Localización:
La Torre de San José se encuentra situada en la parte oriental de la Isla de Tabarca, frente a la costa de Santa Pola, en el camino que partiendo de la playa se dirige al cementerio de la isla.
Localizacion en Google Maps
Vista de la Torre de San José en Google
La mejor forma de llegar a la isla es por
mediación de las motonaves que parten de los puertos de Santa Pola o Alicante.
En el primer caso, la travesía tarda una media hora hasta la isla, y en el
segundo unas dos horas, atravesando el Cabo de Santa Pola en dirección a
Tabarca.
Recordamos a nuestros lectores que la Isla de Tabarca, aun estando frente a la población de Santa Pola, pertenece administrativamente a la capital provincial, Alicante.
Recordamos a nuestros lectores que la Isla de Tabarca, aun estando frente a la población de Santa Pola, pertenece administrativamente a la capital provincial, Alicante.
Localización en el mapa topográfico
Historia:
La población de la isla está
documentado que procede de un grupo de cautivos de origen italiano, que
llegaron a ella a lo largo del siglo XVIII, cuando fueron liberados de los
moros que los tenían cautivos en la isla tunecina de Tabarka. En España
encontraron asilo político y fueron enviados a colonizar la isla, donde se
dedicaron principalmente a la pesca.
No es difícil adivinar que la mayoría de los
habitantes actuales de la isla son los descendientes de estas familias de
refugiados y no hay más que preguntar por sus apellidos para averiguarlo.
Además de la torre, existe el recinto
amurallado, que pertenece al sistema defensivo de la isla. Las murallas están
totalmente construidas de bloques de
arenisca procedente de La Cantera, parte occidental de la isla, en la que
todavía se observan los trabajos de cantería efectuados allí para la
elaboración de los sillares que constituyen la fábrica de la muralla.
La construcción del recinto amurallado data del siglo XVIII y es lo que queda de la ciudadela construida por los habitantes de la isla para resistir los continuos ataques de los piratas berberiscos. En su interior se ubicaba el Castell de Tabarka, del que nada queda, ya que sus cimientos fueron empleados para construir la iglesia de la isla. Dicho castillo, remodelado en el siglo XVIII estaba constituido por un torreón central de planta cuadrada, con un patio interior y una zona subamurallada que contenía el resto de las dependencias anexas al mismo, con garitones en los ángulos del lienzo de la muralla. Debido al estado de abandono, a finales del siglo XIX se remodeló para convertirlo en la iglasia parroquial de la isla de Tabarca.
El recinto amurallado exterior está dotado de diversas puertas de entrada, algunas en perfecto estado de conservación, así como de otros elementos defensivos, tales como aspilleras, garitas y dependencias subterráneas anexas a las citadas murallas de la isla.
Durante la guerra de 1.834-1.837, la torre se utilizó como cárcel para presos políticos. Aquí fue donde el Comandante General de la provincia, Francisco Pérez Meca, ordenó pasar por las armas a 19 prisioneros que se encontraban alojados en la torre. Su fusilamiento fue un acto de venhanza, en represalia por el asesinato de la madre del comandante del bando carlista Ramón Cabrera y Griñó, la cual, junto con 96 sargentos carlistas, fueron fusilados en el Forcall en el año 1.838. A mediados del siglo XIX, la corporación municipal pensó en su demolición, si bien al final pareció más rentable mantenerla en pie y destinarla al uso del Cuerpo de Carabineros. En el siglo XX fue ocupada y utilizada como Cuartel de la Guardia Civil hasta su abandono, siendo utilizada en la actualidad como almacén del Instituto de Ecología Litoral.
La construcción del recinto amurallado data del siglo XVIII y es lo que queda de la ciudadela construida por los habitantes de la isla para resistir los continuos ataques de los piratas berberiscos. En su interior se ubicaba el Castell de Tabarka, del que nada queda, ya que sus cimientos fueron empleados para construir la iglesia de la isla. Dicho castillo, remodelado en el siglo XVIII estaba constituido por un torreón central de planta cuadrada, con un patio interior y una zona subamurallada que contenía el resto de las dependencias anexas al mismo, con garitones en los ángulos del lienzo de la muralla. Debido al estado de abandono, a finales del siglo XIX se remodeló para convertirlo en la iglasia parroquial de la isla de Tabarca.
El recinto amurallado exterior está dotado de diversas puertas de entrada, algunas en perfecto estado de conservación, así como de otros elementos defensivos, tales como aspilleras, garitas y dependencias subterráneas anexas a las citadas murallas de la isla.
Durante la guerra de 1.834-1.837, la torre se utilizó como cárcel para presos políticos. Aquí fue donde el Comandante General de la provincia, Francisco Pérez Meca, ordenó pasar por las armas a 19 prisioneros que se encontraban alojados en la torre. Su fusilamiento fue un acto de venhanza, en represalia por el asesinato de la madre del comandante del bando carlista Ramón Cabrera y Griñó, la cual, junto con 96 sargentos carlistas, fueron fusilados en el Forcall en el año 1.838. A mediados del siglo XIX, la corporación municipal pensó en su demolición, si bien al final pareció más rentable mantenerla en pie y destinarla al uso del Cuerpo de Carabineros. En el siglo XX fue ocupada y utilizada como Cuartel de la Guardia Civil hasta su abandono, siendo utilizada en la actualidad como almacén del Instituto de Ecología Litoral.
Escudo de la ciudad de Alicante
Estado
actual:
La
construcción de una torre que controlase el campo tabarquino ha sido
una propuesta expresada y no atendida hasta la construcción de esta
torre en el año 1.789. El primer intento que se documenta es la
adoptada en diciembre de 1.427, cuando por iniciativa personal de
Bertomeu Vidal, vecino de Alicante, se propuso a los jurados de Elche
la construcción de una torre en la isla, en la que hubiera una o más
personas de vigilancia (Requena Amoraga, 1994). El segundo se produjo
en el año 1.766, cuando el Conde de Aranda, en su empeño por
reforzar las defensas costeras , ordenó el diseño de una torre
defensiva, que fue proyectada y no realizada por el ingeniero
Fernando Méndez de Ras, autor a la postre del diseño inacabado de
la población de Nueva Tabarca (Pérez Burgos, 2012). También
conocemos la existencia de otro proyecto de torre circular a cargo de
A. Ladrón de Guevara en el año 1.789 (Beviá García, 1994). Sin
embargo, parece que acaba por imponerse la idea de Ricaud, con
ciertas modificaciones, iniciando las obras en el año 1.790, siendo
finalizadas en 1.792 a cargo del ingeniero Francisco Gilve Federichi
(Rosser Liminyana, 1991).
La torre tiene una superficie construida de 354 m2, siendo declarada Conjunto Histórico-Artístico en el año 1.964 y Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en el año 1.997. La torre presenta una planta rectangular levantada en fábrica de sillerejo y mampostería, aparejada con mortero de cal y gravas de tonalidad marrón-verdosa, debido al empleo de un pequeño afloramiento de ofitas que se encuentra cercano a la misma. Se eleva sobre el suelo con cuatro paramentos exteriores en talud y con tres niveles o pisos. Uno, el principal, se encuentra a casi dos metros de altura, accediéndose al interior a través de un acceso elevado que en la actualidad presenta una escalera de obra de un solo tramo y perpendicular a la fachada, que fue realizada posteriormente.
Parece que la torre estaba dotada de un foso con puente levadizo que aislaba la defensa para evitar la zapa y tormentaria, una medida muy adecuada y que se toma sobre todo para algunas defensas que se encuentran en zonas llanas y despejadas, como es el caso de esta torre tabarquina. Desde la planta noble se podía descender a una planta inferior, cuyo nivel se encuentra a cota de suelo exterior, y asimismo, ascender hasta la otra planta superior, que conecta con la plataforma superior o terraza.
La cubierta de la torre es plana y transitable, aunque no sabemos si era del todo ideal para disponer el peso de los cañones de defensa. En cada una de las plantas se disponen seis estancias de forma cuadrangular dispuestas de tres en tres. Cada una de estas estancias presenta una o dos ventanas. Las aperturas defensivas de los niveles superiores son de deriva interna, contando con un dintel en arco escarzano y un tamaño mayor que las inferiores, convertidas en troneras de palo, algunas de las cuales están cegadas. La torre está rematada por una cornisa abocelada y las bases de cuatro escaragüaitas de planta cilíndrica dispuestas en las cuatro esquinas de la misma. También se conservan los restos de una ladronera de defensa vertical situada sobre la puerta de acceso a la torre.
La torre tiene una superficie construida de 354 m2, siendo declarada Conjunto Histórico-Artístico en el año 1.964 y Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en el año 1.997. La torre presenta una planta rectangular levantada en fábrica de sillerejo y mampostería, aparejada con mortero de cal y gravas de tonalidad marrón-verdosa, debido al empleo de un pequeño afloramiento de ofitas que se encuentra cercano a la misma. Se eleva sobre el suelo con cuatro paramentos exteriores en talud y con tres niveles o pisos. Uno, el principal, se encuentra a casi dos metros de altura, accediéndose al interior a través de un acceso elevado que en la actualidad presenta una escalera de obra de un solo tramo y perpendicular a la fachada, que fue realizada posteriormente.
Parece que la torre estaba dotada de un foso con puente levadizo que aislaba la defensa para evitar la zapa y tormentaria, una medida muy adecuada y que se toma sobre todo para algunas defensas que se encuentran en zonas llanas y despejadas, como es el caso de esta torre tabarquina. Desde la planta noble se podía descender a una planta inferior, cuyo nivel se encuentra a cota de suelo exterior, y asimismo, ascender hasta la otra planta superior, que conecta con la plataforma superior o terraza.
La cubierta de la torre es plana y transitable, aunque no sabemos si era del todo ideal para disponer el peso de los cañones de defensa. En cada una de las plantas se disponen seis estancias de forma cuadrangular dispuestas de tres en tres. Cada una de estas estancias presenta una o dos ventanas. Las aperturas defensivas de los niveles superiores son de deriva interna, contando con un dintel en arco escarzano y un tamaño mayor que las inferiores, convertidas en troneras de palo, algunas de las cuales están cegadas. La torre está rematada por una cornisa abocelada y las bases de cuatro escaragüaitas de planta cilíndrica dispuestas en las cuatro esquinas de la misma. También se conservan los restos de una ladronera de defensa vertical situada sobre la puerta de acceso a la torre.
A mediados del siglo XIX se pensó en
demolerla, si bien al final se optó por destinarla al Cuerpo de Carabineros. En
el siglo XII fue ocupada y utilizada como Casa-Cuartel de la Guardia Civil
hasta su abandono. Hoy se encuentra a la espera de una reconstrucción y puesta a punto para su visita por los
visitantes de la Isla de Tabarca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario