perímetro se forma por cuatro lienzos de mampostería con refuerzos de sillería. Con el tiempo pasaría a desempeñar funciones de almacenaje y explosivos, de ahí que fuera conocida por el vulgo como "torre de la pólvora". Sus únicos vestigios actuales se encuentran en la llamada Plaza del Puente que se encuentra muy próxima a la Puerta Ferrisa y a la Iglesia Parroquial Fortificada de  Santa María.

 Las excavaciones realizadas en ella permitieron conocer la geometría de la torre con bastante exactitud, ayudando así a su reconstrucción, que comenzó con la limpieza del entorno de la torre, la demolición de los muros añadidos con posterioridad a su desuso, lo que permitió una exhaustiva excavación de este bien, recuperándose la roca madre donde se asentaba la torre y la muralla circundante, y se procedió a la limpieza de la mampostería y la sillería.

 Posterormente se reconstruyó con un añadido de materiales diferentes (mármol Rojo Alicante procedente de las canteras de La Romana, Alicante) siguiendo la documentación histórica y arqueológica. A suvez, la intervención se caracteriza por la reconstrucción de la muralla con un material moderno, de las que casi no quedaba material coetáneo a su fábrica. Por último, se conservaron los restos de un antiguo cuerpo adosado que contiene marcas lapidarias típicas del gótico.

 Las alturas de la torre y la muralla se han hecho coincidir con las recogidas en la documentación histórica conservada del siglo XVIII, aunque seguramente serían aún mayores, lo que ha opermitido recuperar y poner en valor este bien patrimonial alicantino y su entorno, incorporándolo al itinerario del conjunto de elementos históricos del entorno, como el Castillo de Santa Bárbara, la Puerta Ferrisa y las Murallas del Benacantil, ofreciendo así una visión cada vez más completa de lo que fue el conjunto amurallado de la ciudad de Alicante.

Galería fotográfica:




Primeros restos de la Torre de la Pólvora

Panel informativo en la Torre de la Pólvora









Visita del 26-06-19:









Poblado Amurallado de Malladeta (Villajoyosa) CA-416


Localización:

 El Poblado Amurallado Íbero de Malladeta se encuentra localizado al sur de la ciudad de Villajoyosa, en la comarca alicantina de la Marina Baixa.

Localización en Google Maps

Vista del Poblado Íbero de Malladeta en Google

 Para llegar hasta el poblado amurallado de Malladeta, sólo tenemos que ir a la ubicación de la Torre de Malladeta ( Ver Ref: CA-230 en este mismo Blog) , ya que los restos arqueológicos del mismo están a los pies de la torre mencionada.

 Saldremos por la salida a Villajoyosa por la antigua entrada de la carretera nacional N-332 y en la primera rotonda veremos una indicación que nos lleva a la Torre de Malladeta y a la Villa Giacomina, donde encontraremos los restos del poblado.

Localización en el mapa topográfico

Historia:

 Los orígenes de la ciudad de Villajoyosa son muy remotos, extendiéndose anteriormente a la época de la romanización de toda la zona litoral alicantina, especialmente a los yacimientos de época íbera hallados, como el presente. De hecho, algunos historiadores apuntan la posibilidad de que los basamentos fueran los de una antigua domus romana, que con posterioridad fue amurallada, y que constituyó el núcleo urbano del asentamiento romano dedicado a las industrias pesqueras y salazoneras de esta parte del litoral alicantino, fundando la ciudad romana de Alonis.

 Posteriormente la invasión musulmana de la península conquistó el asentamiento para la causa árabe hacia el siglo XI de la era cristiana, perdurando la inicial alquería e iniciando la construcción de la fortaleza árabe.  Su conquista para las armas cristianas acaeció hacia el año 1.251, quedando despoblada tras las revueltas protagonizadas por el caudillo musulmán Al-Azraq.

 En el transcurso de la Guerra de Germanías, la población comenzó apoyando a los agermanados, si bien, acabaría defendiendo la causa real.

 Entre las tradiciones de la población se recuerda especialmente los ataques piratas berberiscos y turcos del año 1.538, lo que ha dado origen a sus afamadas fiestas de Moros y Cristianos, del mes de Julio de cada año, en honor a Santa Marta,en las que se celebra el desembarco real de las huestes moras en la playa de la ciudad y la consiguiente batalla con las tropas cristianas.



Escudo de la ciudad de Villajoyosa

Estado actual:

  Al Nordeste del promontorio donde se ubica  se han descubierto los restos de un posible santuario íbero al aire libre dedicado probablemente a Tanit. Detrás de este supuesto santuario se encuentra en la cabecera del cerro el poblado de planta rectangular que se extiende hacia la vertiente izquierda del mismo.

 Las primeras excavaciones dejaron bien claro que la estratigrafía del poblado constaba de dos capas: la más inferior correspondería a la cultura de la Edad del Bronce mediterráneo y Hierro I, siglos IV-III a.C; tras él, la segunda capa pertenecería al Hierro II ibérico hasta los siglos II-I a.C, es decir, el Ibérico Pleno.

 Las excavaciones efectuadas en el poblado han dado a conocer que tenía dos niveles de viviendas: uno en la parte alta del cerro y otro en la ladera, estando ambas comunicadas mediante reducidas calles escalonadas ,siendo las callejuelas simples estrechas escaleras de una anchura de unos 85 cm.,con peldaños de piedras únicas sin labrar, que descendían perpendiculares a la muralla. La altura entre calles formaba las viviendas, que tenían su entrada por la parte superior, accediendo a la planta baja por el interior de la propia vivienda.

 Poco se conoce sobre su muralla, pero ésta protegia al poblado por su parte más vulnerable, al nore del mismo. Lo que si se ha puesto de manifiesto es el espesor de la misma, de casi 1 metro, así como que muchas de sus casas estaban adosadas a la misma. Se ha establecido por los arqueólogos un cierto paralelismo constructivo del Tossal de Malladeta con el Poblado Amurallado de la Cala.

Galería fotográfica:












Terracota hallada en el yacimiento

Muralla de la Puerta Ferrisa (Alicante) CA-415


Localización:

 La Muralla de la Puerta Ferrisa se encuentra en la ciudad de Alicante, capital de la comarca alicantina de L´Alacantí.

Localización en Google Maps

Vista de la Muralla de Puerta Ferrisa en Google


 Se encuentra en la Calle Jorge Juan, nº 21 de la ciudad, bajo el Edificio Municipal de Puerta Ferrisa, frente a la Playa del Postiguet, muy cerca de la Muralla del Paseíto Ramiro.


Localización en el mapa topográfico

Historia:


Antiguo grabado de las Murallas de Alicante (Siglo XVII)

 Los orígenes de Alicante se centran en el asentamiento de L´Illeta de Campello, primer vestigio de poblamiento íbero en la comarca de Alicante, según se desprende de las actuaciones arqueológicas efectuadas. Con la dominación romana, se crea lo que sería el fundamento de Alicante, Lucentum, en el Tossal de Manises (La Albufereta, Alicante)

 Con la dominación romana, los pobladores “romanizados” se trasladan en el siglo III d.C. a lo que en la actualidad es el barrio alicantino de Benalúa, donde se han encontrado restos de los primeros asentamientos acaecidos en la misma capital alicantina. Posteriormente, tras la dominación árabe, los conquistadores construyeron la “Medina  Al- Laquant”, seguro origen del nombre de Alicante.

 Sus orígenes, por tanto, son árabes, ya que la medina islámica se formó alrededor del Benacantil, y la fortaleza musulmana se construyó en la cumbre del mismo. Posteriormente, distintas fases de construcción delatan sus ampliaciones dada su creciente importancia como plaza fuerte del Islam.

 Inicialmente el poblado árabe, en las laderas de la montaña, se fue dotando de distintas fortificaciones, hasta que el castillo y la medina se ampliaron por toda la montaña. Posteriormente, las fuerzas cristianas, una vez reconquistado, siguieron su ampliación, incorporando a sus cimientos nuevas murallas, torres y recintos fortificados.

 Durante la reconquista, la ciudad y su fortaleza fueron rendidos por las tropas almohades al infante castellano Alfonso, primogénito del rey Fernando III. En los años posteriores, y en los confusos pactos y hechos de armas que relacionaron musulmanes, castellanos y aragoneses, la plaza se sublevó y de nuevo tuvo que tomarla por las armas en aún infante Alfonso. Tal conquista se consolidó el 4 de noviembre de 1.248, festividad de Santa Bárbara, de la que tomó su nombre en conmemoración del tal efeméride, cuando el castillo al fin pasó a manos cristianas, aunque no estaría definitivamente en poder castellano pues en el el año 1.261, siendo ya rey Alfonso X el Sabio, la rebelión musulmana tomó de nuevo la fortaleza, extendiéndose la sublevación a otros territorios limítrofes.

 Debería ser Jaime I quien, en esta ocasión, recuperase para los reinos cristianos la plaza, sofocando así la rebelión musulmana, y en los Pactos de 1.304, acordados entre el rey Dionisio de Portugal, el infante Juan de Castilla y el obispo de Zaragoza, los territorios de L´Alacantí se incorporaron al Reino de Valencia.

 Durante la contienda militar mantenida entre Pedro de Aragón y Valencia, y Pedro de Castilla (denominada Guerra de los Dos Pedros), el castillo de Santa Bárbara estuvo en manos castellanas y aragonesas de forma alternativa. Finalmente, al abandonarlo las fuerzas castellanas en 1.366, el castillo se encontraba en estado ruinoso.

 A principios del siglo XV, el rey Martín el Humano acometió nuevas obras de recuperación del Castillo de Santa Bárbara. En los inicios del siglo XVI, la irrupción de la artillería, sus usos y estrategias, eran un hecho consumado, y en castillo se adaptaron las nuevas innovaciones de forma temprana.

 Durante el reinado de Carlos I se reiniciaron nuevas obras de fortificación del castilloo, y existe la constancia documental del envío, a mediados del siglo XVI, de doce cañones con destino al mismo. En esta misma época, y dada la gran envergadura de la fortaleza, se le incorporaron nuevas edificaciones que aseguraban la posibilidad de mantener una fuerza armada de unos diez mil hombres.

 En el siglo XVI serían muchas las escaramuzas y batallas que se librarían desde Santa Bárbara contra las incursiones piratas. Éstas provenían de los corsarios berberiscos y conducirían a que el rey Felipe II ordenase nuevas y más potentes fortificaciones en el castillo. Los ingenieros franceses e italianos desarrollaron nuevas técnicas de defensa y fortificación adaptadas al uso artillero, y por ello el rey encargó a los ingenieros italianos Fratín y Antonelli el proyecto de reconstrucción y adaptación del castillo, edificándose nuevos fortines, fosos, murallas, torreones, etc., destinados a utilizar y resistir más eficazmente la guerra apoyada en la artillería.

 A mediados del siglo XVII se acometieron otras reformas y se le volvió a incorporar más capacidad de fuego artillero. En 1.691, el castillo sufrió una de sus mayores pruebas de fuego, cuando una escuadra del rey francés Luis XIV puso sitio a la ciudad. Ante la negativa de rendición, se inició el asalto y consecuente duelo artillero entre las fuerzas navales atacantes y las fuerzas resistentes de la fortaleza. El sitio duró una semana y el castillo sufrió serios daños, finalizando el asedio con el abandono de la fuerza francesa ante la llegada de las fuerzas navales españolas que acudían en apoyo a la ciudad.

 A pesar del fracaso en la Batalla de Almansa, la fortaleza quedó en poder de los aliados hasta bien entrado el año 1.708. A principios de diciembre de este año, las tropas de Felipe V sitiaron la ciudad de Alicante, consiguiendo su rendición en la mañana del día 7 de ese mes. Sucumbió la ciudad, pero no su castillo, que, bien defendido y con numerosa tropa, resistió el asalto.

 El carácter probado de la inexpugnabilidad  de Santa Bárbara obligó a las tropas borbónicas a plantearse otras alternativas, decidiéndose por la voladura de la fortaleza. Aquí se inicia una de las más épicas gestas militares libradas en este castillo. El general francés D´Ansfeld ordenó la preparación de una mina  a una profundidad de veinte metros y casi cien mil libras de pólvora. Con esta evidente amenaza se conminó a los defensores su inmediata rendición y, ante la negativa de éstos, se decidió la voladura en los últimos días de febrero o los primeros de marzo de 1.709.

 La explosión destruyó una gran parte de la fortaleza, y las grandes rocas desprendidas y lanzadas por los aires, ocasionaron importantes daños en la fortaleza y la ciudad, siendo muy numerosas las bajas humanas entre la oficialidad y la tropa resistentes. No obstante, los defensores, en número superior al medio millar, no se rindieron hasta mediados de abril, momento en que las circunstancias eran sumamente precarias. Tras la rendición, las fuerzas aliadas abandonaron la fortaleza con honores y desfilando ante la formación de las tropas borbónicas asaltantes.

 Durante la Guerra de la Independencia, la fortaleza hizo frente, con su poder artillero, a algunos asaltos de las tropas francesas. En esta época, un hecho fortuito prendió fuego a las reservas de pólvora del castillo, provocando una enorme explosión que destruyó parcialmente sus instalaciones. A partir de ello, su importancia declinó rápidamente, siendo desartillado definitivamente en 1.893. Después sirvió como prisión militar en tiempos de Jovellanos y el general Elío, entre otros.



Escudo de la ciudad de Alicante

Estado actual: 



Recreaciones de la Puerta Ferrisa, por Pedro Más

 Estamos en el siglo XII, época islámica, y la conocida como Medina Laqant es vigilada por una gran alcazaba en lo alto del monte Benacantil, descansando la medina sobre sus laderas. De la alcazaba emergen dos tramos de muralla que envuelven la medina musulmana: uno discurre paralelo al mar y el otro baja por la Ereta, con la Torre del Mig Armut y conecta con la Torre de la Polvora. Este sería, en síntesis, el sistema defensivo del primer recinto amurallado musulmán de la Vila Vella.

 La muralla, aunque datada en el siglo XIV, se estima que ya existía en el siglo XII. Se conserva un plano de Esteban de Panón del año 1.751 en el que ya se recoge la planta y alzados de la Torre de la Pólvora, la Puerta Ferrisa y la Iglesia Foertificada de Santa María, que sirvió de torre vigía, entre otras construcciones.En el alzado se perfila con perfección la desmoronada torre apoyada en la ladera, con un cuerpo adosado en primer plano y con las murallas a cada lado, también en estado lamentable.

 La Puerta Ferrisa es la puerta que daba paso a la ciudad árabe entre los siglos XII y XIII, y de gran importancia militar para la defensa de la Vila Vella. La importancia de los amurallamientos defensivos, hoy desaparecidos casi en su totalidad, se refleja en la toponimia de la ciudad, pues se conservan los nombres de algunas de sus antiguas pouertas: Puerta del Mar, Portal de Elche, Puarta del Postiguet y el Portón.

 La Porta Ferrisa aparece descrita en diferentes crónicas de la ciudad y por ello se sabe que tenía un arco de medio punto árabe decorado con inscripciones coránicas en la fachada que daba hacia la salida, y que tenía un arco ojival en la que daba al interior. En el siglo XVIII esta puerta fue derribada por petición de los vecinos de la zona que buscaban un acceso a la ciudad más fácil.


Edificio Municipal "Puerta Ferrisa"

 Actualmente, los restos de esta magnífica puerta amurallada árabe de la ciudad de Alicante han quedado en los sótanos del edificio municipal "Puerta Ferrisa", donde se aloja la Agencia Local de Desarrollo Económico y Social de Alicante, así como del Departamento de Asesoría Jurídica del Ayuntamiento, todo ello situado en la Calle Jorge Juan nº 21. Es un edificio que alberga de forma museística los restos árabes de la antigua muralla de Puerta Ferrisa del siglo XII y algunos restos de la muralla medieval del siglo XIV.


Puerta Ferrisa (Grabado del año 1.852)


Galería fotográfica:

Visita efectuada el 18-9-17

























Visita efectuada el 26-06-19: