Localización:
La Muralla Urbana de Benidorm se encuentra situada en la ciudad homónima, capital de la comarca alicantina de la Marina Baixa, y exponente de ciudad turística por excelencia de fama mundial.
Localización en Google Maps
Esta fortificación, de la que apenas quedan
unos pocos restos en la actualidad, se localiza sobre un emplazamiento rocoso
conocido como Tossal de Canfali,
equidistante entre las playas de Levante y Poniente de la ciudad, y ocupa un
pequeño espacio al norte del antiguo castillo y cerca de los restos del fortín,
al norte de ambos.
Para su visita nos acercaremos al Rincón de Loix, el mirador de Benidorm, ya que tras él se encuentra la zona antigua de la ciudad, y los restos mencionados, que en la actualidad están en proceso de un nuevo estudio arqueológico.
Para su visita nos acercaremos al Rincón de Loix, el mirador de Benidorm, ya que tras él se encuentra la zona antigua de la ciudad, y los restos mencionados, que en la actualidad están en proceso de un nuevo estudio arqueológico.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
No hay la menor duda que la primera noticia
documental de fortificación en el Tossal de Canfali corresponde a la época
romana, ya que fueron éstos los que fundaron la primitiva Benidorm. Aún
posiblemente pudieron ser los iberos, aunque este extremo no ha sido
enteramente probado, pues no existen hallazgos arqueológicos que prueben dicha
tesis.
Tras la conquista árabe del territorio, es
casi seguro, y el nombre de la ciudad así lo atestigua, que la primitiva
fortificación fuera empleada por los musulmanes para fundar una medina
islámica, entregada principalmente al comercio y la industria pesquera, para lo
cual levantarían su fortificación, de la que no queda resto alguno.
El origen del castillo y la muralla es
posterior a la fecha de concesión de la
carta puebla, ocurrida el 8 de Mayo de 1.325, tras la conquista cristiana de la
localidad, en la que se documenta la no existencia de fortificación en la Punta de Alfaig ( actual Canfali). El
almirante Bernat de Sarriá mandaría construir en dicho punto el castillo y asu
alrededor la villa, que formaría parte del señorío de esta familia y que
dependió de la baronía de Polop de la Marina.
Posteriormente a la fundación de la villa
señorial fue construida la muralla que guardaría el recinto de la misma, hacia
la segunda mitad del siglo XIV, y creada por razones estratégico-políticas para
la defensa ante los ataques berberiscos.
Durante el siglo XVI se realizaron algunas
reparaciones de emergencia, pero a partir de este momento se va deteriorando
progresivamente al no pertenecer a la Corona ni estar sus propietarios en
condiciones económicas para hacerse cargo de las obras de consolidación.
Posteriormente fue construido el fortín como
única defensa abaluartada de la cuidad y que fue destruida por el bombardeo de
la flota inglesa en la Guerra de la Independencia, tras abandonar la ciudad las
tropas francesas, quedando destruidos además los pocos restos del castillo y la
muralla que quedaban.
Escudo de la ciudad de Benidorm
Estado
actual:
En la actualidad, el recinto amurallado está
casi desaparecido en su totalidad y tan sólo se han puesto al descubierto unos
pequeños retazos de lienzo de la muralla primitiva en el lado occidental del
Tossal, merced a unas recientes excavaciones arqueológicas efectuadas en toda
esta zona.
Se estructura un paño de mampostería irregular
de unos dos metros de altura, adosado a la roca madre. La aparición de estos
restos de la primitiva muralla que rodeaba la ciudad es, como decimos, muy
reciente y trazan un recinto amurallado de forma rectangular en el que no se
distinguen otros restos constructivos, contando tan solo con pequeños restos en
el basamento del ulterior fortín construido en dicho recinto, en lo que es la
iglesia parroquial de San Jaime.
Aunque se daba por supuesto que el Tossal de
Canfali ya contaba con la máxima protección patrimonial, lo cierto es que no
estaba inscrito como BIC. A raíz de los últimos descubrimientos se ha acelerado
este proceso a petición del Ayuntamiento de Benidorm, y tras el hallazgo de la
muralla que rodeaba al “castellum” romano, construido por las tropas del
general Sertrio hace 2.090 años, ha llegado el espaldarazo definitivo para que
esta zona sea reconocida como Bien de Interés Cultural por el correspondiente
ministerio.
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