Localización:
El Revellín de Tabarca se localiza en la isla
del mismo nombre situada frente a la costa de Santa Pola, frente al faro, y de
la que el geógrafo árabe Al-Idrisi (siglo XII), dijo: “…en las inmediaciones de Laqant (Alicante) se encuentra la isla Ablanasa ( Tabarca), frente al cabo al- Nadur (Santa Pola) a una milla de distancia a la costa, puerto excelente donde se
ocultan los navíos de los enemigos…”. Se trata de una edificación de la
ciudadela amurallada, independiente del baluarte y de la muralla propiamente
dicha.
Localización en Google Maps
Vista del Revellín de Tabarca en Google
La mejor forma de llegar a la isla es por
mediación de las motonaves que parten de los puertos de Santa Pola o Alicante.
En el primer caso, la travesía tarda una media hora hasta la isla, y en el
segundo unas dos horas, atravesando el Cabo de Santa Pola en dirección a la
isla.
Localización en el mapa topográfico
El revellín es la pieza triangular que se
aprecia cuando vamos hacia el poblado, donde en la parte sur hay unas
edificaciones. El acceso de la plaza del revellín a la ciudadela se efectuaba
por la Puerta de San Miguel. También es conocido como el Revellín del Gran Infante.
Historia:
La población de la isla está documentado que
procede de un grupo de cautivos de origen italiano, que llegaron a ella a lo
largo del siglo XVIII, cuando fueron liberados de los moros que los tenían
cautivos en la isla tunecina de Tabarka. En España encontraron asilo político y
fueron enviados a colonizar la isla, donde se dedicaron principalmente a la
pesca.
No es difícil adivinar que la mayoría de los
habitantes actuales de la isla son los descendientes de estas familias de
refugiados y no hay más que preguntar por sus apellidos para averiguarlo.
Además del recinto amurallado, existe también
la Torre de San José que pertenece al sistema defensivo de la isla. Las
murallas están totalmente construidas de bloques de arenisca procedente de La Cantera, parte
occidental de la isla, en la que todavía se observan los trabajos de cantería
efectuados allí para la elaboración de los sillares que constituyen la fábrica
de la muralla.
La construcción del recinto amurallado data
del siglo XVIII y es lo que queda de la ciudadela construida por los habitantes
de la isla para resistir los continuos ataques de los piratas berberiscos. En
su interior se ubicaba el denominado Castell
de Tabarka, del que nada queda, ya que sus cimientos fueron empleados para
construir la actual iglesia parroquial. Dicho castillo, remodelado en el siglo
XVIII, estaba constituido por un torreón central de planta cuadrada, con un
patio interior y una zona subamurallada que contenía el resto de dependencias
anexas al mismo, con garitones en los ángulos del lienzo de las murallas del
castillo. Debido a su estado de abandono, a finales del siglo XIX fue
remodelado y convertido en la Iglesia Parroquial.
El recinto amurallado exterior está dotado de
diversas puertas de entrada, algunas en perfecto estado de conservación, así
como de otros elementos defensivos, tales como aspilleras, garitas y
dependencias subterráneas anexas a las citadas murallas de la isla. Otro
elemento del recinto es el revellín.
Escudo de la ciudad de Alicante
Los escasos restos arqueológicos testimonian
una antigüedad de la isla, para sus primeros pobladores, en la época romana y
la documentación escrita menciona la construcción de una torre o “castell” en la baja edad media,
presumiblemente donde hoy se encuentra la iglesia parroquial de la isla.
El asentamiento más estable en la isla
arranca con la fundación de la villa de Nueva
Tabarka en el siglo XVIII. La ciudad, como todas aquellas de nueva planta,
fue diseñada en su totalidad, desde sus murallas hasta sus calles y plazas, la
iglesia y el palacio del Gobernador, así como con todos los elementos para la
vida económica: puerto, era, horno de pan, horno de cal, aljibe, etc.
Hoy en día, aunque algo deteriorado, podemos
observar el diseño de una ciudad borbónica.
Las puertas de la ciudadela se disponen en un
eje E-O, denominándose, en este orden, San Rafael y San Gabriel, y una tercera,
en su fachada Norte, que daba a un pequeño astillero, llamada de San Miguel.
Todas ellas son de sillería con falsas columnas almohadilladas y pilastras, al
estilo neoclásico, con arco apainelado y cuerpo de guardia en su interior.
Exceptuando la de San Miguel, que en su friso
portaba el escudo de los Borbones, a las otras les falta el remate o entablamiento;
asimismo, sólo la puerta de San Gabriel sustenta la inscripción “CAROLVS III, HISPANIARUM REX, FECIT,
EDIFICAVIT”. En los planos originales estaban previstos revellines
defendiendo los ingresos, pero sólo llegó a medio edificarse el de la puerta de
San Gabriel.
En el año 1.760, durante el reinado de Carlos
III, comenzaron las obras bajo la dirección del gobernador de Alicante,
Guillermo de Baillencourt y, diez años después, cuando comenzaron a recibirse
los primeros cautivos redimidos, todavía se estaban realizando obras bajo la
dirección del coronel de Infantería Fernando Méndez, autor del proyecto.
La ciudad planificada no llegó a concluirse
nunca y en la actualidad se están realizando constantes restauraciones y
consolidaciones, para mantenerla en su estado más original; ello permite,
durante su visita, retrotraernos casi al siglo XVIII y disfrutar de la
contemplación de una ciudad neoclásica, en el estado más puro.
En 1.760 se plantearon las primeras propuestas
de fortificación de la isla. Fue F. Menéndez quien proyectó un trazado completo
de la construcción defensiva con fines militares, asi como para proteger y
albergar a los italianos rescatados por el rey Carlos III a los piratas
tunecinos.
Los diferentes baluartes estructuran el recinto,
así como su revellín. Dicho recinto, se abre con tres puertas: la de San Miguel
( también llamada Puerta de Alicante) al Norte; la Puerta de Levante, en esta
situación, y la Puerta Trancada o puerta Sur. Fuera de este recinto se proyectó
la Torre de San José.
El eje principal, de Este a Oeste, de mayor
longitud, configura la calle Mayor, desde la Puerta de Levante y se constituye
como el eje funcional de la fortificación del recinto amurallado. Sobre el
centro poblacional se encuentra el eje Norte-Sur, que cruza al anterior en la
plaza Mayor Carolina.
El Revellín de Tabarca cumplía la misión que
dicha edificación tiene: se trata de la fortificación de entrada a la ciudadela
amurallada, a modo de una pequeña plaza de armas, donde, aparte de dar acceso a
la puerta de San Miguel, servía como lugar donde se celebraban los actos
castrenses propiamente dichos.
Se sitúa el revellín en la parte noreste de la isla, inmediatamente antes del acceso a la Puerta de San Miguel, y se da la circunstancia de que bajo él, se situaba el aljibe más importante de la ciudadela, que abastecía con el agua de lluvia a toda la población civil y militar.
Se sitúa el revellín en la parte noreste de la isla, inmediatamente antes del acceso a la Puerta de San Miguel, y se da la circunstancia de que bajo él, se situaba el aljibe más importante de la ciudadela, que abastecía con el agua de lluvia a toda la población civil y militar.
En la actualidad, una edificación moderna
situada en sus cercanías desvirtúa la apariencia del mismo, por lo que se
estudia el posible retranqueo de esta edificación para poder realizar las obras
oportunas para la recuperación total del revellín y pasar a formar parte, en la
forma más original posible, del resto de la ciudadela.
Todo el recinto amurallado es visitable, tanto
muralla, baluarte y revellín, y las puertas de acceso dan a unas zonas de baño
espléndidas, por lo que tienen, además de un marcado interés cultural, un gran
interés turístico, ya que son miles y miles los visitantes que cada año se
acercan a esta isla privilegiada del litoral alicantino.
Galería
Fotográfica:
Puerta de San Miguel de acceso a la ciudadela de Tabarca
No hay comentarios:
Publicar un comentario