Localización:
El Castillo de Salvatierra está
situado a unos 730 m. de altitud, en un
espolón rocoso en el extremo sur de la Sierra de la Villa (también llamada de
san Cristóbal), dominando desde su posición la ciudad de Villena y el valle de
Biar. Se encuentra en la comarca alicantina de L´Alt Vinalopó.
Su acceso no es posible más que andando,
subiendo al citado espolón rocoso desde las inmediaciones del Castillo de la Atalaya, del que
dista unos 900 metros monte arriba, por una senda en malas condiciones. Sólo si
estamos interesados en visitarlo merece la pena subir hasta él, ya que tan solo
ofrece los restos del mismo.
Localización en Google Maps
Vista del Castillo de Salvatierra en Google
Localización en el mapa topográfico
Historia:
El Castillo de Salvatierra también recibe el nombre de Castillo de Los Pacheco en referencia a los propietarios del marquesado de Villena
por cesión del rey Juan II de Castilla, hermano de Isabel la Católica. También
es conocido localmente como “El
Castillico”, aunque cuando les fue donado ya prácticamente no existía nada de él, por estar casi en completo estado de ruina.
Su origen es evidentemente musulmán,
tratándose de un claro ejemplo de castillo de altura. Se han encontrado restos
de cerámica califal datados entre los siglos X y XI y se supone que en el
periodo de dominación musulmana de la zona cumpliría funciones estratégicas de
vigilancia y control de la vía de paso del Vinalopó que comunicaba los
territorios de Tudmir y de Valencia desde la meseta castellana. Se trata pues de un castillo de época califal, dependiente de Orihuela y bajo el mandato de Abd-el-Rahman III.
Mapa de Alicante en época califal ( siglos X-XI)
No obstante, la posterior evolución en la
región con la construcción de las poderosas fortalezas de Villena, Biar y Sax,
hizo declinar su importancia y utilidad, siendo abandonado después de la
Reconquista del territorio por los cristianos.
Estado
actual:
Se encuentra en estado
ruinoso, pues dada su situación elevada y difícil de acceder, no se ha
efectuado ningún tipo de restauración después de las excavaciones arqueológicas
que en él realizó en el año 1.951 el afamado arqueólogo villenense D. José
María Soler, descubridor del Tesoro de Villena en una rambla cercana a la Autovía A-31, al norte de la población.
El castillo presenta una orientación N-S
(desde la torre norte a la torre central). Tiene unas dimensiones aproximadas
de 92 metros de largo por 32 de ancho, con una fuerte pendiente en sus dos
vertientes, que ha favorecido su deterioro.
En las excavaciones realizadas en el interior
del aljibe de mampostería se recuperaron grandes cantidades de materiales de
cronología musulmana (califal y almohade) y cristiana, junto a restos de la
Edad del Bronce e Ibéricos, lo que demuestra que sus asentamientos primitivos
proceden de estas épocas.
Su disposición se presenta con una torre
aquillada, el aljibe protegido por la muralla y dos torres circulares
conectadas por el lienzo de la muralla. Además de estos elementos emergentes
(torres, aljibe y murallas), se encuentran otras construcciones anexas
realizadas en las rocas del asentamiento, como otros aljibes menores, canales
de recogida de agua para el abastecimiento de la fortaleza, recortes en la roca
para aplanamiento del lugar y algunos esbozos de escaleras.
Todo el castillo está realizado en obra de
mampostería, con muros de doble paramento de bloques de piedra trabados con
mortero de cal. No se conservan restos realizados en tapial, lo que no cuadra
con la construcción del castillo de la Atalaya, a escasos centenares de metros,
que se edificó en su origen totalmente en tapial.
La distribución del castillo tiene una zona
superior, o alcazaba y otra inferior, o albacar. Éste está situado en la
vertiente Oeste de la fortaleza y está limitado por un largo lienzo de muralla
en mampostería de unos 50 metros. En su recinto quedan restos de muros y
aljibes en la roca. Es en la parte superior donde se encuentran la mayoría de
los elementos constructivos, como las tres torres del castillo: la norte que es
semicircular que pasó a aquillada posteriormente; la central, que pasó de ser
semicircular a cuadrada, y la sur, a más baja cota y unida a la central por un
lienzo de muralla muy deteriorado.
Es muy llamativo el hecho de que se haya
encontrado grabado en la roca un “mancala” (mankala´h),
especie de juego musulmán del tipo de “las tres en raya”. Su situación en la
torre sur hace pensar que fue grabado y usado por los vigías para hacer más
llevaderas las horas de guardia.
El último elemento significativo es el aljibe,
recinto realizado en mampostería trabajada con cal y ocupando la parte central
de la fortaleza con unas dimensiones de 7 x 5 metros. Entre el aljibe y la
torre norte las excavaciones han dejado entrever la cara de muro mampostero con
un vano colmatado de tierra que se ha interpretado como la puerta de acceso a
la fortaleza.
Por último, y a tenor de los estudios
efectuados, podemos decir que el castillo es de origen islámico, de época
califal-taifal, de finales del siglo X o comienzos del XI, y posteriormente se
constata una fase almohade (finales del siglo XII o comienzos del XIII).
Posteriormente la ocupación cristiana perduraría hasta el primer tercio del siglo XIV, según se documenta en el testamento del Infante D. Juan Manuel. Finalmente decir que en 1.707 se produjo un acuerdo para fortificar el castillo en el marco de la Guerra de Sucesión ante los posibles ataques de las tropas austríacas, aunque no se llegaron a realizar las obras.
Posteriormente la ocupación cristiana perduraría hasta el primer tercio del siglo XIV, según se documenta en el testamento del Infante D. Juan Manuel. Finalmente decir que en 1.707 se produjo un acuerdo para fortificar el castillo en el marco de la Guerra de Sucesión ante los posibles ataques de las tropas austríacas, aunque no se llegaron a realizar las obras.
Plano arqueológico del Castillo de Salvatierra
Castillo de la Atalaya y de Salvatierra (recreación)
Galería fotográfica:
Visita cursada en Enero-2018:
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