Información General

Este Blog va dedicado a todos los amantes de la Arqueología y Castellología alicantinas, y en especial a todos los alicantinos, para que aprecien y disfruten de nuestro Patrimonio Histórico y Cultural, que es mucho.

En él no sólo podrán ver los castillos, fortalezas y torres propiamente dichos, sino que nuestro catálogo de Castillos de Alicante incluye todas las fortificaciones de carácter militar y/o defensivo, a través de la Historia de Alicante, desde la Prehistoria hasta nuestros días.

Si es de vuestro agrado, nos sentimos contentos y nuestro trabajo no habrá sido en vano.

Gracias por vuestra visita...

Ximo G. Rico. Presidente Asociación "Amigos del Castillo de Elda"

Elda, Septiembre de 2.013

martes, 26 de marzo de 2019

Muralla de la Puerta Ferrisa (Alicante) CA-415


Localización:

 La Muralla de la Puerta Ferrisa se encuentra en la ciudad de Alicante, capital de la comarca alicantina de L´Alacantí.

Localización en Google Maps

Vista de la Muralla de Puerta Ferrisa en Google


 Se encuentra en la Calle Jorge Juan, nº 21 de la ciudad, bajo el Edificio Municipal de Puerta Ferrisa, frente a la Playa del Postiguet, muy cerca de la Muralla del Paseíto Ramiro.


Localización en el mapa topográfico

Historia:


Antiguo grabado de las Murallas de Alicante (Siglo XVII)

 Los orígenes de Alicante se centran en el asentamiento de L´Illeta de Campello, primer vestigio de poblamiento íbero en la comarca de Alicante, según se desprende de las actuaciones arqueológicas efectuadas. Con la dominación romana, se crea lo que sería el fundamento de Alicante, Lucentum, en el Tossal de Manises (La Albufereta, Alicante)

 Con la dominación romana, los pobladores “romanizados” se trasladan en el siglo III d.C. a lo que en la actualidad es el barrio alicantino de Benalúa, donde se han encontrado restos de los primeros asentamientos acaecidos en la misma capital alicantina. Posteriormente, tras la dominación árabe, los conquistadores construyeron la “Medina  Al- Laquant”, seguro origen del nombre de Alicante.

 Sus orígenes, por tanto, son árabes, ya que la medina islámica se formó alrededor del Benacantil, y la fortaleza musulmana se construyó en la cumbre del mismo. Posteriormente, distintas fases de construcción delatan sus ampliaciones dada su creciente importancia como plaza fuerte del Islam.

 Inicialmente el poblado árabe, en las laderas de la montaña, se fue dotando de distintas fortificaciones, hasta que el castillo y la medina se ampliaron por toda la montaña. Posteriormente, las fuerzas cristianas, una vez reconquistado, siguieron su ampliación, incorporando a sus cimientos nuevas murallas, torres y recintos fortificados.

 Durante la reconquista, la ciudad y su fortaleza fueron rendidos por las tropas almohades al infante castellano Alfonso, primogénito del rey Fernando III. En los años posteriores, y en los confusos pactos y hechos de armas que relacionaron musulmanes, castellanos y aragoneses, la plaza se sublevó y de nuevo tuvo que tomarla por las armas en aún infante Alfonso. Tal conquista se consolidó el 4 de noviembre de 1.248, festividad de Santa Bárbara, de la que tomó su nombre en conmemoración del tal efeméride, cuando el castillo al fin pasó a manos cristianas, aunque no estaría definitivamente en poder castellano pues en el el año 1.261, siendo ya rey Alfonso X el Sabio, la rebelión musulmana tomó de nuevo la fortaleza, extendiéndose la sublevación a otros territorios limítrofes.

 Debería ser Jaime I quien, en esta ocasión, recuperase para los reinos cristianos la plaza, sofocando así la rebelión musulmana, y en los Pactos de 1.304, acordados entre el rey Dionisio de Portugal, el infante Juan de Castilla y el obispo de Zaragoza, los territorios de L´Alacantí se incorporaron al Reino de Valencia.

 Durante la contienda militar mantenida entre Pedro de Aragón y Valencia, y Pedro de Castilla (denominada Guerra de los Dos Pedros), el castillo de Santa Bárbara estuvo en manos castellanas y aragonesas de forma alternativa. Finalmente, al abandonarlo las fuerzas castellanas en 1.366, el castillo se encontraba en estado ruinoso.

 A principios del siglo XV, el rey Martín el Humano acometió nuevas obras de recuperación del Castillo de Santa Bárbara. En los inicios del siglo XVI, la irrupción de la artillería, sus usos y estrategias, eran un hecho consumado, y en castillo se adaptaron las nuevas innovaciones de forma temprana.

 Durante el reinado de Carlos I se reiniciaron nuevas obras de fortificación del castilloo, y existe la constancia documental del envío, a mediados del siglo XVI, de doce cañones con destino al mismo. En esta misma época, y dada la gran envergadura de la fortaleza, se le incorporaron nuevas edificaciones que aseguraban la posibilidad de mantener una fuerza armada de unos diez mil hombres.

 En el siglo XVI serían muchas las escaramuzas y batallas que se librarían desde Santa Bárbara contra las incursiones piratas. Éstas provenían de los corsarios berberiscos y conducirían a que el rey Felipe II ordenase nuevas y más potentes fortificaciones en el castillo. Los ingenieros franceses e italianos desarrollaron nuevas técnicas de defensa y fortificación adaptadas al uso artillero, y por ello el rey encargó a los ingenieros italianos Fratín y Antonelli el proyecto de reconstrucción y adaptación del castillo, edificándose nuevos fortines, fosos, murallas, torreones, etc., destinados a utilizar y resistir más eficazmente la guerra apoyada en la artillería.

 A mediados del siglo XVII se acometieron otras reformas y se le volvió a incorporar más capacidad de fuego artillero. En 1.691, el castillo sufrió una de sus mayores pruebas de fuego, cuando una escuadra del rey francés Luis XIV puso sitio a la ciudad. Ante la negativa de rendición, se inició el asalto y consecuente duelo artillero entre las fuerzas navales atacantes y las fuerzas resistentes de la fortaleza. El sitio duró una semana y el castillo sufrió serios daños, finalizando el asedio con el abandono de la fuerza francesa ante la llegada de las fuerzas navales españolas que acudían en apoyo a la ciudad.

 A pesar del fracaso en la Batalla de Almansa, la fortaleza quedó en poder de los aliados hasta bien entrado el año 1.708. A principios de diciembre de este año, las tropas de Felipe V sitiaron la ciudad de Alicante, consiguiendo su rendición en la mañana del día 7 de ese mes. Sucumbió la ciudad, pero no su castillo, que, bien defendido y con numerosa tropa, resistió el asalto.

 El carácter probado de la inexpugnabilidad  de Santa Bárbara obligó a las tropas borbónicas a plantearse otras alternativas, decidiéndose por la voladura de la fortaleza. Aquí se inicia una de las más épicas gestas militares libradas en este castillo. El general francés D´Ansfeld ordenó la preparación de una mina  a una profundidad de veinte metros y casi cien mil libras de pólvora. Con esta evidente amenaza se conminó a los defensores su inmediata rendición y, ante la negativa de éstos, se decidió la voladura en los últimos días de febrero o los primeros de marzo de 1.709.

 La explosión destruyó una gran parte de la fortaleza, y las grandes rocas desprendidas y lanzadas por los aires, ocasionaron importantes daños en la fortaleza y la ciudad, siendo muy numerosas las bajas humanas entre la oficialidad y la tropa resistentes. No obstante, los defensores, en número superior al medio millar, no se rindieron hasta mediados de abril, momento en que las circunstancias eran sumamente precarias. Tras la rendición, las fuerzas aliadas abandonaron la fortaleza con honores y desfilando ante la formación de las tropas borbónicas asaltantes.

 Durante la Guerra de la Independencia, la fortaleza hizo frente, con su poder artillero, a algunos asaltos de las tropas francesas. En esta época, un hecho fortuito prendió fuego a las reservas de pólvora del castillo, provocando una enorme explosión que destruyó parcialmente sus instalaciones. A partir de ello, su importancia declinó rápidamente, siendo desartillado definitivamente en 1.893. Después sirvió como prisión militar en tiempos de Jovellanos y el general Elío, entre otros.



Escudo de la ciudad de Alicante

Estado actual: 



Recreaciones de la Puerta Ferrisa, por Pedro Más

 Estamos en el siglo XII, época islámica, y la conocida como Medina Laqant es vigilada por una gran alcazaba en lo alto del monte Benacantil, descansando la medina sobre sus laderas. De la alcazaba emergen dos tramos de muralla que envuelven la medina musulmana: uno discurre paralelo al mar y el otro baja por la Ereta, con la Torre del Mig Armut y conecta con la Torre de la Polvora. Este sería, en síntesis, el sistema defensivo del primer recinto amurallado musulmán de la Vila Vella.

 La muralla, aunque datada en el siglo XIV, se estima que ya existía en el siglo XII. Se conserva un plano de Esteban de Panón del año 1.751 en el que ya se recoge la planta y alzados de la Torre de la Pólvora, la Puerta Ferrisa y la Iglesia Foertificada de Santa María, que sirvió de torre vigía, entre otras construcciones.En el alzado se perfila con perfección la desmoronada torre apoyada en la ladera, con un cuerpo adosado en primer plano y con las murallas a cada lado, también en estado lamentable.

 La Puerta Ferrisa es la puerta que daba paso a la ciudad árabe entre los siglos XII y XIII, y de gran importancia militar para la defensa de la Vila Vella. La importancia de los amurallamientos defensivos, hoy desaparecidos casi en su totalidad, se refleja en la toponimia de la ciudad, pues se conservan los nombres de algunas de sus antiguas pouertas: Puerta del Mar, Portal de Elche, Puarta del Postiguet y el Portón.

 La Porta Ferrisa aparece descrita en diferentes crónicas de la ciudad y por ello se sabe que tenía un arco de medio punto árabe decorado con inscripciones coránicas en la fachada que daba hacia la salida, y que tenía un arco ojival en la que daba al interior. En el siglo XVIII esta puerta fue derribada por petición de los vecinos de la zona que buscaban un acceso a la ciudad más fácil.


Edificio Municipal "Puerta Ferrisa"

 Actualmente, los restos de esta magnífica puerta amurallada árabe de la ciudad de Alicante han quedado en los sótanos del edificio municipal "Puerta Ferrisa", donde se aloja la Agencia Local de Desarrollo Económico y Social de Alicante, así como del Departamento de Asesoría Jurídica del Ayuntamiento, todo ello situado en la Calle Jorge Juan nº 21. Es un edificio que alberga de forma museística los restos árabes de la antigua muralla de Puerta Ferrisa del siglo XII y algunos restos de la muralla medieval del siglo XIV.


Puerta Ferrisa (Grabado del año 1.852)


Galería fotográfica:

Visita efectuada el 18-9-17

























Visita efectuada el 26-06-19:























1 comentario:

  1. Vaya articulo tan completo y bien redactado, tengo que felicitar a su creador, vale la pena disponer de el. Gracias.

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