Los escasos restos del Fortín Ibérico de El Campello, también llamado Fortín del Barranco de Aigües Baixes, están situados en la población homónima, en la comarca alicantina de L´Alacantí.
Localización en Google Maps
Vista del Fortín Ibérico de El Campello en Google
Para llegar hasta ella, hay que tomar el camino hacia la playa de El Campello desde esta población hasta llegar a la Torre de la Illeta. Seguimos la carretera pegada a la costa hasta llegar a la partida del Barranco de Aigües Baixe. En un solar aparcelado, cerca de la línea de costa, están los escasos restos arqueológicos que quedan, ya que fueron arrasados por una excavadora hace algún tiempo.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
La historia de la población de El Campello
está íntimamente ligada a la de la ciudad de Alicante, de la que dista
escasamente doce kilómetros. De hecho, fue partida rural de ella hasta el año
1.901, si bien a finales del siglo XIX había figurado como independiente
durante algún tiempo.
El Campello es un asentamiento humano desde
antes de la Edad del Bronce, aunque son de
esta época los materiales hallados en las excavaciones, pero los
arqueólogos creen que el asentamiento es anterior, posiblemente de hace tres milenios antes de Cristo. Posteriormente, los íberos se asentaron en el lugar hacia el siglo V a.C., y se dedicaron a la transformación de productos agrícolas y de la conservación de pescado. De esta época debe datar la construcción de este pequeño recinto militar al norte del asentamiento, como puesto de vigía y control de la costa.
El poblado ibero se abandonó en el siglo III
a.C. y quedó despoblado durante, al menos, trescientos años, hasta la ocupación
del mismo por los romanos. Éstos, sobre las ruinas ibéricas y prehistóricas,
levantaron una colonia fortificada que incluso contaba con unas termas, como lo
demuestran las excavaciones efectuadas.
De esta época son también las balsas ( banyets) en el extremo meridional y al
norte de la isleta, comunicadas con el mar e interpretadas como piscifactorías
en las que criaban pescado, al igual que ocurría en el poblado de Los Baños de
la Reina, en la localidad alicantina de Calpe ( ver nuestro Blog). Se da la
circunstancia que a este yacimiento de la Illeta dels Banyets se le conoce
también como Los Baños de la Reina,
pues según el dicho popular eran los baños de una reina mora durante el tiempo
de la ocupación musulmana de este enclave durante el siglo XI.
Estado
actual:
Localización del Fortín Íbero
Recreación del original del fortín íbero de El Campello
Esta construcción, atribuida a los íberos, era
un pequeño recinto militar defensivo del siglo V a.C., dedicado a la
vigilancia y defensa de la costa del entorno del poblado amurallado de la Illeta dels
Banyets, situado más al sur de este enclave.
Probablemente constituía el hábitat de un
destacamento de soldados que tenían la misión de la vigilancia costera del
territorio ante posibles ataques de pueblos púnicos, procedentes de Cartago. Se trata pues de un verdadero fortín de época ibero-púnica.
Los restos fueron descubiertos en el año 2.003, y el verano de 2.013 un grupo de arqueólogos, capitaneados por la Dra. Feliciana Sala, profesora titular del Departamento de Arqueología de la U.A., realizaron diversos trabajos de excavación y catas para delimitar las dimensiones del recinto fortificado, que dio como resultado la planimetría del mismo, compuesto por tres habitaciones y una especie de "patio de armas", todo ello amurallado. Fue declarado entonces como B.R.L..
Los restos fueron descubiertos en el año 2.003, y el verano de 2.013 un grupo de arqueólogos, capitaneados por la Dra. Feliciana Sala, profesora titular del Departamento de Arqueología de la U.A., realizaron diversos trabajos de excavación y catas para delimitar las dimensiones del recinto fortificado, que dio como resultado la planimetría del mismo, compuesto por tres habitaciones y una especie de "patio de armas", todo ello amurallado. Fue declarado entonces como B.R.L..
Se trata, pues, de un pequeño recinto militar fortificado, de planta trapezoidal y de unos 350 metros cuadrados de superficie, formado por un patio de armas y tres estancias no comunicadas entre sí, que albergaría una pequeña guarnición de guerreros para la vigilancia y defensa contra los piratas entre los siglos V y IV antes de Cristo.
Tenía un perímetro amurallado de piedra de aproximadamente 1 metro de anchura, y controlaba el tráfico marítimo del litoral comprendido entre el Cabo de Huertas (Alicante) y la Sierra Helada (Benidorm).
Feliciana Sala, comentó que, pese a sus pequeñas dimensiones, es un "yacimiento único", por ser el primero en ser descubierto de estas características y cronología en el litoral mediterráneo español, lo que da a entender que debieron haber más recintos fortificados de este tipo, y todo apunta a una posible red de vigilancia costera mediterránea. El conocimiento de esta fortificación dará pie para facilitar el hallazgo de otras similares en el futuro.
Tenía un perímetro amurallado de piedra de aproximadamente 1 metro de anchura, y controlaba el tráfico marítimo del litoral comprendido entre el Cabo de Huertas (Alicante) y la Sierra Helada (Benidorm).
Feliciana Sala, comentó que, pese a sus pequeñas dimensiones, es un "yacimiento único", por ser el primero en ser descubierto de estas características y cronología en el litoral mediterráneo español, lo que da a entender que debieron haber más recintos fortificados de este tipo, y todo apunta a una posible red de vigilancia costera mediterránea. El conocimiento de esta fortificación dará pie para facilitar el hallazgo de otras similares en el futuro.
Fuentes del Excmo. Ayuntamiento de El Campello
declararon el lugar , a falta de la constatación fidedigna de que los restos
eran de época ibera, como lugar protegido, pese a encontrarse en una parcela
cercana a la costa compartida por dos propietarios, siendo zona afectada por la
Ley de Costas y, por tanto, no urbanizable.
Hace unos meses, sin previo aviso al
consistorio de ningún tipo, una pala excavadora destrozó “literalmente” el
yacimiento, así como los restos de la muralla que lo protegía, por lo que se ha
abierto una investigación para determinar los hechos, tras la demanda
interpuesta, y abrir asimismo el expediente oportuno, pues el Ayuntamiento
desconocía las intenciones de los propietarios.
Desde el punto de vista científico, se trata
de un “bombazo”, pues estos restos tenían toda la apariencia de ser la única
torre vigía, como tal, levantada en la provincia por el pueblo ibero. Según la
Dra. Sala, una de las firmantes de la denuncia interpuesta, “ se trata de un
flagrante delito contra el patrimonio cultural alicantino”, pidiendo la rápida
intervención de las autoridades ante este lamentable hecho.
Se trata, pues, de uno de los muchos casos
dados en la provincia del expolio sin sentido que sufren nuestras
construcciones pretéritas provinciales.
La Dra. Sala, por otro lado, afirma que
desconoce todavía el alcance de los daños ocasionados por la pala excavadora,
así como si se podrá recuperar el monumento, dado que “el objetivo fue arrasar
con todo a conciencia”. La destrucción de la muralla que delimitaba el recinto
de este fuerte va a ser, casi con toda seguridad, motivo de la irrecuperabilidad
del monumento.
Otro hecho lamentable más que añadir contra
nuestras fortificaciones militares alicantinas, por la desidia de algunos y el
afán de lucro de otros. Una pena...
Foto aérea del yacimiento arqueológico
Vista del yacimiento antes de la expoliación
Otra vista aérea del yacimiento expoliado
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