Localización:
El Castillo de Almizra se
encuentra situado en la ciudad alicantina de Campo de Mirra, en la comarca de L´Alt Vinalopó, en la carretera
que sale desde Villena en dirección a la población de Bañeres de Mariola, y
antes de llegar a la localidad de Beneixama.
Localización en Google Maps
Vista del Castillo de Almizra en Google
El castillo se encuentra situado en lo alto de
una loma cercana a la ciudad a la que se accede de forma fácil por un camino
asfaltado a tal efecto que lleva hasta la Ermita de Sant Bertomeu (San
Bartolomé), ya que las ruinas de la fortaleza se encuentran adosadas a él.
El origen del nombre de la población proviene
de la palabra árabe Al- mizrra (la
frontera), así como el nombre de la fortaleza. Ello ya nos da una idea de cual fue el cometido de este enclave. Camp de Mirra es, pues, la forma actual del
nombre medieval: Camp de Almizra.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
El origen de la fortaleza es, sin lugar a
dudas, de la Edad del Bronce por el hecho de haberse encontrado restos de
cerámicas y útiles líticos de esta época en las excavaciones realizadas.
El emplazamiento es aprovechado por los
árabes, tras la invasión de España, para construir una medina islámica, a la que llamaron Al-mizrra, por su importancia
estratégica en la frontera entre los reinos de Murcia y Valencia.
La fortaleza fue conquistada para los
cristianos en el año 1.243 por las tropas al mando de Nicolás de Scals, noble
castellano.
Pero la importancia histórica de este lugar se
debe principalmente porque en él se realizó el histórico Tratado de Almizra, entre el rey de Aragón Jaime I el Conquistador
y el infante Don Alfonso (posterior rey Alfonso X el Sabio), mediante el cual,
el 26 de marzo de 1.244 quedaron establecidas las fronteras de los reinos
castellano y aragonés. Mediante el mismo, se acabaron las contiendas
fronterizas entre ambos reinos que quisieron darse fín por el tratado de
Cazorla, sin conseguirlo. Por el presente Tratado, la frontera quedaría
desplazada hasta el litoral mediterráneo, desde Calpe hasta Villajoyosa a favor
de Aragón, y el Sur para la corona de Castilla.
Copia facsímil del Tratado de Almizra original
Representación teatral del Tratado de Almizra
que se realiza todos los años en Campo de Mirra (2.015)
Se fija la frontera entre los reinos desde
Ayora hasta Biar y Aguas de Busot, siguiendo el criterio orográfico entre llano
(Castilla) y Aragón (montaña).
Se cita en los documentos que el castillo y sus tierras fueron cedidas a los herederos de su conquistador, encabezados por D. Lorenzo de Scals, el 18 de enero de 1.298, aunque fue de nuevo devuelto a la Corona y, posteriormente, en 1.307, se le concede en feudo a D. Alfonso Pérez, noble castellano que se compromete a realizar obras de mejora en la fortaleza.
Se cita en los documentos que el castillo y sus tierras fueron cedidas a los herederos de su conquistador, encabezados por D. Lorenzo de Scals, el 18 de enero de 1.298, aunque fue de nuevo devuelto a la Corona y, posteriormente, en 1.307, se le concede en feudo a D. Alfonso Pérez, noble castellano que se compromete a realizar obras de mejora en la fortaleza.
El castillo de Almizra dependió del de Biar
hasta bien entrado el siglo XIII y su decadencia coincidió con un periodo de
transformaciones políticas y militares en la zona. Su perduración como lugar de
residencia de sus distintos ocupantes tuvo lugar hasta el siglo XVI, y a partir de aquí,
el lugar fue poco a poco desmoronándose hasta llegar a la situación actual, lo
que es una verdadera lástima, dada la importancia histórica de este enclave
medieval.
Escudo de la localidad de Campo de Mirra
Vista aérea antigua del castillo de Almizra y la Ermita de San Bertomeu
Los primeros trabajos de desescombro del reducto superior, llevados a cabo por el arqueólogo villenense D. José María Soler en los años 1.952 y 1.981, así como las poco fiables excavaciones realizadas por Vicente Sebastián Fabuel en los años 1.982-1.983 y 1.985-1.986 y 1.988, demostraron cierta perduración en el uso de un castillo considerado como islámico aunque con varias transformaciones que permiten su utilización hasta el siglo XVI. Precisamente a esta última fase parece pertenecer la torre de planta cuadrangular que en la actualidad subsiste integrada en la vecina ermita de San Bartolomé (Sebastián,1986).
Las
excavaciones han revelado un recinto superior de forma ovoide,
orientado de este a oeste, formado por un muro de un grosor de 1,4
metros, con fábrica de un tapial muy consistente, relleno de
guijarros rodados y bloques de piedra del que se conservan dos cajas
y una altura conservada de 1,30 metros que ofrece una superficie
interna de 205 metros cuadrados. En el extremo oeste del recinto se
documenta el basamento de una torre que enlaza con el muro del frente
sur, donde también se encuentran 10 metros de un antemural muy
fragmentado con un frente ligeramente ataludado, dejando una liza de
entre 2 y 8 metros de anchura (Torró i Abad, Segura Martí, 2000).
Desconocemos
su sistema de ingreso al recinto y sólo constan la presencia de un
aljibe ubicado en el sector sur, con unas medidas interiores de 4,6 x
2 metros, con muros enlucidos y esquinas redondeadas; y la existencia
de entre 8 y 16 estructuras perimetrales adosadas al paramento
interior del recinto, de planta rectangular o ligeramente
trapezoidal, con una superficie interior que va de los 2,10 a los
4,60 metros cuadrados y que recientemente han sido definidas como
celdas. Las estancias se construyeron a partir de un largo muro de
0,60 metros de grosor que se divide con muretes medianeros
perpendiculares, de 0,50 metros de grosor. Los ingresos a las celdas
se llevan a cabo en su parte frontal, mediante la interrupción de
las tapiadas del muro de cierre, con vanos de 0,60 metros de anchura
y que podemos situar su origen en momentos anteriores al último
cuarto del siglo XII o en los inocios del XIII, es decir de
cronología almohade.
Al
exterior del recinto defensivo se han localizado tres fragmentos de
un muro construido con tapial de mampostería, que podrían
pertenecer a un posible recinto inferior que, sin duda, abarcaría la
ladera sureste del cerro, donde podrían encontrarse los inicios del
desaparecido sistema de ingreso a la fortificación. A unos 11 metros
de distancia, se localiza una ermita moderna que abarca, con sus
anexos posteriores, una superficie de 298 metros cuadrados. El
edificio, en su lado noroccidental, se adosa a una torre con esquinas
de sillería, de 5,4 x 4,4 metros de base que se considera una obra
datable en el siglo XV o inicios del siglo XVI.
Los
recientes estudios de interpretación de las confusas excavaciones de
Sebastián Fabuel tienden a identificar este recinto como un posible
granero fortificado de época almohade que actúa como almacén y
residencia puntual de la población dispersa por las alquerías en
los momentos de peligro que surgen con la llegada de los feudales
durante la primera mitad del siglo XIII.
Tras
la campaña de rehabilitación efectuada hace unos años, la
fortaleza ha recuperado parte de su perdido esplendor con la
reconstrucción de lienzos y cubos perdidos.
El pasado mes de Septiembre de 2.014 dieron comienzo las obras de restauración de esta importantísima fortaleza musulmana y posteriormente cristiana, merced al Plan Director para su recuperación y consolidación, obras que en la actualidad siguen en proceso y que ya están recuperando su inicial fisonomía.
En estos momentos ya está reconstruido la parte Norte de la fortaleza, donde se ha recuperado la muralla y una de las torres cúbicas que flanqueaban este lado. En el interior se están reconstruyendo parte de sus estancias y la obra seguirá a lo largo de su perímetro, que por otra parte, y dado que se trataba de una fortaleza de no muy grandes dimensiones, no tardará en tener una reconstrucción casi total de lo que fuera este enclave histórico en el devenir de la formación del actual Reino de Valencia.
Tan pronto tengamos noticias de la finalización de las obras, daremos cumplida información gráfica del estado final de la misma.
En estos momentos ya está reconstruido la parte Norte de la fortaleza, donde se ha recuperado la muralla y una de las torres cúbicas que flanqueaban este lado. En el interior se están reconstruyendo parte de sus estancias y la obra seguirá a lo largo de su perímetro, que por otra parte, y dado que se trataba de una fortaleza de no muy grandes dimensiones, no tardará en tener una reconstrucción casi total de lo que fuera este enclave histórico en el devenir de la formación del actual Reino de Valencia.
Tan pronto tengamos noticias de la finalización de las obras, daremos cumplida información gráfica del estado final de la misma.
Galería
fotográfica:
Desde el pasado mes de Septiembre de 2.014, el castillo está siendo restaurado según su Plan Director.
Éstas imágenes corresponden a su estado actual al día 30 de Octubre de 2.015, y las obras continúan...