Localización:
El Poblado Amurallado de La
Horna, también conocido como El Murón de
La Horna, se encuentra situado a unos 2 km. al este de
la población alicantina de Aspe, en la comarca del Vinalopó Mitjá.
Localización del yacimiento en Google Maps
Vista del Poblado de La Horna en Google
Se localiza en uno de los cerros
de la Sierra de La Horna ( o de Forna), situado en las estribaciones
septentrionales de esta sierra, siendo un cabezo, o loma, situado a unos 381 m.
de altitud, al que se accede desde un camino situado en la primera rotonda de
entrada a Aspe, viniendo desde Novelda, en la carretera de circunvalación de
Aspe a Elche, llamado Camino de La Horna, que, tras pasar una
urbanización llamada El Naranjo, nos
deja en la puerta de un chalet llamado “Cazza
Costa Lotta”, a los pies de la citada loma y a unos escasos 350 metros del
cerro donde está ubicado el poblado.
Subida al yacimiento desde la "Cazza Costa Lotta"
El Valle del Vinalopó desde la subida al yacimiento
Localización del yacimiento en el mapa topográfico
Historia:
Los primeros poblamientos en Aspe se adscriben
a la Edad del Bronce, y prueba de ello es el presente poblado amurallado
situado en La Horna, correspondiente a un “castrum”
de dicha época prehistórica, por los restos encontrados en él. Cercano a este yacimiento se encuentra también el poblado del Tabaiá, adscrito a la Edad del Bronce final.
Desde antiguo ha sido objeto de continuos
saqueos, que, según el ilustre D. Daniel Jiménez de Cisneros, deben remontarse
a principios del pasado siglo, que se intensificaron en las últimas décadas del
mismo, con el consiguiente arrasamiento de algunos sectores del poblado.
En 1.980 se iniciaron las excavaciones
sistemáticas de este yacimiento, que acabaron en 1.986, bajo la dirección del
Prof. Mauro S. Hernández, Catedrático de la Universidad de Alicante, cuando
eligió este enclave por su excepcional situación estratégica, al borde de las
tierras llanas de Aspe, Novelda y La Romana, así como por la abundancia de sus
útiles, especialmente los metálicos y de cerámica. Otro punto importante lo
constituía el interés de las construcciones que presentaba el yacimiento, en
especial su sistema de amurallamiento de la ladera SW.
Escudo de la población de Aspe
Estado
actual:
El Poblado Amurallado de La Horna es un asentamiento
humano de la época media de la Edad del Bronce (segunda mitad del II milenio
a.C.), que se encuentra en un estratégico cerro de fácil defensa.
Es un buen ejemplo de asentamiento de esta
edad, donde se buscaban cerros o cabezos en los que la orografía del terreno
facilitaba la defensa del mismo.
El poblado se encontraba en
las laderas W y NE de la cima del cerro y quedan bastantes restos constructivos, así
como algún lienzo de su antigua muralla, construida con la técnica de piedra seca. Debemos pensar que muchas
de sus estructuras serian de fábrica de barro y adobe y que, por ello, no han
llegado hasta nosotros en la actualidad con unas buenas condiciones.
También es muy probable que el cerro que se
encuentra frente al poblado se utilizara como un “antecastrum”. Éste facilitaría la defensa del poblado, haciendo que
los atacantes se vieran “entre dos fuegos”, con defensores atrincherados en
dicho antecastro y otros defendiendo desde la cima donde se encontraba el
poblado.
El poblado debió ocupar una amplia zona. En la
ladera NE, de acusada pendiente, se sitúan varias habitaciones de muros rectos,
adosadas unas a otras y perpendiculares al muro de abancalamiento de piedras de
mediano y gran tamaño.
En la parte de la ladera SW se construyó una muralla en la técnica de piedra seca, como hemos indicado, que tendría al parecer dos bastiones de planta con tendencia cuadrada, que se prolonga por la ladera W y NE, englobando parte de la zona de construcción de las viviendas, a las que le servirían de protección.
En la parte de la ladera SW se construyó una muralla en la técnica de piedra seca, como hemos indicado, que tendría al parecer dos bastiones de planta con tendencia cuadrada, que se prolonga por la ladera W y NE, englobando parte de la zona de construcción de las viviendas, a las que le servirían de protección.
La ladera W ofrece una exhumación de varias
casas escalonadas a lo largo de la ladera, adaptadas a las irregularidades del
terreno, y lo que parece ser , que se trataba de una calle estrecha, que
serviría además como canalización de desagüe. También se ha identificado en una
de las casas lo que parece ser un silo, del que se conserva parte del enlucido.
Un gran descubrimiento fue el de la casa que tenía una posible área de
fundición de metales, a falta de una definición más precisa en futuras
campañas.
Se ha comprobado de forma fehaciente de una
importante actividad metalúrgica local, con fundición de objetos de plata y
bronce.
De las cerámicas, J.F. Navarro Mederos ofreció
un amplio registro de formas, pastas y tratamientos, sobre todo de lo exhumado
de una casa, al parecer que sufrió un incendio, donde se encontró además
molinos y morteros , alguno de ellos ligados a la industria del metal.
Por ello, La Horna merece incluirse en el
círculo importante de la cultura de la Edad del Bronce peninsular, y
especialmente de las tierras meridionales valencianas.
BIBLIOGRAFIA:
Mauro S. Hernández Pérez
(1.985) : “La Edad del Bronce en el País
Valenciano. Panorama y perspectivas”. Arqueología del País Valenciano.
Panorama y perspectivas. Alicante, págs. 101-119
Mauro S. Hernández Pérez
(1.986): “ El Poblado de La Horna”.
Arqueología en Alicante 1.976-1.986. Instituto de Estudios “Juan Gil-Albert”.
Diputación Provincial de Alicante
Galería
fotográfica:
Restos de la muralla del poblado
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