El Castillo-Torre de la Peña Foradá, también
conocido como la Torre de Benitaya,
se encuentra situado frente a la localidad Benitaya ( ó Benitaia), núcleo
poblacional de la Vall de Gallinera, y situada en el valle del mismo nombre, perteneciente
a la comarca de la Marina Alta.
Localización en Google Maps
Su ubicación exacta se encuentra en una atalaya rocosa llamada Penya Foradá ( en castellano, Paña Horadada), en la ladera de la sierra de la Aforadá, en una ligera meseta defendida por dos barrancos, cerrando el Valle de Gallinera por occidente, a la vez que controla el paso hacia Cocentaina (El Comtat). Es necesario subir hasta él utilizando la senda que existe al efecto, bastante penosa de subida pero no por ello menos hermosa. Es el camino, además, de acercamiento al castillo de Benissili.
Historia:
La historia de la Vall de Gallinera viene
dictada por la existencia de los castillos de Benisili y Benirrama, pues si el
primero corta el paso hacia el Comtat, el de Benirrama lo hace hacia el valle
de Pego, por la parte oriental, en la Vall de Ebo.
Ambas fortalezas fueron construidas para este
fin: el control de gentes y tropas enemigas por el Vall de Gallinera. El
castillo-torreón de la Peña Foradá sería un bastión defensivo y de alerta en la
subida al Castillo de Benissili, dependiente de éste como lugar de observación
y control a quienes llegaban hasta él.
Este Castillo-Torre fue ocupado por milicias
cristianas entre los años 1.276 y 1.277, con motivo de la sublevación de las
tropas sarracenas capitaneadas por el caudillo árabe Al-Azraq contra los
cristianos.
Históricamente han participado en los mismos
hechos de armas relacionados con los pueblos de este valle, especialmente con
las sublevaciones musulmanas y el posterior hecho de ser los últimos reductos
de los moriscos después del decreto de expulsión de 1.609.
En 1.396 se produjo un gran terremoto en el
valle, y mientras que el castillo de Benisili casi no tuvo daños considerables,
no sucedió lo mismo con el de Benirrama, que prácticamente quedó casi en
ruinas, por lo que tuvo que ser reconstruido en el siglo XV, quedando en su
actual aspecto.
Con el problema morisco resulto tras su
expulsión, ambos castillos fueron paulatinamente siendo abandonados, pasando
sus moradores al valle, con la consiguiente entrada en desuso de ambos y su
posterior desmantelamiento, al igual que sucedió con el presente.
“Dada la
total ausencia de referencias sobre este castillo en las fuentes cristianas,
que no hubiesen faltado si la fortificación hubiera permanecido en pie en
tiempos del rey Jaime I,… hubiesen hecho de él un lugar muy nombrado…” (Rubio
Gomis, F., Catálogo de materiales y
yacimientos altomedievales del Museo
Arqueólogico de Alcoy, 1.986).
Estado actual:
Escudo de la Vall de Gallinera
Estado actual:
Se trata de un lugar estratégico, por dominar
el paso único que por esta zona comunica los dos valles ya indicados, siendo
este paso una escalera excavada en la misma roca.
En el altozano se determinan todavía por su
lado Sur los restos del antiguo trazado de la muralla, aunque el sitio está muy
alterado por algunas labores agrícolas y las posteriores construcciones
medievales.
La zona está acotada por un recinto de lienzos
de muralla hecha de grandes bloques de piedra irregular, seguramente
perteneciente a un antiguo poblado amurallado de la Edad del Bronce, por
algunos escasos restos encontrados en las prospecciones, que en el lugar
existió.
Casi paralela a esta muralla, y por el
interior, se construyó la muralla medieval, de unos 50 cm. de grosor,
conservándose una altura de unos 80 cm. de media. Está fabricada con mortero
sólido.
La torre, que debía ir adosada a la pared
rocosa, pudo conectar con la muralla que protege el punto más alto. Su sistema
de construcción difiere del de la muralla, al menos en la parte que se conserva
todavía, siendo su fábrica de piedras irregulares unidas por argamasa de
mortero.
El interior estaba enfoscado, y el suelo
pavimentado por una capa endurecida con un cemento semejante al usado para el
mortero, pero sin piedras.
Su datación, desechando la etapa de la Edad del Bronce, es de la última etapa califal, sobre el siglo X. Por consiguiente, nos hallamos ante un yacimiento de corto periodo de ocupación que, de una manera amplia, abarcaría los siglos X y XI, y primera parte del XII. Los datos apuntan a que su construcción total debió estar comprendida entre el año 1.076 y el 1.095, siendo abandonada alrededor del año 1.150.
Su datación, desechando la etapa de la Edad del Bronce, es de la última etapa califal, sobre el siglo X. Por consiguiente, nos hallamos ante un yacimiento de corto periodo de ocupación que, de una manera amplia, abarcaría los siglos X y XI, y primera parte del XII. Los datos apuntan a que su construcción total debió estar comprendida entre el año 1.076 y el 1.095, siendo abandonada alrededor del año 1.150.
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