LA
ESTRUCTURA URBANA MUSULMANA EN LA PROVINCIA DE ALICANTE:
LA BÚSQUEDA DE LA CIUDAD ÁRABE de AL-´ASKAR
LA BÚSQUEDA DE LA CIUDAD ÁRABE de AL-´ASKAR
La geografía urbana de la actual provincia de
Alicante se caracterizó durante la época de dominio musulmán por la ausencia de
ciudades de primerísima importancia (mada´in
ó medina), si se exceptúa el caso especial de Denia (al-Daniya), tal vez la
más importante de las ciudades de al-Andalus,
que en sus mejores tiempos llegaría a contar con cincuenta mil habitantes y a
Orihuela (al-Uriyuli), que tuvo una población cercana a los setenta mil
habitantes.
El geógrafo al-Idrisi describe a Denia en
el siglo XII como una bonita ciudad marítima con un arrabal muy poblado, al
igual que lo hiciera al-Himyari, otro
geógrafo árabe del siglo XV. Yaqut en
el siglo XIII se refiere a ella como la ciudad de al-Andalus más importante del distrito andalusí de Valencia.
Sin embargo, otro geógrafo del siglo XII, al-Zuhri, indica que se trata de una
gran medina construida por los godos, y que su gente tiene el rostro amarillo
debido al sry que el mar arroja a su
costa. El hedor que exhala este sry es tal, que enferma a los habitantes,
destruyendo la belleza de sus rostros, que toman un tinte amarillento y a su
delgadez extrema.
De ello se puede deducir que Denia se
encontraba en un lugar pantanoso e insano, en el que el paludismo, debido a los
mosquitos, hacía mella en sus habitantes, y no al sry como suponía al-Zuhri.
En los aspectos históricos, Yaqut menciona al
mejor lector del Corán, Abu A-mar ben
Said al-Dani (el de Denia), así como a Hisam
ben al-Kinani al- Wakkasi, notable
experto en lógica y geometría.
En cuanto a Orihuela, al-Himyari dice que se trata de una ciudad (medina) que data de
tiempos remotos, habiendo sido capital de los bárbaros (ayam), siendo sede de uno de sus reinos, así como la capital de
Teodomiro, a cuya fortaleza fue éste a refugiarse a la llegada de los árabes.
Su nombre proviene del latín Oriollum,
“la que es de oro”, y al igual que Yaqut
hace constar que pertenece a la kura de Tudmir. En cuanto a su situación, al-Edrisi dice que está edificada en las
orillas del río Blanco ( el río
Segura) y protegida por una poderosa
fortaleza situada en lo alto de una montaña, y abundando en su descripción, al-Himyari apunta que Orihuela está
rodeada de jardines y huertos con variedad de abundantes frutos, especialmente
naranjas. Ambos describen los zocos existentes en sus inmediaciones, así como
algunas alquerías ( al-qarya).
Respecto a su historia de nombres ilustres,
Yaqut dice que fue originario de Orihuela el jurista, literato y poeta árabe Abu-l-Qasim Jalef ben Muhben Fathun al Uriyuli (el de Orihuela) el cual
escribió un texto importante de fórmulas notariales y fue cadí de Denia.
También, según al-Himyari, en esta medina de Orihuela desempeño el cargo de cadí
un notable militar árabe, Abu-l-Walid al
Bayi.
En el interior de la provincia, las únicas
poblaciónes que parecen haber sido algo más que un simple hisn rural (castillo de interior) y haber presentado algunas de las
características de una madina o
ciudad es Cocentaina, por haber sido nombrada algunas veces en los textos
andalusíes como un pequeño centro cultural árabe, y el sitio de Altea, en la
costa.
Con el nombre de Qusantana figura Cocentaina en los textos de Yaqut, el cual dice que se trata de un hisn (castillo) maravilloso
dependiente de la Denia de al-Andalus.
En cuanto a Altea (Altaya), Yaqut la cita en
el siglo XIII como una importante al-qarya
(alquería islámica), aldea perteneciente al término de Denia, y englobada
en el iqlim (distrito agrícola) del Yabal, o sea, de la montaña de al-Andalus. Menciona, asimismo, que
Altaya no es importante por su aspecto político ni económico, sino por haber sido
natural de ella un famoso gramático andalusí, llamado Ma-afiri al- Alta´i, o sea, el de Altea.
Caso aparte merece nombrar a Alicante, la
capital provincial, la llamada Laquant
árabe, sometida a la autoridad de Teodomiro y que pasó a formar parte de la kura (provincia) de Tudmir.
Las referencias a esta madina se encuentran en al-Idrisi,
que escribe en el siglo XII, y en al-Himyari,
que lo hace en el siglo XV. Ambos coinciden en que se trata de una medina
pequeña, que cuenta con una mezquita aljama,
dotada de púlpito oratorio, amparada por un poderoso hisn (castillo) situado en una montaña de difícil acceso.
Laquant contaría
además con un importante astillero donde se construían los bajeles y navíos
árabes, éstos últimos denominados por al-Himyari
como harariq (brulotes). Según al-Idrisi, Alicante no tenía demasiada importancia como medina
árabe en la época de al-Andalus, y nombra en sus inmediaciones la isla de Ablanasa (Tabarca), frente al cabo al-Nadur ( cabo de Santa Pola).
Los autores árabes describen que había una
gran diferencia entre la primera ciudad visigótica de Alicante, heredera de la Lucentum romana, que se encontraba en el
barrio actual de Benalúa y la ciudad islámica recogida en las laderas del monte
Benacantil o Penna Laquanti, donde se
situaba la alcazaba musulmana.
Estos desplazamientos poblacionales parecen en
todas las ciudades de Tudmir, debido a la llegada del Islam, pero sobre todo a
los árabes llegados del yund de
Egipto, que se asentaron en buena parte en estas tierras, estableciéndose en
campamentos próximos a las ciudades, originando el desplazamiento total de la
población y que produjeron el abandono de las mismas.
Yaqut no
menciona Alicante en la parte de su obra referente a al-Andalus, lo que indica que en siglo XIII, hubiera decaído la
importancia portuaria de Laquant, a
favor de la preponderancia de Daniya (
Denia).
Y aquí llegamos hasta lo que ahora nos
interesa.
A estas ciudades, cabría
añadir a la misteriosa al-´Askar, mencionada por muchas
fuentes altomedievales, y de la que no sabemos si se trataba de una población
conocida actualmente bajo otro nombre, o si correspondería a alguna antigua
ciudad musulmana totalmente abandonada y olvidada.
En la primera descripción geográfica de al-Andalus que conocemos, la del oriental
al-Ya´qubi, redactada a finales del
siglo IX, figuran solamente dos ciudades levantinas mencionadas como
pertenecientes al país de Tudmir: Lorca
y al-´Askar.
Ambas están caracterizadas por estar dotadas
de un minbar, o cátedra para la
predicación de la oración del viernes, lo que supone que jugaban un cierto
papel importante político-administrativo, como cabeza de una demarcación, ya
que desde el minbar se pronunciaba el nombre del príncipe cuya autoridad era
reconocida en sus territorios.
Por tanto, esta población de al-´Askar
parece haber sido una fortaleza bastante importante, y que las fuentes permiten
situar con cierta probabilidad en la parte septentrional de la provincia
alicantina.
Su significado árabe es “el campamento militar”, y Francisco Codera propuso identificar este
al-´Askar con el desploblado de
Alasquer cercano a Alzira, que era una alquería de poca importancia cercano a
esta ciudad valenciana, mientras que las fuentes árabes obligan a pensar en una
población de categpría mucho más elevada.
Otras fuentes sugieren una localización en las
fronteras de las kuras de Tudmir y
Valencia, mal determinadas en aquella época, o sea, bastante más al sur de
Alzira.
Al-´Askar,
en efecto, vuelve a aparecer en otros textos relativos a las campañas militares
de finales del emirato e inicios del califato, ya que durante la expedición
emiral del año 886 en la región de Tudmir, mientras el ejército estaba acampado
en la huerta murciana, le llegaron tributos de al-Yazira ( Alzira ?) y de al-´Askar,
en signo de obediencia. Por ello, es casi seguro que se no trataba de las
mismas ciudades y lo que se extrae de la lectura de los textos es que, al
menos, al-´Askar era cabeza de un
distrito o región de la misma importancia que Alzira.
Más tarde, en el año 924, el entonces emir Abd al-Rahman III, que pronto tomaría el
titulo califal, dirige una expedición contra la España cristiana, pero
aprovecha el haber reunido un nimportante ejército para efectuar una
demostración de fuerza en la zona levantina,
logrando la sumisión de Amir ibn Abi
Yawsan, que ocupaba Xátiva, Alzira y Valencia, pero no la de otro rebelde, Muhammad ibn Abd al-Rahman al-Sayj, cuyas
fortalezas importantes eran Callosa de Segura (Qalyusa) y Alicante, y que se habría refugiado en al-´Askar, que también le pertenecía,
por lo que se puede pensar que dicha fortaleza estaba situada en lugar más
apartado y menos expuesto que Callosa del Segura y Alicante, o sea, alguna zona
montañosa de Alcoy, sin llegar hasta la región de Xátiva, que dependía de otro
poder local.
Sin embargo, en el relato de la campaña que
hace Bayan al-Mugrib, consta que al-´Askar formaba parte de la región
valenciana, lo que impide situarla muy al sur de la comunidad.
Otro documento cristiano del siglo XIII nombra
una sierra de Alascar, que parece estar situada en las estribaciones de la sierra
de Aitana, y que podría tener alguna relación con lo que buscamos.
El caso de al-´Askar
no es único, pues se tiene constancia de otros lugares desaparecidos en la
misma zona septentrional de Alicante. Citaremos dos de ellos que señalan las
fuentes árabes:
En primer lugar un castillo ( o hisn) llamado Farqasa, cercano a Denia,
en el que, según el autor del siglo XIII Yaqut,
se fabricaban determinados tipos de vestidos. El otro, se trataría de un
poblado o distrito llamado Bitrawsa,
también dependiente de Denia, y del que procedía una afamada familia de
juristas muy conocidos en Denia y Xátiva desde la época de las taifas.
De este último caso se sospecha que el lugar
ha dejado su nombre al llano de Petrosa, entre Penáguila y
Gorga, ya que cerca se han encontrado los restos de un poblado musulmán
relativamente importante, que ha proporcionado material cerámico del siglo X y
XI.
Sin embargo, la “desaparición” de al-´Askar
es mucho más extraña, tratándose de una población a la que se daba
la categoría de ciudad ( madina ).
Sin embargo, al-Idrisi, en el siglo XII, documenta al hablar de una ciudad de la
provincia de Alicante, Als,
correspondiente a la medina de Elche, que “está
edificada en un llano, atravesado por un canal bajo los muros de la ciudadela
que alimenta a los baños, y cuyas aguas proceden de un rio de aguas salobres,
por lo que están obligados sus habitantes a beber de aguas pluviales traídas
también de fuera de la ciudad y que conservan en grandes tinajas.”
Hecho remarcable por la circunstancia de que
el río Vinalopó atraviesa terrenos sedimentarios triásicos de los cuales se
emanan fuentes de agua salada en las proximidades de Aspe, antes de alcanzar la
ciudad de Elche.
Al-Yakut también documenta
que esta medina “tiene grandes
huertos productores de dátiles y produce
espléndidas alfombras.”
Por las pruebas documentales, y tras el
descubrimiento a finales del siglo XX de la Ciudad Amurallada del Castellar de la Morera, situada en las
cercanías del Embalse del Vinalopó en la ciudad de Elche, los arqueólogos
creyeron encontrar, al fin, los restos de esta importante medina árabe de época
emiral-califal, datada en los comienzos de la invasión árabe de nuestra
provincia, y acaecida en los siglos IX y X de nuestra era.
Os recomiendo ver en nuestro Blog, la entrada
correspondiente a esta fortificación numerada con la referencia CA-271.
Ximo G. Rico
Septiembre-2014
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