Localización:
El mal llamado Castillo de Laguar es en realidad la conocida Torre de la Casota, que está situada en la cima del Cerro del Tossalet, en la
Vall de Laguar, conjunto de pequeños núcleos de población de este valle, que
forman un solo municipio y cuya localidad más importante es Benimaurell, en la
comarca alicantina de la Marina Alta. Realmente, el verdadero castillo de este valle es el Castillo de Azabras ( Ver la Ref. CA-220 en este mismo Blog).
Localización en Google Maps
Vista de la Torre de la Casota en Google
Los restos corresponden realmente a una torre defensiva, y se encuentran en una
zona cercana a Campell, uno de los núcleos urbanos del valle, en la loma
denominada El Tossalet, y que los
habitantes bien conocen, por lo que solo es preciso preguntar por ellos para
saber su ubicación exacta.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
La historia de la Vall de Laguar comienza en
el siglo XIII bajo el gobierno del legendario caudillo árabe Al-Azraq que se
levantó en armas contra los ataques de la corona de Aragón, sublevación que
supuso un gran obstáculo para las conquistas del rey Jaime I.
Al llegar las tropas del rey Jaime a las
puertas de sus dominios, Al-Azraq firmó un tratado por el que se acordó una
tregua de tres años y el vasallaje al rey aragonés.
En otoño del año 1.247, Al-Azraq rompió dicha
tregua porque las tropas cristianas presionaban los territorios de su señorío,
pero a su alzamiento siguieron diez años de exilio. En 1.276 encabezó de nuevo
una gran rebelión.
Después de la pacificación de las montañas de
la Marina Alta, ésta fue repartida entre los señores y guerreros catalanes que
acompañaron al rey Jaime I, quedando al margen del reparto los aragoneses,
salvo pequeñas excepciones. Pasados unos años y debido a la persecución de que
eran objeto por parte de la iglesia, los moriscos más rebeldes levantaron los
ánimos a otros más dóciles y profanaron la parroquia de Santa Ana.
Estado
actual:
Los restos de la antigua torre defensiva de la Vall
de Laguar quedan reducidos a una parte de la antigua torre que debió ser la pieza importante de
ella, o bien, una torre exenta dedicada a las labores de vigía de la zona, y
que se encuentra en estado ruinoso.
Las recientes tareas de excavaciones arqueológicas han sacado a la luz los restos de una torre cuya planta tiene forma rectangular de unos 10 x 7 metros. Se aprecia la planta completa y en los lados este y sur parte del muro hasta la altura aproximada de tres metros.
La fábrica es de tapial de cal y grava de poco más de un metro de ancho, cuyas agujas para formar la tapiada quedan casi todas ellas enmascaradas por actuaciones posteriores. Fue una construcción exenta, situada sobre el saliente del cerro que ocupa y que domina una amplia perspectiva del paisaje circundante, desde el próximo de la entrada del valle hasta el lejano del litoral. Los tapiales de cronología almohade del siglo XIII tienen aproximadamente 1,20 metros de espesor, quedando en sus cercanías algunos pequeños retazos de un lienzo de muralla, así como el aljibe que está muy deteriorado. La torre está totalmente desmochada.
La torre fue parcialmente derruida, ya que se integró en la construcción de época posterior y que fue destinada a vivienda agrícola. Ésta fue demolida para construir una vivienda habitacional más moderna por sus dueños y ésto dio la oportunidad de efectuar las correspondientes excavaciones arqueológicas que han permitido conocer de forma concreta y real la estructura original de la fortificación. Tras su restauración parcial, el entorno de la torre es bastante satisfactorio en la actualidad.
Las recientes tareas de excavaciones arqueológicas han sacado a la luz los restos de una torre cuya planta tiene forma rectangular de unos 10 x 7 metros. Se aprecia la planta completa y en los lados este y sur parte del muro hasta la altura aproximada de tres metros.
La fábrica es de tapial de cal y grava de poco más de un metro de ancho, cuyas agujas para formar la tapiada quedan casi todas ellas enmascaradas por actuaciones posteriores. Fue una construcción exenta, situada sobre el saliente del cerro que ocupa y que domina una amplia perspectiva del paisaje circundante, desde el próximo de la entrada del valle hasta el lejano del litoral. Los tapiales de cronología almohade del siglo XIII tienen aproximadamente 1,20 metros de espesor, quedando en sus cercanías algunos pequeños retazos de un lienzo de muralla, así como el aljibe que está muy deteriorado. La torre está totalmente desmochada.
La torre fue parcialmente derruida, ya que se integró en la construcción de época posterior y que fue destinada a vivienda agrícola. Ésta fue demolida para construir una vivienda habitacional más moderna por sus dueños y ésto dio la oportunidad de efectuar las correspondientes excavaciones arqueológicas que han permitido conocer de forma concreta y real la estructura original de la fortificación. Tras su restauración parcial, el entorno de la torre es bastante satisfactorio en la actualidad.
Se considera que su mal estado de conservación
es debido, sobre todo, a que los moriscos, tras su expulsión en el año 1.609, la arrasaron casi
en su totalidad.
Galería
fotográfica:
Dos fotos antiguas de la Torre de la Casota
Visita efectuada el 23-09-17:
Me ha resultado atractivo, didáctico y curioso. Muchas gracias por la aportación.
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