Localización:
La Torre de Tamarit , también denominada Torre Pep, Torre Vieja o Torre de la Albufera de Elche, se
sitúa al sur de la localidad alicantina de Santa Pola, muy cerca de sus
salinas y en dirección hacia Torrevieja por la carretera nacional Alicante-Cartagena.
Localización en Google Maps
Vista de la Torre Tamarit en Google
Para llegar hasta ella tan sólo hay que seguir
la mencionada carretera sin entrar a Santa Pola y continuar unos nueve
kilómetros hacia el Sur. Enseguida veremos la torre a nuestra derecha del
sentido de la marcha. Tras su restauración, se ha habilitado junto a las salinas
un lugar para poder estacionar los vehículos para efectuar la visita a la
torre.
Dos instantáneas de la Torre de Tamarit, antes de su reconstrucción
Su origen, al igual que otras
torres de la costa ilicitana, se debe a que en el año 1.552 un bajel berberisco
capitaneado por Salah Rais, llega a
la misma, en las cercanías de la playa del Pinet, escasamente defendida por
algunos vigías de guardia para evitar que los contrabandistas cruzaran la
albufera al amparo de la noche y los
controles impuestos por el marqués de Elche, y se percatan de la poca presencia
defensiva. Toman tierra y rápidamente se adentran hasta la villa ilicitana
donde, después de intentar su asalto,
capturaron importante botín en enseres y personas.
Por ello, las autoridades decidieron dotar a
la costa ilicitana y al casco urbano de Elche, así como a su huerta, de un
sistema defensivo que mantuviera la alerta ante los ataques moriscos, naciendo
así una serie de torres de defensa con el objetivo de frenar los ataques de los
piratas, levantando un sistema a lo largo de la huerta y costa ilicitana con
diversas torres vigia, entre las que destacaron
Ressemblanc, Vaillós, Palombar, Carrús, Asprillas, Estaña y Gaitán, que
unidas a las costeras de Tamarit, Pinet, Escaletes, Talayola y Carabassí, constituyendo el sistema defensivo anexo a la
ciudad de Elche y a la fortaleza de Santa Pola, gracias al experto ingeniero
italiano Giovanni Baptista Antonelli en el año 1.562.
Escudo de la población de Santa Pola
Estado
actual:
Se trata de una torre de planta cuadrada, de morfología prismática con base alamborada y una altura conservada, en la actualidad, de la mitad que inicialmente presentaba tras su rehabilitación. Está realizada a partir de mampostería trabada en mortero de cal y grava de tono blanquecino, con refuerzos de sillería encadenada en las esquinas. Presenta un perímetro del alambor a cota del suelo de 34,80 metros, creando un área de 91,52 m2, y una altura total de 9,30 metros, siendo la altura del alambor de 2,62 metros y la de la fachada de 6,68 metros.
Se trata de una torre de planta cuadrada, de morfología prismática con base alamborada y una altura conservada, en la actualidad, de la mitad que inicialmente presentaba tras su rehabilitación. Está realizada a partir de mampostería trabada en mortero de cal y grava de tono blanquecino, con refuerzos de sillería encadenada en las esquinas. Presenta un perímetro del alambor a cota del suelo de 34,80 metros, creando un área de 91,52 m2, y una altura total de 9,30 metros, siendo la altura del alambor de 2,62 metros y la de la fachada de 6,68 metros.
La
torre no presenta aperturas actuales defensivas a primera vista,
excepto una posible tronera, documentada en la actuación
arqueológica, de morfología abocinada, con una anchura de 1,50
metros en la parte interior y de 0,80 metros en la exterior. La
entrada a la torre se sitúa en altura, en el frente noroeste, y
cuenta con un durmiente exento que ha estado semienterrado por los
desprendimientos y la acción del viento, que han puesto en valor los
trabajos arqueológicos llevados a cabo por la empresa Arquealia
S.A., dentro del proyecto de restauración dirigido por el arquitecto
Márius Beviá en el año 2.008. Este durmiente presenta un cuerpo
rectangular escalonado de mampostería de cantos de gran y mediano
tamaño trabados con mortero de cal y permite disponer un puente
levadizo entre la torre y el durmiente que, al ser levantado, aísla
la torre de cualquier intrusión no deseada.
Una
vez salvado el ingreso, nos encontramos con la primera planta, que
estaba abovedada con una rosca de ladrillo macizo y mampostería,
conservando el arranque de la misma en la esquina oeste. La segunda
planta no conserva la cubierta ni las paredes perimetrales sureste,
suroeste y noroeste. Sólo se mantiene la pared noreste que fue
restaurada en los años 90 de siglo XX. Por encima, coincidiendo con
el nivel del hueco del acceso, se encuentra una habitación de forma
rectangular y en el suelo la boca que facilita el acceso a un aljibe,
de gran volumen y capacidad de almacenar agua – hasta 22.400
litros- procedentes de las precipitaciones de lluvia y que apareció
en el año 2.008 en los trabajos previos a la restauración integral
del edificio.
La Torre de Tamarit no es una torre almenara, y su origen es muy diferente al mostrado por otras defensas englobadas en el Resguardo de la Costa. Su particular ubicación, en la periferia del área lagunar y justo enfrente de la entrada a la Gola de la Albufera, le confiere una situación especialmente privilegiada a un acceso siempre difícil de vigilar durante gran parte de la Baja Edad Media (Sánchez y Mas,1988). El control de la producción pesquera extraída en la bahía y con destino al mercado de la villa de Elche, creó varios conflictos en los siglos XIV y XV entre las cofradías de pescadores y los intermediarios, los cualkes, después de que el pescador hubiese pagado el peaje correspondiente en las dependencias cercanas a la Torre del Cap de L´Aljub, que estaba en lo que actualmente es el Castillo-Fortín de Santa Pola, compraba la producción obteniendo sensibles beneficios al revenderla en el mercado a un precio sensiblemente superior (Hinojosa Montalvo,1989).
La Torre de Tamarit no es una torre almenara, y su origen es muy diferente al mostrado por otras defensas englobadas en el Resguardo de la Costa. Su particular ubicación, en la periferia del área lagunar y justo enfrente de la entrada a la Gola de la Albufera, le confiere una situación especialmente privilegiada a un acceso siempre difícil de vigilar durante gran parte de la Baja Edad Media (Sánchez y Mas,1988). El control de la producción pesquera extraída en la bahía y con destino al mercado de la villa de Elche, creó varios conflictos en los siglos XIV y XV entre las cofradías de pescadores y los intermediarios, los cualkes, después de que el pescador hubiese pagado el peaje correspondiente en las dependencias cercanas a la Torre del Cap de L´Aljub, que estaba en lo que actualmente es el Castillo-Fortín de Santa Pola, compraba la producción obteniendo sensibles beneficios al revenderla en el mercado a un precio sensiblemente superior (Hinojosa Montalvo,1989).
Este tráfico de capturas desde la Gola, debió de alertar al Concejo, por
lo que, seguramente, en las postrimerías del siglo XV y las primeras
décadas del XVI, se levantaría esta construcción, con el objetivo
de controlar la entrada a la albufera y el camino en dirección a la
villa de Elche. Así lo prueba una de las escasas referencias
localizadas sobre la torre, que corresponde al memorial para la
defensa de la costa del Reino hecha por el ingeniero militar italiano
Antonelli il Vecchio, redactado en el año 1.561, donde dice que
“...en la torre de albufera delche para asegurar una desembarcación
que ay por una parte y por otra çerca de la gola ponerle un
morterete con su recaudo a cargo de los pescadores que en ella estan
de ordinario” (Menéndez Fueyo, 2012). Es decir, que la función
principal de la torre no es la vigilancia de la costa, sino el
control de la pesca que se realizaba en la antigua Albufera de Elche.
En el mismo documento se llega a indicar incluso su guarnición,
formada por dos torreros y dos artilleros, encargados de mantener un
cañón, único armamento con que, al parecer, contaba la torre. Es
muy significativo en este sentido el hecho de que en el informe de
las ventas de las torres de costa al Cuerpo de Carabineros realizado
en el año 1.870, la Torre de Tamarit no se incluye, por lo que es
lógico pensar que muy probablemente la Cofradía de Pescadores de
Santa Pola siguió manteniendo bajo su tutela la administración de
la torre.
Galería
fotográfica:
Visita efectuada el 14-06-18:
Bonita silueta nocturna de la Torre de Tamarit
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