Entre los confines de los términos municipales
de Alicante y San Juan, existe una zona denominada la Partida de la Condomina,
zona de huerta antigua que en la actualidad ha sido en la mayoría de su
extensión absorbida por las modernas urbanizaciones de la Playa de San Juan, y
en las que existen una veintena de torres vigía y de defensa, muchas de ellas
abaluartadas, en muy distintos grados de conservación. Algunas desaparecidas
por completo, otras en estado de semirruina y las más, afortunadamente, en un
excepcional estado de conservación. Son las llamadas “Torres de la Huerta”, con un alto interés cultural e histórico de
la provincia de Alicante, como la presente Torre
Conde.
Localización en Google Maps
Vista de la Torre Conde en Google
Su ubicación exacta se encuentra entre la
playa de la Albufereta y el conocidísimo Tossal
de Manises, antiguo asentamiento ibero-romano de esta parte de Alicante. Se
encuentra situada en el Camino de la Huerta, nº 84 y muy cerca de la Torre de Sarrió, a
escasos metros al oeste de la misma, y de la Torre Boter al este.
Localización en el mapa topográfico
Actualmente existe un
proyecto auspiciado por diversos estamentos públicos y privados, tales como el
Excmo. Ayuntamiento de Alicante y algunos colectivos ciudadanos, entre los que
destaca el Grupo por la Recuperación de las Torres de la Huerta, que pretende
realizar un recorrido a la veintena de torres, realizando un carril bici/peatonal
para poder visitarlas y que durará entre las 2 horas en bicicleta y las 4 horas
haciéndolo a pie. La Torre Conde estará incluida en el itinerario.
Itinerario de visita a las Torres de la Huerta
Ubicación de la torre en el recorrido
Historia:
La partida de la Condomina se ha
caracterizado, ya desde época lejana, por el establecimiento de población en
numerosas villas dispersas, que en la mayoría se mantienen en la actualidad y
que se comenzaron a construir tras la desaparición de la ciudad romana del
Tossal de Manises.
Algunas, más cercanas al mar, tenían como
misión formar una red de alerta rápida para dar aviso de la proximidad
de los enemigos al castillo-fortaleza más cercano, que presumiblemente sería el
de Santa Bárbara, en Alicante. Otras, situadas más al interior, formarían parte
integrante de la masía a la que
pertenecían, constituyendo lo que en el Maestrazgo valenciano se conoce como
“masía fortificada”, haciendo que la defensa de las mismas se realizase de
forma autónoma, en la que la defensa de ellas se basaba en una gran torre de
recia construcción en la que los miembros que formaban dichas masías se
refugiaban de los ataques hostiles.
En cualquier caso, no hay que olvidar que el
margen de las tensiones entre comunidades cristianas y musulmanas después de la
expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII, los factores de
inseguridad se mantuvieron hasta algunos siglos después. Los ataques
berberiscos a la costa alicantina se mantuvieron hasta bien entrado el siglo
XVII y, posteriormente, la amenaza de la flota de guerra francesa estuvo
presente durante la Guerra de los Treinta Años. Además, el bandidaje, oculto en
las cercanas montañas alicantinas, también tuvo su incidencia en el
mantenimiento de estas casas fortificadas.
Son pues, un excelente ejemplo de arquitectura
militar-defensiva adaptada a las circunstancias sociales de estos siglos y se
tiene conocimiento de que al menos existieron unas 30 torres, de las cuales
muchas de ellas, las 26 que presentamos
aquí, están debidamente catalogadas, mientras que otras han desaparecido por
completo, como la Torre Maimona, la Torre Teresa o la Torre de Rizo.
Su construcción data de la segunda mitad del siglo XVI, por la existencia de base alamborada en la misma.
Estado
actual:
Escudo de la ciudad de Alicante
Torre Conde (antigua)
La Torre Conde, también
conocida como Torre del Conde, se
encuentra en el Camino de la Huerta, con acceso desde el Camino de la Playa de
San Juan, en un punto medio entre éste y el Camino de Benimagrell. Es de propiedad privada de la empresa Orvi.
El conjunto arquitectónico consta actualmente
de la torre y de los restos arruinados de la vivienda y construcciones anexas,
con una valla de cerramiento de la parcela y el antiguo jardín.
Es de planta rectangular y volumen prismático,
elevada sobre una base alamborada en la que se observan tres niveles y un
semisótano, con una altura total de 7,66 m. Dispone de sillería de refuerzo en las esquinas y cincho de atado y mampostería en los muros de carga. El sótano de la misma hacía de aljibe.
Se accede a la primera planta a través de una pequeña puerta orientada al oeste a unos 1.30 metros de altura sobre el talud y con arco de medio punto formado por dovelas. Mantiene señales de sistema de gorronera y huecos laterales en la sillería para su cierre mediante tranca. A la izquierda nace la escalera original de caracol o helicoidal que da paso a cada nivel.
Dispone de dos ventanas al oeste, una al sur y dos aspilleras. La terraza es plana y llegó a tener una pequeña espadaña con campana, seguramente para dar aviso en caso de ataque. Debido a la altura de la torre la visibilidad hacia el resto era casi perfecta, siéndolo todavía hoy a pesar de las construcciones y el arbolado.
Se accede a la primera planta a través de una pequeña puerta orientada al oeste a unos 1.30 metros de altura sobre el talud y con arco de medio punto formado por dovelas. Mantiene señales de sistema de gorronera y huecos laterales en la sillería para su cierre mediante tranca. A la izquierda nace la escalera original de caracol o helicoidal que da paso a cada nivel.
Dispone de dos ventanas al oeste, una al sur y dos aspilleras. La terraza es plana y llegó a tener una pequeña espadaña con campana, seguramente para dar aviso en caso de ataque. Debido a la altura de la torre la visibilidad hacia el resto era casi perfecta, siéndolo todavía hoy a pesar de las construcciones y el arbolado.
Actualmente, como decimos, solo queda del
conjunto la torre, habiéndose perdido tanto la vivienda como el jardín. Varela
(1.983) destaca de ella “ lo que fue una fábrica de excelente sillería”. En sus inmediaciones todavía quedan los restos de las dependencias anexas a la torre, incluidas las de la casa adosada, un gran aljibe y lo que parece ser una gran nave agraria para el servicio de la antigua finca. Se encuentra el conjunto vallado a la espera de una puesta a punto de todo él.
La importancia de este conjunto, que presenta
sus trazas originales, hace que parezca interesante su recuperación inmediata
de la volumetría inicial, sin generar un falso monumento histórico.
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