Localización:
Entre los confines de los términos municipales de Alicante y San Juan, existe una zona denominada Partida de la Condomina, zona de huerta antigua que en la actualidad ha sido en la mayoría de su extensión absorbida por las modernas urbanizaciones de la Playa de San Juan, y en la que existen una veintena de torres guaita, muchas de ellas abaluartadas, en muy distintos grados de conservación. Algunas desaparecidas por completo, otras en estado de semirriona y las más, afortunadamente en un excepcional estado de conservación. Son las llamadas "Torres de la Huerta", con un alto interés cultural e histórico de la provincia de Alicante, como es el caso de la presente Torre de las Paulinas, aunque en este caso se encuentre en la vecina población de Muchamiel.
Localización en Google Maps
Vista de la Torre de las Paulinas en Google
En concreto, esta torre se incluye en el
catálogo de Torres de la Huerta, aunque su ubicación no esté propiamente en la
misma, ya que se encuentra a las afueras del pueblo de Mutxamell (Muchamiel), en su zona
Oeste, en una calle que lleva su nombre, y que fue transformada en un establecimiento de restauración y eventos varios, aunque en la actualidad se encuentra cerrado. Es importante la serie de construcciones modernas, de estilo medieval, que los dueños emprendieron en su interior y que aún pueden observarse.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
Antigua fotografía de la Torre de las Paulinas
La partida de la Condomina- San Juan, y en esta caso por extensión a Muchamiel, se ha
caracterizado, ya desde época lejana, por el establecimiento de población en
numerosas villas dispersas, que en la mayoría se mantienen en la actualidad y que
se comenzaron a construir tras la desaparición de la ciudad romana del Tossal
de Manises.
Algunas, más cercanas al mar, tenían como misión formar una red de alerta rápida para dar aviso de la proximidad de los enemigos al castillo-fortaleza más cercano, que presumiblemente sería el de Santa Bárbara en Alicante. Otras, situadas más al interior, formarían parte integrante de la masía a la que pertenecían, constituyendo lo que en el Maestrazgo valenciano se conoce como "masía fortificada", haciendo que la defensa de las mismas se realizase de manera autónoma, en la que la defensa de ellas se basaba en una gran torre de recia construcción en la que los miembros que formaban las masías se refugiaban en caso de ataques hostiles.
Algunas, más cercanas al mar, tenían como misión formar una red de alerta rápida para dar aviso de la proximidad de los enemigos al castillo-fortaleza más cercano, que presumiblemente sería el de Santa Bárbara en Alicante. Otras, situadas más al interior, formarían parte integrante de la masía a la que pertenecían, constituyendo lo que en el Maestrazgo valenciano se conoce como "masía fortificada", haciendo que la defensa de las mismas se realizase de manera autónoma, en la que la defensa de ellas se basaba en una gran torre de recia construcción en la que los miembros que formaban las masías se refugiaban en caso de ataques hostiles.
En cualquier caso, no hay que olvidar que el
margen de las tensiones entre comunidades cristianas y musulmanas después de la
expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII, los factores de
inseguridad se mantuvieron hasta algunos siglos después. Los ataques
berberiscos a la costa alicantina se mantuvieron hasta bien entrado el siglo
XVII y, posteriormente, la amenaza de la flota de guerra francesa estuvo
presente durante la Guerra de los Treinta Años. Además, el bandidaje, oculto en
las cercanas montañas alicantinas, también tuvo su incidencia en el
mantenimiento de estas casas fortificadas.
Son pues, un excelente ejemplo de arquitectura
militar-defensiva adaptada a las circunstancias sociales de estos siglos y se
tiene conocimiento de que al menos existieron unas 30 torres, de las cuales
muchas de ellas, las 26 que presentamos
aquí, están debidamente catalogadas, mientras que otras han desaparecido por
completo, como la Torre Maimona, la Torre Teresa o la Torre de Rizo. Su construcción data de principios del siglo XVII.
Estado
actual:
La Torre de las Paulinas se halla totalmente
restaurada, aunque en este proceso haya perdido parte de su original aspecto,
siendo una construcción de planta cuadrada con almenas en forma de puntas que
coronan su terraza, siendo las cuatro de las esquinas un poco más altas de las
demás.
Consta de planta baja y dos alturas, siendo su
fábrica de mampostería en los cuerpos de torre, rematados por sillería en las
aristas de los cuatro lados de la misma. Sólo posee una pequeña abertura, a modo de ventana en una de sus caras, siendo el resto ciegas, aunque presentando numerosas aspilleras.
El acceso a la torre se hace por la vivienda
que está adosada a la torre, que está habitada, por lo que el permiso a sus
dueños es necesario para poder visitarla, aun teniendo en cuenta que actualmente el restaurante se encuentra cerrado. Para acceder a la finca se ha
construido un muro con entrada en arco de media punta en cuya parte superior
figura el nombre de la torre y, por extensión, de la finca.Se trata, pues, de una hermosa torre de defensa en un excepcional estado de conservación aunque muy remozada de su porte original.
Visita efectuada el 29-01-19:
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