Localización:
La Torre-Mezquita Árabe de Senija se encuentra situada en la localidad
de Senija, en la comarca alicantina de la Marina Alta, muy cerca de la
localidad de Benissa, frente a ella y al otro lado de la autopista A-7.
Localización en Google Maps
Vista de la Torre-Mezquita de Senija en Google
Se encuentran localizadas en el centro urbano
de la población, en lo que actualmente es la iglesia parroquial de Santa
Catalina, por lo que no será nada difícil llegar hasta ellas, máxime cuando la
torre es visible desde cualquier parte de la población.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
Orgullosas se muestran Benissa y Senija de un
pasado antiquísimo, que parece remontarse al periodo ibérico, al que pertenecen
los restos arqueológicos encontrados en sus términos municipales. De la Venilia histórica, situada en la ruta
que los cartagineses siguieron en su marcha hacia Roma, no queda más vestigio
que la cita histórica.
En el año 720, los árabes se apoderan de la
zona, dando el nombre de Ben-Issa al
núcleo de población allí formado, constituido por la medina islámica que se
dedicó fundamentalmente a las labores agrícolas, en un terreno que dio un
terrible esfuerzo a los musulmanes al ser abrupto, pedregoso y de difícil
laboreo.
Al mismo tiempo que se construía la medina islámica de Ben-Issa, no muy lejos de ella era levantada una mezquita y su torre de llamada a la oración por el "mujaidín" en lo que hoy constituye la población de Senija, alquería dependiente de aquella. Allí se estructuró una población árabe dependiente de Benissa y dedicado a las labores de mantenimiento de la misma, que servía de culto de una amplia zona limítrofe con los términos de ambos enclaves.
Al mismo tiempo que se construía la medina islámica de Ben-Issa, no muy lejos de ella era levantada una mezquita y su torre de llamada a la oración por el "mujaidín" en lo que hoy constituye la población de Senija, alquería dependiente de aquella. Allí se estructuró una población árabe dependiente de Benissa y dedicado a las labores de mantenimiento de la misma, que servía de culto de una amplia zona limítrofe con los términos de ambos enclaves.
Cinco siglos permanecieron
los musulmanes en estas tierras hasta que fueron conquistadas en 1.254 por el
rey Jaime I el Conquistador, quien la repobló con mallorquines y aragoneses, al
tiempo que otorgaba al poblado conquistado el título de Villa.
En el año 1.272, el rey Jaime I la donaría al señor feudal Jaime de Gruny.
Más tarde paso a ser propiedad de Roger de Lauria, formando parte de un señorío
junto con las localidades de Altea, Calpe y Teulada.
Su titularidad pasó a manos del segundo conde
de Denia, la corona, el infante Juan, Rodrigo Girón de Rebollet y, por último,
a la familia Palafox.
Los destinos de Senija siguieron paralelos a los
de Benissa. En el año 1.309 cuando se produjo la expulsión de los moriscos, decretada
por el rey Felipe III, Senija disponía de 45 familias que tuvieron que
abandonar el lugar. A raíz de ello, la antigua torre y mezquita árabe fueron
reconvertidas en la actual iglesia parroquial a lo largo de los siglos XIV y
XV, quedando en el estado actual.
Senija es considerado como un “barrio” de
Benissa, ya que sus habitantes hacen vida prácticamente en esta localidad. Y si
su pasado agrícola es indudable de origen árabe, no lo es menos su famosa
industria del embutido, del mismo origen, de tal manera que sus elaborados
productos (morcillas, blancos, longanizas y sobrasadas) son los mejores de toda
la Marina Alta y abastecen desde tiempo inmemorial los mercados de la región.
Escudo de la población de Senija
Estado
actual:
Se trata de una mezquita y su correspondiente torre
de llamada a la oración anexa, probablemente construidas en los albores de la
conquista sarracena de este territorio, eligiéndose este lugar para levantar su
lugar de oración a todos los musulmanes establecidos en la zona.
La torre destaca por su componente vertical y
se trata de una construcción de planta cuadrada, compuesta de planta baja y
tres pisos, de la que se desconoce por completo su aspecto original, aunque es
de suponer que sería parecida a cualquier torre árabe actual de la zona,
dispuesta para las labores de llamada a la oración y, al mismo tiempo, de
defensa de sus habitantes.
Está fabricada en
mampostería irregular, y en las esquinas se utilizaron sillares regulares para
darle más consistencia a la torre. Los huecos son rasgados y se formaron de
sillarejos, los cuales configuran su forma. En la actualidad se observan bien
los sillares de contención de las esquinas, aunque la mampostería queda oculta
por el encalamiento casi total de la torre.
Adosada a ella, está el cuerpo de la mezquita,
fabricada en mampostería y sillares en las esquinas, perfectamente visibles en
la parte posterior de la actual iglesia parroquial de Santa Catalina, donde
también se pueden ver los antiguos huecos de los ventanales, en fábrica de
ladrillo rojo árabe, que recuerdan las construcciones mudéjares de otros
lugares donde estuvieron establecidos. Aunque el conjunto actual tiene un claro aspecto "cristiano" no cabe duda del origen árabe y del uso dado a la antigua construcción, especialmente de la torre defensiva de la mezquita y la alquería de la antigua Senija morisca.
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