Localización:
La Muralla Urbana de Calpe se encuentra situada en las proximidades del casco histórico de este municipio alicantino, en la comarca de la Marina Alta.
Localización en Google Maps
Vista de las Murallas de Calpe en Google
Vista de la Torre de la Pesa en Google
Para poder visitar estos restos nos
dirigiremos al centro de la ciudad a buscar la iglesia parroquial de la
localidad. En sus aledaños se encuentran los restos de sus antiguas murallas,
así como otra de sus fortificaciones: la Torre de la Pesa (Ver Ref. CA-239 en este Blog). Toda la antigua
fortaleza se ubica entra la calle Torreones y la calle Campanar de dicho centro
urbano de Calpe.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
No se conoce con certeza la época de fundación
de la ciudad de Calpe, aunque está probado, por los restos arqueológicos
hallados en el término municipal, que su poblamiento originario se produce
durante la romanización de la comarca.
Con la invasión musulmana la actual Calpe se
convirtió en una medina islámica, en la que se construyó su fortaleza o
castillo, desaparecido hoy en su totalidad, ya que los restos observables en la
ciudad corresponden a las murallas medievales, donde se incluye la actual Torre
de la Pesa.
Como fortificación accesoria se construyó un
puesto vigía, el Castillo de Mascarat, avanzado en el sur de la medina en la sierra del Mascarat, donde
aún perduran los restos de dicha fortificación, y que protegían las escaramuzas
cristianas desde las comarcas al sur de Calpe. Ambas fortificaciones se piensa
que son construidas en los albores del siglo XII.
En el año 1.254 las tropas del rey Jaime I el
Conquistador toman la población, su castillo y, en un rápido ataque, se hacen
con el castillo de Mascarat. Los territorios conquistados serían cedidos a
Pedro Eximén d´En Carroç.
Posteriormente ostentarían su titularidad el
almirante Roger de Lauria y el condado de Denia, para más tarde retornar a la
corona.
De igual modo a como aconteció en el resto de
poblaciones litorales alicantinas, el problema de los ataques de piratas
berberiscos, obligaron, durante los siglos XV y XVI, a que Calpe adoptara
numerosas medidas de fortificación que consistieron básicamente en la
remodelación de las murallas de la ciudad
y a la construcción de diversas torres vigía costeras.
De entre las que existieron y actualmente hay
restos de ellas, o están completamente desaparecidas, caben citar: la Torre
de Ifach, la Fortaleza de Ifach, la Torre
de Baños de la Reina y la Torre Bol o San Pedro.
La Torre de la Pesa es el único baluarte
defensivo digno de mención en la fortificación de la ciudad, por haber sido el
que ha llegado en mejores condiciones hasta la actualidad.
En el interior del término de Calpe, alguna casa de campo también
fue fortificada, como es el caso de la denominada Casa Nova de Calpe.
Reconstrucción ideal de la antigua Fortaleza de Calpe
Escudo de la población de Calpe
Historia:
La visión de Calpe, que la arqueología, las crónicas y la documentación nos han transmitido, coinciden en señalar que se trataba de un pequeño pueblo de humildes pescadores situado en un alto cercano a la costa y amurallado con dos recintos. El primero y más antiguo parece que tiene su origen en una alquería islámica sobre la que se constryyó el enclave cristiano promovido por el rey Pedro III en el año 1.279, tras la conquista feudal del enclave musulmán. Sin embargo,la realidad del recinto amurallado de Calpe confronta con la potencia e intensidad constructiva descubierta en la Pobla Medieval de Ifach (Menéndez Fueyo,2009), asentamiento que se construye a finales del siglo XIII con la intención manifiesta de concentrar a todo colono cristiano preexistente en el territorio y albergar a aquellos que se propongan residir y pagar sus impuestos en esta zona. Ifach parece funcionar desde principios del siglo XIV como principalreferente urbano hasta su total extinción a inicios del siglo XV. Será el ocaso de Ifach lo que permita el progresivo traslado de la población a la alquería medieval de Calpe que poco a poco fue tomando auge.
De este primer recinto cristiano, no es mucho lo que se ha conservado, si bien sabemos que su traza se limitaba a la parte más alta del cerro, coincidente con la trama actual del casco antiguo de Calpe, marcado por lo que hoy forman las calles Campanario, Torreones, Santísimo Cristo, Rector Peñalba y Plaza del Beato Francisco Sendra. Para la definición de este recinto contamos con las planimetrías llevadas a cabo por los ingenieros Don Nicolás Bodín y Don Carlos Desnaux, entre los años 1.746 y 1.748, en los que se muestra con todo lujo de detalles el perímetro amurallado medieval de Calpe, dispuesto en lienzos de cremallera y dominado por una gran torre central, que en el año 1.520 estaba destinada a polvorín y era conocida popularmente como "El Macho", que fue derribada a finales del siglo XIX, siendo destinado su solar a la ubicación de la Cruz de los Caidos después de la Guerra Civil (Pastor Fluixá,1989). El recinto contaba, además, con un sistema de acceso en recodo -el llamado "Portalet"- demolido en el año 1.923 y ubicado en el lugar donde hoy se levanta el edificio del Reloj, antigua sede del Ayuntamiento y actual Sala Municipal de Exposiciones.
Junto
al Portalet, se han podido documentar algunos fragmentos de la
muralla medieval que se encuentran fosilizados como ocurre en la
esquina noreste de la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, que
debió fundarse en la segunda mitad del siglo XIV o primera mitad del
siglo XV. Por la documentación sabemos que el recinto defensivo
medieval sufrió continuas remodelaciones y reparaciones. Las
primeras referencias aparecen en 1.338 y 1376 con encargos de obras
para reforzar las murallas y “...obrar e enfortir lo mur de dit
lloch...” una vez terminada la Guerra de los Dos Pedros. En 1.401,
se ordena al Justicia y jurados de Calpe, que bajo pena de 1.000
sueldos y antes de la fiesta de San Miguel, las murallas estuvieran
perfectamente reparadas, tapados todos sus agujeros y blanqueadas
(Campón Gonzalvo, Pastor Fluixá, 1989).
Con
la llegada del Renacimiento, el problema corsario sera el leitmotiv
que generará toda una serie de obras y proyectos de refortificación
de sus murallas. En el año 1.520 el emperador Carlos I, mediante una
real cédula, ordena la refortificación de la villa de Calpe,
levantando el conocido Torreón de la Peça, obra quepor su traza
circular dotada con alambor y bocel a media altura, creemos que debió
ser levantada alrededor de la década de 1.530-1.540, dentro de los
planes de defensa pre-abaluartada que el Duque de Calabria pone en
marcha en otros puntos del reino. Este torreón, que presenta una
dimensión entre 9 y 10 metros de diámetro máximo, es parte de un
conjunto defensivo mayor formado por dos torreones más, situados en
la actual calle Torreones, de los que no se conservan resto alguno,
conformando lo que la documentación identifica con “La Ciudadela”
(Requena Amoraga, 1997). Se cree que este recinto, que carecía de
dotación artillera, tenía al menos dos portales, uno denominado de
los Cardenales, situado en la actual calle Torreones, y otro al
acceso medieval por el Portalet.
Las mejoras del Duque de Calabria, aun siendo evidentes, sólo son un lavado de cara en un recinto aún definido por sus longevas defensas de lanza y escudo. Su estado comatoso era tal que, cuando llega el italiano Antonelli il Vecchio en el año 1.561, propone que se desembolsen 600 escudos para acabar las reparaciones que el Concejo tiene iniciadas. Sin embargo, un año después cambia radicalmente de opinión en un nuevo memorial donde expone que lo mejor es desplazar a la población a las laderas del peñón, a la abandonada Pobla de Ifach - denominada "Gallicant" en el memorial -, proyecto que acaba siendo rechazado (Menéndez Fueyo,2014).
Este rechazo obligó a mantener las maltrechas estructuras defensivas del lugar de Calpe. Ni la renovación defensiva que propone Vespasiano Gonzaga a su llegada al Virrreinato de Valencia en 1.575 cambiará esta situación. Habrá que esperar al año 1.581, cuando don Alfonso Arias de Castro, por entonces Gobernador de la Baronía y Jaime Ayarques, síndico y jurado de la villa de Calpe, en su deseo de generar defensas útiles y eficaces para su territorio donan 1.140 libras para reformar y poner a punto las defensas de la muralla, dotándola de un baluarte con tenaza, parapeto almenado y numerosas troneras, junto a dos puertas más: el Portal del Mar y el Portal de la Calle que a la postre serían los accesos habituales de la población hasta el siglo XIX. Estas serán las defensas que sufrirán el brutal ataque del año 1.637 que acabó con el saqueo de la villa y el cautiverio de 302 calpinos, provocando que la villa quedara yerma y deshabitada hasta los años 1.642-1.648 (Requena Amoraga,1997). Nuevos ataques a la villa se suceden en las décadas posteriores, destacando el ataque del 22 de octubre de 1.744 que supuso otro mazazo al crecimiento y desarrollo de la villa calpina. Por ello, la Corona estableció la necesidad de asegurar la plaza, encargando el proyecto a los ingenieros Bodín y Desnaux, ejecutando nuevas defensas dotadas de parapetos aspillerados y de puertas bien herradas, además de la creación de un tercer recinto dotado con cinco baluartes, de planta trapezoidal, cerrados cpor los lienzos de muralla y una superficie de 250 metros cuadrados.
El más importante de ellos sería el Baluarte del Rey, en honor al rey Fernando VI, que se situaba en el extremo sureste de la villa formando hoy vñertice con la Avenida de Ifach y la Calle del Mar. El lienzo de muralla que transcurría por las medianeras posteriores del Ayuntamiento actual, conectaba con el Baluarte de la Reina en homenaje a Doña Bárbara de Braganza, infanta de Portugal, y de él arrancaba la muralla a buscar el Medio Baluarte de la Iglesia. El Medio Baluarte de Santa María protegía la Puerta del Mar. Los otros dos baluartes se conocían como Baluarte de San Salvador y Baluarte de la Morería. Todos ellos conformaron las defensas de la villa de Calpe.
Las mejoras del Duque de Calabria, aun siendo evidentes, sólo son un lavado de cara en un recinto aún definido por sus longevas defensas de lanza y escudo. Su estado comatoso era tal que, cuando llega el italiano Antonelli il Vecchio en el año 1.561, propone que se desembolsen 600 escudos para acabar las reparaciones que el Concejo tiene iniciadas. Sin embargo, un año después cambia radicalmente de opinión en un nuevo memorial donde expone que lo mejor es desplazar a la población a las laderas del peñón, a la abandonada Pobla de Ifach - denominada "Gallicant" en el memorial -, proyecto que acaba siendo rechazado (Menéndez Fueyo,2014).
Este rechazo obligó a mantener las maltrechas estructuras defensivas del lugar de Calpe. Ni la renovación defensiva que propone Vespasiano Gonzaga a su llegada al Virrreinato de Valencia en 1.575 cambiará esta situación. Habrá que esperar al año 1.581, cuando don Alfonso Arias de Castro, por entonces Gobernador de la Baronía y Jaime Ayarques, síndico y jurado de la villa de Calpe, en su deseo de generar defensas útiles y eficaces para su territorio donan 1.140 libras para reformar y poner a punto las defensas de la muralla, dotándola de un baluarte con tenaza, parapeto almenado y numerosas troneras, junto a dos puertas más: el Portal del Mar y el Portal de la Calle que a la postre serían los accesos habituales de la población hasta el siglo XIX. Estas serán las defensas que sufrirán el brutal ataque del año 1.637 que acabó con el saqueo de la villa y el cautiverio de 302 calpinos, provocando que la villa quedara yerma y deshabitada hasta los años 1.642-1.648 (Requena Amoraga,1997). Nuevos ataques a la villa se suceden en las décadas posteriores, destacando el ataque del 22 de octubre de 1.744 que supuso otro mazazo al crecimiento y desarrollo de la villa calpina. Por ello, la Corona estableció la necesidad de asegurar la plaza, encargando el proyecto a los ingenieros Bodín y Desnaux, ejecutando nuevas defensas dotadas de parapetos aspillerados y de puertas bien herradas, además de la creación de un tercer recinto dotado con cinco baluartes, de planta trapezoidal, cerrados cpor los lienzos de muralla y una superficie de 250 metros cuadrados.
El más importante de ellos sería el Baluarte del Rey, en honor al rey Fernando VI, que se situaba en el extremo sureste de la villa formando hoy vñertice con la Avenida de Ifach y la Calle del Mar. El lienzo de muralla que transcurría por las medianeras posteriores del Ayuntamiento actual, conectaba con el Baluarte de la Reina en homenaje a Doña Bárbara de Braganza, infanta de Portugal, y de él arrancaba la muralla a buscar el Medio Baluarte de la Iglesia. El Medio Baluarte de Santa María protegía la Puerta del Mar. Los otros dos baluartes se conocían como Baluarte de San Salvador y Baluarte de la Morería. Todos ellos conformaron las defensas de la villa de Calpe.
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fotográfica:
Imagen nocturna de la Muralla de Calpe
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