Localización:
El Castillo o Torre de Chinorla, también llamado Castillo de Chinosa ( en valenciano, Xinosa), está situado en la pedania de la población de Monóvar, situada a unos 4 km de la localidad, en la carretera que nos dirige hacia Pinoso (CV-83). A unos dos kilómetros de salir de Monóvar,a nuestra derecha está el cruce que nos lleva a la pedania, en las estribaciones de la sierra de la Solana. Cerca de una casa de labor a nuestra derecha, se encuentran los restos arqueológicos.
Localización en Google Maps
Vista del Castillo de Chinorla en Google
Aunque escasos, son aún visibles algunos
restos de esta fortificación de origen islámico, y se cree que pertenecía a las
fortificaciones del castillo de Monóvar, que guardaban la entrada a la
localidad de los viajeros llegados desde
tierras murcianas y del sur de Castilla- La Mancha.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
De los trabajos arqueológicos de la doctora
Ferrer i Mallol, se puede asegurar que esta fortificación y el lugar de Xinosa, fueron claves en la
conquista del reino castellano de
Murcia, cuando en junio de 1.296, Jaime II dona los lugares de Xinosa y
Monóvar a Ahmad ibn Hudayr, rais de
Crevillente, en pago de la fidelidad mantenida a la causa aragonesa.
A pesar de quedar integrados en el señorío
musulmán de Crevillente, tanto el castillo de Monóvar como el de Chinorla
contarán con alcaides cristianos que aseguren la fidelidad de ambas fortalezas
a la causa de la Casa Real de Aragón, y así, en agosto de este mismo año, le
fue encomendada la alcaidía de ambas a García Lopez de Ançano, hasta el año
1.303 en que Bernat de Sarriá, hombre de confianza de Jaime II, se hiciera
cargo de ellas, junto con el Castillo y plaza de Aspe.
Desde estos momentos y hasta finales del siglo
XV se suceden hechos documentados en los que participan los moros de la aljama
de Chinorla. En la llamada Guerra de los Dos Pedros, entre Pedro I de Castilla
y Pedro IV de Aragón, el lugar y castillo de Chinorla adquiere protagonismo
bélico, cuando el señor de Monóvar y Xinosa, Pere Maça, fiel a las tropas
aragonesas, avitualló convenientemente a las mismas, y que con la ayuda del
gobernador de Valencia, García de Loriç, mantuviera ambas plazas.
En mayo de 1.357, las tropas castellanas al
mando de Diego García de Padilla, maestre de Calatrava, tomaron los lugares y
ambas fortalezas, quedando bajo el control de Juan Fernandez de Henestrosa,
hasta que por la llamada Paz de Terrer (1.361) , le fueron devueltas a su señor
Pere Maça.
Reanudadas las hostilidades en 1.362, Pedro IV
aconseja a Pere Maça que destruyera el castillo o torre de Xinosa para evitar
que cayera en manos castellanas, a lo que éste se niega, cayendo de nuevo en
manos castellanas en la noviembre de 1.363 y quedando bajo su dominio hasta la
primavera de 1.366. De nuevo fueron devueltas a sus señores, haciéndose cargo
de ellas el señor Pere Maça IV.
Escudo de la ciudad de Monóvar
Estado
actual:
Las
escasas excavaciones realizadas durante la década de los años 70
del siglo XX, pusieron al descubierto una serie de estructuras
habitacionales de planta regular situadas al interior de un recinto
de mayores dimensiones, de planta que se adivina rectangular o
cuadrangular. Habitaciones de paredes de mampostería trabada en yeso
y superficies enfoscadas con yeso, donde se observan algunos graffiti
del tipo “cuentas” o “calendario”. Entre los elementos
arquitectónicos identificados destacan varios vanos y jambas de
puertas y escaleras con peldañeado.
Dichas
excavaciones se centraron en el ángulo noreste del recinto, espacio
delimitado por un muro visible en muy pocos tramos de su recorrido
que se levanta sobre la superficie de la roca natural y presenta lo
que parece una fábrica de mampostería encofrada, con un grosor de
0,90 metros, y una longitud total de 27,5 metros en su lado oriental.
Construcción que cabe identificarla como la muralla que perimetra
todo el espacio fortificado. El resto de los lados imposibilita el
cálculo de la superficie total de la construcción, limitación que
impide saber la planta exacta, aunque creemos que se estima en unos
500 metros cuadrados. Al centro del edificio se aprecia la existencia
de un pozo en mampostería, hoy cegado, que en su tiempo debería
alcanzar los niveles freáticos que atravesarían la edificación,
según manifiestos orales de algunos vecinos próximos que aseguran
haber visto el pozo con agua hace muchos años.
Nada o casi nada queda de esta fortificación,
aunque se conoce casi a la perfección su alzada y dimensiones por los trabajos
arqueológicos efectuados en el lugar, donde se han encontrado restos de
fragmentos de cerámica, tanto de cronología musulmana (siglos XII-XIII) como
bajomedievales (siglos XIV-XV). De esta época, se han encontrado en los bancales cercanos a su ubicación restos de varias inhumaciones medievales al transformar las tierras para el cultivo de la vid, con la consiguiente sorpresa de los lugareños.
Estamos pues, ante una alquería islámica con
origen en el siglo XII y ocupación en los siguientes, hasta los finales del XV,
dada su privilegiada posición como zona fronteriza con el reino castellano de
Murcia. Su planta era rectangular, conformado por un grueso muro de encofrado
de mampostería, con una extensión aproximada a los 500 metros cuadrados. Poco a poco, sus habitantes se irían retirando a residir en el núcleo urbano de Monóvar, y su estado de abandono acabaría para servir de material de construcción para las casas de labor de los siglos XVIII y XIX.
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