Localización:
El Castillo de Planes se
encuentra situado en lo alto de un pequeño cerrito dominando la misma población de Planes, situada en la
comarca de El Comtat.
Localización en Google Maps
Vista del Castillo de Planes en Google
No tenemos problema alguno para ubicarnos en
él, ya que por su situación privilegiada en la población sólo debemos
acercarnos a la parte alta de la población donde se encuentra la calle de
acceso a la fortaleza.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
La historia de Planes y su castillo viene
íntimamente ligada también con la Torre de la Almudaina, en la vecina población
de este nombre, pues ambos forman una perfecta unidad histórica y
arquitectónica.
El origen de las poblaciones de Planes y
Almudaina se enmarca en el periodo de dominación musulmana. Fueron conquistadas
por las tropas de Jaime I el Conquistador alrededor de 1.244. Sus primeros
propietarios, a los que se les entregó las villas, el castillo y la torre por
parte del propio monarca aragonés, fue la familia Garcés.
En el año 1.260, y ante la importancia
estratégica del castillo de Planes, el rey decidió cambiar la propiedad a los
Garcés por Perputxent, su castillo y alquería, en lo que hoy es la población de
Lorcha, situada también en la comarca de El Comtat. A continuación, Jaime I lo cedería a Doña Teresa Gil de Vidaura.
Esta zona se encontraba en la que más se vio
afectada por las revueltas moriscas acaudilladas por Al-Azraq. Cuando consiguió
dominar la sublevación, doña teresa Gil, D. Jaime de Xérica y su esposa, otorgaron
carta puebla en el año 1.278, sustituyendo parte de la población morisca por
cristianos, dándole la gobernación de las plazas a Arnaldo de Sernolis y a
Ramón de Purjasons, quienes con otros ciento treinta habitantes, constituyeron
la definitiva población, dependiente del condado de Cocentaina.
En el año de 1.425 alcanzó la categoría de
baronía, segregándose entonces de la ciudad de Cocentaina, de la que dependía
hasta ese momento.
En el año 1.609 obtendría el título de villa
por la ayuda prestada al monarca tras las luchas ocurridas para la expulsión de
los moriscos.
Escudo de la población de Planes
Estado
actual:
Plano del Castillo de Planes
Se trata de una fortificación de planta poligonal alargada con una superficie interna de 2.887 m2. La mayor parte conservada de este recinto pertenece a un poblado fortificado de origen almohade - finales del siglo XII y primera mitad del siglo XIII - construido con fábrica de tapial calicastrado de cal, arenas, gravas y mampuestos de pequeño tamaño, con tapiadas de 9,90 m de altura, 1,20 m de longitud y 1,30 m de anchura, construidas mediante la ayuda de un encofrado de 5 planchas de madera de 0,18 m de altura cada una.
Se conservan ocho torres de planta rectangular en saliente, situadas mayoritariamente en el frente sur del recinto. Al norte y al oeste, el recinto ha sido modificado en época cristiana, sumándole una torre de tapial en el relleno y sillería encadenada en las esquinas y un lienzo de mampostería irregular trabado con mortero de cal, reforzado con dos bories semicirculares que actúan como contrafuertes. Las razones de esta modificación hay que buscarlas en la adaptación como residencia feudal y a la posible destrucción causada por un terremoto producido entre los años 1.620 y 1.645.
La fortificación dispone de un antemural, con una liza situada entre los 2-3 metros de la fortificación, construido con la misma fábrica de tapial que el frente sur y este del recinto y que presenta varias lanceras de sección oblícua con 10 centímetros de diámetro. La excelente conservación del alzado de la fortificación ha permitido documentar hasta el adarve, formado por un pasillo que discurre sobre la parte interior de la muralla con una anchura de 0,80 metros. Exteriormente, dispone de un parapeto de 0,92 metros de altura y 0,50 metros de anchura, que sirve de asiento para un almenado de 0,83 metros de alto por 0,50 metros de ancho y separación de 0,25 metros entre ellas, lo que permite establecer una altura total de protección cercana a los 1,75 metros.
En
cuanto a las torres en saliente, se documentan 8, situadas en el
frente sur y este del recinto, siendo macizas en su cimentación y
parte de su desarrollo hasta que se establece las estancias
interiores de las torres, cubiertas con un forjado de madera plano
apoyado sobre viguetas de madera, con estrechas aspilleras y
alargadas en altura, disponiéndose, al menos, una ventana para cara
de la torre para mejorar la protección y visibilidad del recinto.
El sistema de ingreso es, quizás, uno de los elementos más destacados de este castillo y que demuestra lo complejo y sólido que era el sistema defensivo en época almohade, que realmente debe comenzar en el frente norte, a través de varios lienzos que acondicionan y dirigen el camino de ascenso hasta recorrer la liza desde el frente este atravesando todas las torres en saliente y desembocar al suroeste en el auténtico sistema de ingreso en recodo, generando un corredor que atraviesa dos torres a través de cuatro arcos de medio punto construidos en sillería, encontrándose en ésta últoma el recodo que permite desembocar en un acceso, dotado de tablacho tapiador.
Ambas torres, se encuentran unidas por un lienzo de tapial del que se conservan las dos plantas dotadas de una cubierta adintelada, tal y como demuestra la existencia de ménsulas de mampostería sobresaliendo a 4,06 m del suelo, de tal forma que en la parte superior existiría una gran estancia sobre el corredor con el objetivo de batir la liza sur del castillo. Aún se pueden ver los restos de este forjado de troncos de madera y una cama de compresión realizada mediante lajas de piedra aglutinadas con mortero de cal. El acceso a esta primera planta se realizaría por los vanos dispuestos en el interior del castillo.
El sistema de ingreso es, quizás, uno de los elementos más destacados de este castillo y que demuestra lo complejo y sólido que era el sistema defensivo en época almohade, que realmente debe comenzar en el frente norte, a través de varios lienzos que acondicionan y dirigen el camino de ascenso hasta recorrer la liza desde el frente este atravesando todas las torres en saliente y desembocar al suroeste en el auténtico sistema de ingreso en recodo, generando un corredor que atraviesa dos torres a través de cuatro arcos de medio punto construidos en sillería, encontrándose en ésta últoma el recodo que permite desembocar en un acceso, dotado de tablacho tapiador.
Ambas torres, se encuentran unidas por un lienzo de tapial del que se conservan las dos plantas dotadas de una cubierta adintelada, tal y como demuestra la existencia de ménsulas de mampostería sobresaliendo a 4,06 m del suelo, de tal forma que en la parte superior existiría una gran estancia sobre el corredor con el objetivo de batir la liza sur del castillo. Aún se pueden ver los restos de este forjado de troncos de madera y una cama de compresión realizada mediante lajas de piedra aglutinadas con mortero de cal. El acceso a esta primera planta se realizaría por los vanos dispuestos en el interior del castillo.
En
el interior, las excavaciones realizadas en el año 1.995 en vistas
de poner en valor el edificio, reveló la existencia de una trama
urbana, dotada de, al menos, cuatro viales paralelos con espacios
domésticos, fechada en época almohade y que fue colmatada con la
llegada de la conquista feudal (Menéndez Fueyo, 1995). Además, en
el interior de la fortaleza se conservan dos aljibes. Uno de ellos,
adosado a la cara interna del frente este de la muralla, tiene unas
dimensiones más que considerables, con 10,85 metros x 3,00 metros y
una profundidad de 3 metros. Poseía una bóveda de cañón nervada
que le confería la protección y cobertera, y ahora está
prácticamente perdida, conservando la forma abovedada en los
laterales y las nervaduras de refuerzo de la zona central. El otro
aljibe es de menor entidad, con unas dimensiones de 8 metros x 2,50
metros y unos 1,50 metros de profundidad máxima, con una bóveda
rebajada, ejecutada con un encofrado de cañizo atado con cordeles de
esparto, ya que todavía se conserva la forma que dejaron estos
elementos.
Después
de la conquista cristiana, fue entregado el 4 de abril de 1.259 a
al-Mudino, uno de los representantes de la mayoritaria población
musulmana de la zona, que actuó como alcaide hasta que Jaime I
entregó Planes entre los años 1.260 y 1.263 a Doña Teresa Gil de
Vidaure y al hijo de ambos, Don Jaime de Xérica, en el año 1.272.
Sin embargo, la revuelta mudéjar bajo el liderazgo del caudillo
árabe Al- Azraq, truncó las expectativas reales hasta que fue
repuesto el control señorial del territorio el 10 de junio de 1.278.
En el año 1.296, el castillo de Planes se entrega por el casamiento
de Doña Beatríz de Lauria y Lanza con Don Jaime II de Xérica, lo
que significó la total vinculación de la Baronía de Planes al
Señorío de Cocentaina.
En el año 1.992, el Ayuntamiento de Planes lo adquiere con vistas a su puesta en valor, iniciándose un proyecto de actuaciones previas en el año 1.995 financiado por la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana, seguido de una fase de consolidación de emergencia emprendida en el verano de 1.999.
En el año 1.992, el Ayuntamiento de Planes lo adquiere con vistas a su puesta en valor, iniciándose un proyecto de actuaciones previas en el año 1.995 financiado por la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana, seguido de una fase de consolidación de emergencia emprendida en el verano de 1.999.
Vistas aéreas del Castillo de Planes
Un buen trabajo
ResponderEliminarExcelente blog,enhorabuena!
ResponderEliminarExcelente blog,enhorabuena!
ResponderEliminar