Localización:
Entre los confines de los términos municipales
de Alicante y San Juan, existe una zona denominada la Partida de la Condomina,
zona de huerta antigua que en la actualidad ha sido en la mayoría de su
extensión absorbida por las modernas urbanizaciones de la Paya de San Juan, y
en las que existen una veintena de torres vigía y de defensa, muchas de ellas
abaluartadas, en muy distintos grados de conservación. Algunas desaparecidas
por completo, otras en estado de semirruina y las más, afortunadamente, en un
excepcional estado de conservación. Son las llamadas “Torres de la Huerta”, con un alto interés cultural e histórico de
la provincia de Alicante, como la presente Torre
Sarrió, confundida durante muchos años con la mal llamada Torre de Picó (Ref. CA-108) por estar en una finca que pertenecía a la familia Picó, muy cercana a la Torre de Sarrió.
Localización en Google Maps
Vista de la Torre de Sarrió en Google
Su ubicación exacta se encuentra entre la
playa de la Albufereta y el conocidísimo Tossal
de Manises, antigua asentamiento ibero-romano de esta parte de Alicante. Está
situada en la Rotonda Carolina Pascual, en la Vía Parque, y a poca distancia del Camino del
Ciprés, donde se encuentra la torre de este nombre.
Localización en el mapa topográfico
Actualmente existe un
proyecto auspiciado por diversos estamentos públicos y privados, tales como el
Excmo. Ayuntamiento de Alicante y algunos colectivos ciudadanos, entre los que
destaca el Grupo por la Recuperación de las Torres de la Huerta, que pretende
realizar un recorrido a la veintena de torres, realizando un carril bici/peatonal
para poder visitarlas y que durará entre las 2 horas en bicicleta y las 4 horas
haciéndolo a pie. La Torre Sarrió estará incluida en este itinerario y además será el Centro de Interpretación de las Torres de la Huerta de Alicante.
Nota: El proyecto del que hablamos ya es una realidad en esta fecha, y es válido para todas las Torres de Huerta que comprenden el recorrido citado, habiéndose puesto en las inmediaciones de las torres unos paneles informativos sobre ellas, así como señalizaciones viales que indican cómo llegar hasta cada una de ellas.
Asimismo comunicamos que el Centro de Interpretación de las Torres de la Huerta de Alicante se ha situado, como estaba previsto, en la presente Torre de Sarrió.
Nota: El proyecto del que hablamos ya es una realidad en esta fecha, y es válido para todas las Torres de Huerta que comprenden el recorrido citado, habiéndose puesto en las inmediaciones de las torres unos paneles informativos sobre ellas, así como señalizaciones viales que indican cómo llegar hasta cada una de ellas.
Asimismo comunicamos que el Centro de Interpretación de las Torres de la Huerta de Alicante se ha situado, como estaba previsto, en la presente Torre de Sarrió.
Itinerario de las Torres de la Huerta
Ubicación de la Torre de Sarrió en el itinerario
Historia:
La partida de la Condomina se ha
caracterizado, ya desde época lejana, por el establecimiento de población en
numerosas villas dispersas, que en la mayoría se mantienen en la actualidad y
que se comenzaron a construir tras la desaparición de la ciudad romana del
Tossal de Manises.
Algunas, más cercanas al mar, tenían como
misión formar una red de alerta rápida para dar aviso de la proximidad
de los enemigos al castillo-fortaleza más cercano, que presumiblemente sería el
de Santa Bárbara, en Alicante. Otras, situadas más al interior, formarían parte
integrante de la masía a la que
pertenecían, constituyendo lo que en el Maestrazgo valenciano se conoce como
“masía fortificada”, haciendo que la defensa de las mismas se realizase de
forma autónoma, en la que la defensa de ellas se basaba en una gran torre de
recia construcción en la que los miembros que formaban dichas masías se
refugiaban de los ataques hostiles.
En cualquier caso, no hay que olvidar que el
margen de las tensiones entre comunidades cristianas y musulmanas después de la
expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII, los factores de
inseguridad se mantuvieron hasta algunos siglos después. Los ataques
berberiscos a la costa alicantina se mantuvieron hasta bien entrado el siglo
XVII y, posteriormente, la amenaza de la flota de guerra francesa estuvo
presente durante la Guerra de los Treinta Años. Además, el bandidaje, oculto en
las cercanas montañas alicantinas, también tuvo su incidencia en el
mantenimiento de estas casas fortificadas.
Son pues, un excelente ejemplo de arquitectura
militar-defensiva adaptada a las circunstancias sociales de estos siglos y se
tiene conocimiento de que al menos existieron unas 30 torres, de las cuales
muchas de ellas, las 26 que presentamos
aquí, están debidamente catalogadas, mientras que otras han desaparecido por
completo, como la Torre Maimona, la Torre Teresa o la Torre de Rizo.
Su construcción data de finales del siglo XVI (1.594), como reza en uno de los sillares de la fachada de la edificación.
Escudo de la ciudad de Alicante
Se encuentra ubicada en la
rotonda Carolina Pascual del Bulevar Miriam Blasco, en su cruce con la Vía Parque. El conjunto
arquitectónico, en la actualidad abandonado, está constituido por la primitiva
casa y anexos, algo reformados, que incorpora la torre en la esquina SE. Un
jardín con iluminación de farolas delimita la inicial parcela del conjunto.
La torre es de planta cuadrada ( 5,85 x 6,05
m.) y volumen prismático, que se eleva sobre un plinto troncopiramidal. Ocupa
una posición lateral, en la esquina de la casa adosada, con sus fachadas
orientadas a este y sur, hacia la costa. Se asienta sobre un semisótano con bóveda rebajada, al cual se accedía desde una entrada realizada en la vivienda. Bajo de dicho sótano hay otro sótano, caso único hasta la fecha, que en realidad es una cámara de aire con las mismas características, sin aparente comunicación con el semisótano y con bastante humedad. Se ha propuesto la hipótesis que este segundo sótano pudera haber sido un aljibe, al que se accedía por una trampilla.
La escalera helicoidal arranca a la izquierda del pequeño hueco de la puerta y gira en sentido contrario al de las agujas del reloj. Dispone de dos ventanas al sur y un pequeño vano, abocinado en el interior, en la planta baja que fue ventana hasta su restauración. También se observan dos aspilleras al este sobre la techumbre de la casa, así como otra ventana al oeste. Junto a la ventana de segunda planta hay una serie de pequeñas líneas verticales, al igual que en la Torre del Ciprés, que tal vez puedan suponer la contabilidad de algo.
La escalera helicoidal arranca a la izquierda del pequeño hueco de la puerta y gira en sentido contrario al de las agujas del reloj. Dispone de dos ventanas al sur y un pequeño vano, abocinado en el interior, en la planta baja que fue ventana hasta su restauración. También se observan dos aspilleras al este sobre la techumbre de la casa, así como otra ventana al oeste. Junto a la ventana de segunda planta hay una serie de pequeñas líneas verticales, al igual que en la Torre del Ciprés, que tal vez puedan suponer la contabilidad de algo.
La cubierta es plana, transitable y accesible
desde la primitiva escalera de caracol, presentando un remate recto, sin
cornisa ni almenas.
Sus muros son de fábrica de sillarejo, con
sillería en las esquinas, huecos y almenas. En un sillar de la fachada existe
una inscripción: “ PERE HO…IS 1594”, fecha más que probable de la
finalización de la construcción de la torre, siendo los elementos restantes más
contemporáneos, posiblemente de principios del XVII.
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