Localización:
El Castillo, conocido
también como Castillo de Altamira, y
las murallas de Crevillente estuvieron situadas en el espacio físico que en la
actualidad ocupa el núcleo urbano de la ciudad. Si hay un edificio emblemático
añorado por los habitantes de Crevillente es, sin duda, su antiguo castillo
medieval, que ha sido víctima de la demolición para urbanizar el casco antiguo
de la ciudad a principios del siglo XX.
Localización en Google Maps
Se situaban en una pequeña loma que estaba a
la derecha de la Rambla y en los alrededores de las actuales calles Blasco
Ibáñez, Llavador y del Vall. De ellos solo quedan mínimos restos, ya que la
mayoría de sus materiales fueron aprovechados para la construcción de algunas
viviendas señoriales muy cercanas a ambas construcciones medievales.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
Los orígenes de este castillo y su muralla
con inequívocamente musulmanes. Los pocos documentos existentes demuestran lo
expuesto, ya que en uno de ellos se dice explícitamente: “ la fábrica de dicho castillo se reconose manifiestamente que es del
tiempo de los sarracenos en tant que sus primitivas paredes son de tapiá o de
terra y mortero”.
Quedó esta comarca en el área de expansión
castellana según el Tratado de Almizra, razón ésta por la que las tropas del
infante Don Alfonso las conquistaron en el año 1.245. Como sucedió en otras
comarcas limítrofes, Jaime I tuvo que intervenir para sofocar la rebelión
islámica y en el año 1.265 el monarca aragonés las tornaría a reconquistar,
entregándola al reino de Castilla.
De esta época data la reconstrucción del
castillo de Altamira y sus murallas, y en año 1.304, Crevillente pasaría a ser
integrada en el reino de Valencia, como otros municipios de las comarcas
cercanas. Las murallas, por su parte, debieron pertenecer al recinto
fortificado del antiguo castillo, como construcción anexa al mismo, y rehechos
sobre antiguos restos anteriores de fortificación.
En el año 1.319, Pedro IV marca las normas de
cómo debía guardarse y fortificarse el castillo de Crevillente, sufriendo
nuevas reformas que, unos años después, fueron inspeccionadas por la reina
Leonor, enviando un emisario para dar fe de las mismas, así como de las
fortificaciones del Campo de Elche.
En los años siguientes sería propiedad de
diversos señores, pasando a titularidad de la corona en el año 1.469. En el año
1.520, siendo parte integrante del señorío de Cárdenas, sufriría los efectos de
la Guerra de las Germanías. La población obtendría el título de villa,
concedido por el rey Felipe V, por su apoyo a la causa borbónica en el
transcurso de la Guerra de Sucesión.
Escudo de la población de Crevillente
Estado
actual:
Antiguo grabado del Castillo de Crevillente y sus murallas
Óleo antiguo con la imagen del Castell de Crevillente
El castillo ha desaparecido en la actualidad.
Tan sólo algún grabado antiguo, como el que ofrecemos a continuación, nos da fe
de lo que pudo ser el castillo de Altamira. Sólo sabemos que se encontraba en
el recinto antiguo de la medina islámica de Crevillente, y que sus restos están
ocupados por distintas viviendas de época posterior.
Entre la estructura de las mismas se pueden
apreciar distintos elementos que debieron pertenecer al castillo. Se supone que
tenía una planta aparentemente cuadrangular con cuatro torres, cuadrangulares
también, tres de ellas cantoneras y la otra de tipo atalaya de grandes
dimensiones, que sobresalía por encima de la línea de muralla. Esta torre, se
podría tratar de lo que en manuscritos antiguos se denominaba “Torre de la Marquesa”.
En el interior del castillo se contaría con un
patio de armas, con algunas dependencias anexas para la guarnición de la
fortaleza.
En su costado opuesto seguramente se abriría
la puerta principal que estaba presidida por un escudo de armas en piedra del
Duque de Arcos, uno de los poseedores de la fortaleza. Venía después un
corredor que daba paso a la barbacana, cuya muralla alcanzaba probablemente los
18 metros de altura, lo que daba a la fortaleza un excepcional mirador hacia la
Vega de Elche y algunas poblaciones de la Vega de Orihuela.
Cercana al castillo se supone que estaría la
torre albarrana que vigilaba el acceso a la ciudad desde el puente de la
Morquera. En cuanto a las murallas, también han desaparecido casi todos sus restos, y tan solo son apenas perceptibles algún pequeño trozo de las mismas, normalmente incorporados a la estructura antigua de algunas edificaciones urbanas actuales donde se situaban, así como el resto de algún portal lateral de ella que ha llegado en alguna condición aceptable y que se puede ver en las inmediaciones de donde se situaban antes de su demolición.
Lastima que ya no nos quede nada.lastima demolerlo para construccion hurbanistica
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