Localización:
El Castillo de Benidorm, del que apenas quedan
restos en la actualidad, se sitúa sobre el emplazamiento rocoso del Tossal de
Canfali, en una posición equidistante entre las playas de Poniente y Levante de
Benidorm, ocupando la actual Plaza del Castillo, parte del llamado Mirador de
Benidorm.
Localización en Google Maps
Vista del Castillo de Benidorm en Google
Para llegar hasta él sólo es preciso dirigirse
a lo que se conoce como Rincón de Loix (Balcón de Alicante) en Benidorm, ciudad turística por
excelencia de la provincia de Alicante y capital de la comarca de la Marina
Baixa.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
Castillo y Murallas de Benidorm (Siglo XVIII)
El origen del Castillo de Benidorm es
posterior a la fecha de concesión de la Carta Puebla de Benidorm el 8 de mayo
de 1.325, en la que se documenta que no existía edificación alguna en la Punta de Alfalig (actual Canfali), y que
el almirante Bernat de Sarriá mandó construir en dicho punto un castillo y a
su alrededor una villa, que formaría parte del señorío de dicha familia y
dependiente de la baronía de Polop de la Marina.
Se trataría, pues, de una fortificación y
villa de fundación señorial de la segunda mitad del siglo XIV, creada por
razones estratégico-políticas para la defensa de los continuos ataques costeros
de los piratas sarracenos, y también para el aprovechamiento comercial y
pesquero de la zona.
Durante el siglo XVI se realizaron diversas
reparaciones y ampliaciones de esta fortificación, pero a partir de ese momento
este recinto fortificado se va deteriorando progresivamente, al no pertenecer a
la Corona ni sus propietarios estar en condiciones económicas para hacerse
cargo de las obras, por lo que el castillo fue paulatinamente abandonado y
arruinado.
En la Guerra de la Independencia, el castillo
fue arrasado totalmente por un bombardeo realizado por la flota inglesa al
retirarse las tropas napoleónicas, quedando tan solo unos pocos restos de la
muralla original del mismo.
Escudo de la ciudad de Benidorm
Estado
actual:
Castillo de Benidorm ( año 1.950)
El núcleo medieval de Benidorm comenzó a edificarse en la parte septentrional de la colina de Canfali, en el centro de la pequeña ensenada y frente a la isla del mismo nombre. Su emplazamiento está en función de la actividad pesquera de la que se mantenían los escasos pobladores del contorno que, a mediados del siglo XVI, sólo contaba con un castillo encaramado en lo alto de la peña y unas cuantas alquerías no muy distantes, imposibilitados para ampliar el asentamiento a causa de la constante presencia de los piratas que se refugiaban en el islote, del que habían hecho "...el abrigo de corsarios maior que ay en este Reyno..."
El promontorio sobre el
que se alzaba el castillo estaba rodeado totalmente por el mar, y en
su parte más alta se alzaba la edificación medieval, que formaba un
recinto casi rectangular, dentro del cual se alojaba una pequeña
iglesia, el polvorín, la cárcel, el matadero y unas pocas
construcciones que constituían el municipio benidormí. El conjunto
quedaba aislado de tierra firme mediante un puente levadizo (Beviá
García, Camarero Casas, 1988).
El estado de conservación de las defensas de Benidorm en los albores del siglo XVI era francamente lamentable. En las Cortes de Monzón del año 1.528 se elevó una petición a los tres brazos para que se proveyera de lo necesario para la defensa de la costa, que trajo como consecuencia las obras de refortificación de la plaza durante los años 1.534 y 1.535, encargados por parte de Bernardino de Cárdenas, virrey de Valencia, al picapedrero micer Martín bajo la supervisión del ingeniero Joan Cervelló (Beviá García,1988). Estas obras, de una amplia solidez, pasaron con el aprobado alto el informe del año 1.543, sonde sólo se diseñan pequeñas reformas con un gasto de 40 libras, con una pequeña reparación en las murallas. Para defender la plaza se destinó una compañía de 50 soldados al mando de un capitán (Requena Amoraga,1997).
El estado de conservación de las defensas de Benidorm en los albores del siglo XVI era francamente lamentable. En las Cortes de Monzón del año 1.528 se elevó una petición a los tres brazos para que se proveyera de lo necesario para la defensa de la costa, que trajo como consecuencia las obras de refortificación de la plaza durante los años 1.534 y 1.535, encargados por parte de Bernardino de Cárdenas, virrey de Valencia, al picapedrero micer Martín bajo la supervisión del ingeniero Joan Cervelló (Beviá García,1988). Estas obras, de una amplia solidez, pasaron con el aprobado alto el informe del año 1.543, sonde sólo se diseñan pequeñas reformas con un gasto de 40 libras, con una pequeña reparación en las murallas. Para defender la plaza se destinó una compañía de 50 soldados al mando de un capitán (Requena Amoraga,1997).
No
sería hasta el año 1.561, en el memorial redactado por Antonelli il
Vecchio, cuando se planteará una reforma integral de la
fortificación y una repoblación del lugar, recordando que fue
sucesivamente despoblado por los continuos ataques piratas producidos
durante el siglo XV, como el producido en el año 1.410, cuando
cuatro embarcaciones de moros asaltaron la villa hiriendo a algunos
cristianos, cautivando a otros y llevándose algunas barcas; o los
violentísimos ataques de agosto de 1.447, donde el lugar quedó
nuevamente despoblado y obligó a montar guardias para vigilar la
zona (Hinojosa Montalvo, 2004).
Según el plano de Vespasiano Gonzaga de 1.575, el recinto del castillo estaría formado por una muralla que se adapta a la forma del promontorio, creando un largo rectángulo, más ancho en la parte de tierra, que encierra unas pocas edificaciones, tal y como los documentos de la época mostraban para la época medieval y los inicios de la edad moderna. En la muralla destacan dos pequeños torreones circulares de adscripción medieval, y otros dos cubos semicirculares en las esquinas del paño que mira hacia el interior, que se cree que se traten de las obras levantadas por el Duque de Calabria en el año 1.535. Sobre este trazado pre-existente es el que Gonzaga plantea la construcción de un fuerte con una tenaza que abarcaba los dos cubos citados.
Según el plano de Vespasiano Gonzaga de 1.575, el recinto del castillo estaría formado por una muralla que se adapta a la forma del promontorio, creando un largo rectángulo, más ancho en la parte de tierra, que encierra unas pocas edificaciones, tal y como los documentos de la época mostraban para la época medieval y los inicios de la edad moderna. En la muralla destacan dos pequeños torreones circulares de adscripción medieval, y otros dos cubos semicirculares en las esquinas del paño que mira hacia el interior, que se cree que se traten de las obras levantadas por el Duque de Calabria en el año 1.535. Sobre este trazado pre-existente es el que Gonzaga plantea la construcción de un fuerte con una tenaza que abarcaba los dos cubos citados.
En
los años siguientes continuó una clara reforma de la fortificación
tras pasar de manos de la Corona a ser propiedad de la familia
Fajardo, que poco a poco desembocó en un paulatino abandono. Si
sabemos que a principios del siglo XIX lo que quedaba del castillo
fue casi enteramente destruido por el bombardeo que los ingleses
realizaron al retirarse las tropas napoleónicas. De esas ruinas, hoy
apenas quedan restos visibles.
Las excavaciones realizadas en la plataforma del castillo en el año 1.993 por el arqueólogo José Ramón Ortega, permitieron documentar los escasos restos de la cortina marítima que conformaba el recinto amurallado de Benidorm. Los trabajos de salvamento se realizaron con el objetivo de repavimentar el mirador turístico de Benidorm, exhumando unos muros que pertenecían a la línea del adarve de la muralla occidental de la fortificación fechada en el siglo XV, gracias a los materiales hallados en las zanjas de fundación. El resto de la fortificación se halla oculto por las obras actuales que se realizaron para la puesta en valor y la construcción del actual mirador.
(Nota: En la actualidad se están realizando nuevas excavaciones para completar el estudio de esta fortificación alicantina.)
Las excavaciones realizadas en la plataforma del castillo en el año 1.993 por el arqueólogo José Ramón Ortega, permitieron documentar los escasos restos de la cortina marítima que conformaba el recinto amurallado de Benidorm. Los trabajos de salvamento se realizaron con el objetivo de repavimentar el mirador turístico de Benidorm, exhumando unos muros que pertenecían a la línea del adarve de la muralla occidental de la fortificación fechada en el siglo XV, gracias a los materiales hallados en las zanjas de fundación. El resto de la fortificación se halla oculto por las obras actuales que se realizaron para la puesta en valor y la construcción del actual mirador.
(Nota: En la actualidad se están realizando nuevas excavaciones para completar el estudio de esta fortificación alicantina.)
Bella imagen nocturna del Castillo
Visita cursada el 19-11-2.017:
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