Localización:
El Poblado Amurallado Ibero del Cabeço de
Mariola se encuentra situado en el municipio alicantino de Alfafara, en la
comarca de El Comtat y cerca de la población de Agres.
Localización en Google Maps
Vista del poblado en Google
Para llegar hasta él se puede hacer de dos
maneras:
1ª) En la carretera
Bañeres-Alfafara (CV-81), tomar el desvio de la CV-794 hacia Alcoy. A 5 km.
llegaremos al Camping Mariola. Aparcamos y nos dirigimos al Mas del Collet, donde parte un camino a
la derecha, que se convierte en senda, y nos lleva hasta el Poblado Ibero.
2ª) Utilizar el sendero PRV
que desde Alfafara nos lleva a la Cueva
Bolumini, y antes de llegar a la misma encontramos el Poblado Ibero. El
mapa siguiente nos indica este recorrido senderista.
Ruta senderista al poblado de Mariola
Localización en el mapa topográfico
Historia:
El origen de Alfafara es sin duda antiquísimo, pues ya en su término municipal se han encontrado yacimientos del Calcolítico en la Cova Bolumini; asimismo, existen restos de la Edad del Bronce en el poblado de Monserraes, así como la existencia de cultura ibera en el Cabezo de la Cova ( o Cabezo de Mariola, lugar que nos ocupa en este post) y en el Cabeço de Mérida, en el Racó del Cirer. También se ha constatado presencia romana en el paraje de Els Recorrals, donde se ha hallado cerámica de época bajoimperial.
El nombre de Alfafara proviene del vocablo árabe Al-Fawara ( castellanizado, "alfaguara") cuyo significado es "la fuente que brota con violencia", tal vez porque en época de lluvia intensa existe un gran salto de agua que cae en la cercana Peña del Xorro.
Con la construcción de la aljama árabe, se procedió al levantamiento de una torre exenta, con carácter de vigía y defensa, o tal vez formando parte del alminar de una antigua mezquita, lo cual no está plenamente confirmado, toda vez que Alfafara bo tiene en sus cercanías castillo o fortaleza alguna, siendo la máas cercana la de Agres, de la cual se supone que dependería.
Tras la reconquista de Biar en el año 1.245 por el rey Jaime I el Conquistador, sería incorporada la alquería de Alfawara a los territorios cristianos. Este lugar musulmán se concede en señorío en el año 1.250 a Don Ximén Pérez d´Oriz. A este respecto, Sanchis y Sivera dicen: "...en tiempos de árabes, Alfafara estaba reducido a una torre y unas pocas casas que se dieron a Gimén Perez de Oriz...". Posteriormente, en el año 1.292 fue vendida a Don Pedro de Artés.
El origen de Alfafara es sin duda antiquísimo, pues ya en su término municipal se han encontrado yacimientos del Calcolítico en la Cova Bolumini; asimismo, existen restos de la Edad del Bronce en el poblado de Monserraes, así como la existencia de cultura ibera en el Cabezo de la Cova ( o Cabezo de Mariola, lugar que nos ocupa en este post) y en el Cabeço de Mérida, en el Racó del Cirer. También se ha constatado presencia romana en el paraje de Els Recorrals, donde se ha hallado cerámica de época bajoimperial.
El nombre de Alfafara proviene del vocablo árabe Al-Fawara ( castellanizado, "alfaguara") cuyo significado es "la fuente que brota con violencia", tal vez porque en época de lluvia intensa existe un gran salto de agua que cae en la cercana Peña del Xorro.
Con la construcción de la aljama árabe, se procedió al levantamiento de una torre exenta, con carácter de vigía y defensa, o tal vez formando parte del alminar de una antigua mezquita, lo cual no está plenamente confirmado, toda vez que Alfafara bo tiene en sus cercanías castillo o fortaleza alguna, siendo la máas cercana la de Agres, de la cual se supone que dependería.
Tras la reconquista de Biar en el año 1.245 por el rey Jaime I el Conquistador, sería incorporada la alquería de Alfawara a los territorios cristianos. Este lugar musulmán se concede en señorío en el año 1.250 a Don Ximén Pérez d´Oriz. A este respecto, Sanchis y Sivera dicen: "...en tiempos de árabes, Alfafara estaba reducido a una torre y unas pocas casas que se dieron a Gimén Perez de Oriz...". Posteriormente, en el año 1.292 fue vendida a Don Pedro de Artés.
En el año 1.370, el rey Pedro IV el
Ceremonioso lo incorporó a la villa de Bocairent (Valencia), de la cual se
separa en el año 1.632, reinando Felipe IV, mediante la concesión del título de
Universidad de Alfafara. De esta época datan las famosas “Coves de les Finestres”, conjunto de habitaciones talladas en la
roca de un cortado cercano a la población y de finalidad incierta.
La antigua torre árabe fue transformada en el
año 1.437 en templo cristiano bajo los auspicios del arzobispo Fray Tomás de
Villanueva, y ratificada por la bula papal de Pio V en el año 1.566.
Hasta el año 1.707 la población quedaría
incorporada a la Gobernación de Xátiva y más tarde, a partir del año 1.833, a
la Gobernación de Montesa. A partir de entonces pasó a pertenecer a la
provincia de Alicante, quedando adscrita al partido judicial de Alcoy.
Escudo de la población de Alfafara
Estado
actual:
Las excavaciones que se están llevando a cabo
en el yacimiento han revelado que el importante poblado íbero amurallado de
este enclave alicantino fue destruido como consecuencia de un ataque romano.
Los trabajos han sacado a la luz vestigios de destrozos e incendios que avalan
esta conclusión.
También han salido a la luz los restos de su
muralla de unos 70 metros de longitud, así como numerosas casas adosadas a la
misma, todas ellas arrasadas e incendiadas en el ataque romano citado.
Bajo los auspicios del Museo Arqueológico de
Alcoy, con la dirección de su responsable, José María Segura, y del profesor de
la Universidad de Alicante, Ignacio Grau, se está trabajando para conocer los
máximos aspectos posibles de este importante poblado que ocupaba unas 4,5
hectáreas de extensión, y que fue habitado durante casi cinco siglos, llegando
a tener unos 700 habitantes.
Se destaca de él la relevancia de su situación estratégica, al controlar el acceso a las actuales El Comtat y L´Alcoià, lo que le daba una importancia notable a nivel comercial y económico, lo que hizo que los romanos lo atacaran y arrasaran entre los siglos II y I a.C.
Se destaca de él la relevancia de su situación estratégica, al controlar el acceso a las actuales El Comtat y L´Alcoià, lo que le daba una importancia notable a nivel comercial y económico, lo que hizo que los romanos lo atacaran y arrasaran entre los siglos II y I a.C.
Aparte de las zonas carbonizadas por el
incendio de las casas, también se han encontrado algunos elementos
evidentemente bélicos, como restos de flechas y proyectiles de plomo que eran
lanzados con hondas. También se ha descubierto una moneda netamente íbera, así
como cerámicas de la época.
Queda constatado, asimismo, que la muralla,
que se encontraba oculta por tierra al estar la zona utilizada para labores
agrícolas, tenía una altura bastante considerable, y al tratarse de un muro
circundante del poblado casi en su totalidad, evidencia que se trataba de una
clara muralla defensiva del poblado. Por otra parte, continúan las campañas de excavaciones arqueológicas para conocer más detalles de este Poblado Íbero de Mariola.
Galería
fotográfica:
Visita el 24-06-19 de nuestro amigo Enrique Verdú
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